La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, este viernes en Madrid.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, este viernes en Madrid. Alberto Ortega Europa Press

Política ELECCIONES EUROPEAS

Yolanda Díaz se viste de Pablo Iglesias para dejar de ser la "izquierda cuqui" y parodia el cartel del PP

Sumar lleva semanas marcando perfil propio para enfrentarse a Podemos y al PSOE en las elecciones europeas.

25 mayo, 2024 02:32

Un alto cargo de Sumar reconocía hace unos días que la coalición liderada por Yolanda Díaz no tenía "potencia de fuego" suficiente en sus listas para enfrentar las elecciones europeas. La expresión hace referencia al grado de desconocimiento de su candidata a Bruselas, Estrella Galán, y su descompensación con respecto a la de Podemos, Irene Montero. De ahí que la vicepresidenta segunda haya decidido involucrarse de lleno en la campaña, tanto que incluso aparece en el cartel electoral.

La segunda reacción a este desequilibrio ha sido que Díaz ha pasado, de la noche a la mañana, a vestirse de Pablo Iglesias y entrar al choque contra sus adversarios políticos, incluidos Podemos y el PSOE. El aumento de la tensión, para ella, ha sido clara esta semana, pasando de rechazar una ley salida del Gobierno a recrudecer todavía más las relaciones diplomáticas con Israel. Y la última de todas: parodiar la campaña del PP.

Sumar desplegó el viernes una lona en el madrileño barrio de Chueca para responder a la manifestación que organiza este domingo el Partido Popular bajo el lema Tu respuesta. Al ver la convocatoria, la coalición de izquierdas copió el mensaje y lo reinterpretó como Nuestra respuesta, con una imagen prácticamente calcada a modo "de recordatorio de que en España hay mucha gente movilizada contra ellos", trasladan fuentes de la formación.

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Con las prácticas de los últimos días Sumar está intentando desprenderse de la etiqueta de "izquierda cuqui", como los califica peyorativamente el entorno de Podemos. El término, que en un principio se utilizaba exclusivamente con Más Madrid y Manuela Carmena, hace referencia a una izquierda "no revolucionaria, no transformadora", que se limita a la estética "antes que a cambiar las cosas".

El termómetro europeo

Querer quitarse la etiqueta de izquierda cuqui precisamente ahora no es casualidad. Las elecciones europeas del próximo 9 de junio son un termómetro para el espacio de la izquierda alternativa, uno en el que Sumar se juega su imagen tras el desastre de las elecciones gallegas, vascas y catalanas.

Además, tendrá que combatir con un PSOE lanzado a por su electorado —"No todo va sobre ruedas"— y un Podemos que se juega su supervivencia. Encima, el propio formato de las europeas (circunscripción única) ayuda a calcular con cuántos apoyos reales cuenta cada uno en todo el país.

El discurso de Sumar estas semanas, empezando con su encono por el Borkun y siguiendo por la confrontación total de Díaz con Netanyahu, obedece a esta estrategia de recuperar el voto morado, sin referirse a él. También el cisma de la ley del proxenetismo, su burla a la reforma de la ley de suelo e incluso las alusiones directas contra el PSOE. 

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De hecho, fuentes de la dirección de Podemos ya califican las elecciones como prácticamente "unas primarias" entre ambos, "las que no quisieron el año pasado", en referencia a cuando Yolanda Díaz vetó a Irene Montero de las listas a las generales. "Lo está intentando, pero no les sale bien porque al final se acobardan", resumen. 

Desde que están separados, los desastres electorales han sido clamorosos para ambos; Sumar no deja de caer en las encuestas desde que entró en el Gobierno y Podemos, si no logra representación, coquetea con la desaparición definitiva. En cualquier caso, ninguno considerará como bueno el resultado si el otro queda por encima. 

Aunque en Podemos sí entran al trapo con este tema, la dirección de Sumar es mucho más cauta y se remite al lema de campaña: Marcar el rumbo. Desde que empezó la campaña el cierre de filas ha sido total y niegan cualquier tipo de competición con Podemos, partido al que ni siquiera mencionan en sus mítines.

En cambio, sí lo ha hecho con todos los demás competidores y especialmente con el PSOE, con el que ha enfatizado diferencias cruciales en los últimos días. Es más, uno de los leitmotiv de campaña más repetidos por Sumar es el mantra de la "gran coalición" entre populares y socialistas en Europa. 

"Votan juntos, caminan juntos y pactan juntos; a veces es imposible diferenciarlos", acusan fuentes de Sumar a su socio de Gobierno.