Cinco barones del PSOE plantan cara a Sánchez en el último mes con la vista puesta en las elecciones

Cinco barones del PSOE plantan cara a Sánchez en el último mes con la vista puesta en las elecciones

Política SEQUÍA

Vara y Lambán se rebelan contra Sánchez por su política contra los embalses en plena sequía

El Ministerio de Transición Ecológica ha cedido al pulso del presidente extremeño y en Aragón esperan que pase lo mismo en los próximos meses. 

8 mayo, 2023 02:43

La sequía y los problemas relacionados con el suministro de agua han afilado los cuchillos dentro del PSOE y lo han hecho por culpa del derribo de embalses. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el de Aragón, Javier Lambán, se han plantado ante el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha ordenado derribar las presas de Valdecaballeros (Badajoz) y Los Toranes (Teruel).

Los derribos han sido ordenados por el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) de Teresa Ribera, tal y como obliga la ley, tras el fin de las concesiones a empresas privadas. Sin embargo, Vara y Lambán aseguran que son fundamentales para los suministros de agua de la zona y para la lucha contra los incendios.

"Valdecaballeros no se tira. ¿Cómo se va a tirar? Por encima de mi cadáver", dijo el presidente extremeño el jueves pasado en un mitin, después de que su Gobierno registrara un recurso contra la decisión del Miteco. "Buscaremos soluciones porque allí, en Madrid, también hay gente que tiene sentido común", añadió.

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En una línea muy similar se pronunció Lambán cuando dijo que era "un auténtico disparate" derribar la presa de Los Toranes. Lo dijo durante una visita a los municipios de San Agustín y Olba, en Teruel, arrasados por los incendios en cuya extinción el embalse desempeñó un papel determinante.

En una entrevista con EL ESPAÑOL, Lambán se mostraba partidario de los embalses: "Lo mejor es guardar agua cuando llueve para utilizarla cuando no llueve. Y eso sólo hay una forma de hacerlo: con embalses".

El pulso de los barones socialistas contra el Gobierno ha llevado al Ministerio de Teresa Ribera a recular, a abrirse y a evaluar "técnicamente la posibilidad de estimar la demanda de mantener" el embalse extremeño. Sobre el aragonés todavía no se ha dicho nada nuevo, aunque desde el entorno de Lambán creen que el Ministerio está reconsiderando su postura tras lo demostrado en los incendios.

Este enfrentamiento se produce en un contexto social en el que el derribo de azudes y presas en algunos ríos en sintonía con las directrices de la UE está despertando preocupación en algunos territorios afectados por la sequía. En diversos medios se está recordando que España es el país de Europa que más obstáculos fluviales está demoliendo y Santiago Abascal ha acusado a Sánchez de destruir embalses "cuando los españoles y el campo tienen sed".

En realidad, según aseguran desde el Miteco, la mayoría de barreras fluviales que se están derribando están siendo pequeños azudes. "El Gobierno no ha eliminado ningún obstáculo fluvial que fuera útil para el abastecimiento", respondió el Ministerio el pasado miércoles en su cuenta de Twitter. ¿Entonces qué pasa con los embalses de Valdecaballeros y Los Toranes?

Batalla por el agua

La prensa de Valdecaballeros fue construida en 1984 para refrigerar una central nuclear cercana que, sin embargo, nunca llegó a entrar en funcionamiento debido a una moratoria decretada por el gobierno de Felipe González. Sin embargo, la concesión de su aprovechamiento hidráulico sí siguió en manos de las compañías Endesa e Iberdrola.

De manera paralela y ante el nulo uso que le daban las empresas, el agua retenida en el embalse se empezó a aprovechar para abastecer de agua potable y regadío a tres poblaciones cercanas. Así ha sido el statu quo en los últimos 39 años.

Sin embargo, Endesa e Iberdrola solicitaron la extinción de la concesión y, el pasado mes de marzo, el Ministerio de Teresa Ribera decretó su derribo siguiendo la legislación vigente que ordena eliminar obstáculos fluviales sin utilidad. Pero ante las protestas de los ayuntamientos y de Guillermo Fernández Vara, el Miteco busca alternativas para no derribarla.

Según trasladan fuentes del Gobierno extremeño, el Ministerio tiene tres meses para responder al recurso que presentaron esta semana y ahí deberían aparecer las alternativas propuestas por el departamento de Ribera. Ellos, por su parte, poco más pueden hacer que el recurso, pero están dispuestos a llevar la batalla política hasta el final.

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Algo muy similar ha pasado con Los Toranes en la provincia de Teruel. Fue construida en la década de 1940 para un aprovechamiento hidroeléctrico por parte de la actual Iberdrola. Pero la concesión duraba 75 años y caducó en 2018. La empresa y el Gobierno se sumergieron en una contienda judicial para ver a quién le corresponde asumir los gastos de la demolición.

El TSJ de Madrid dictó, el pasado mes de febrero, que los gastos tienen que correr a cuenta de Iberdrola, pero la empresa ha recurrido al Supremo. Cuando se resuelva el contencioso, habrá que proceder a su demolición. Eso dice la ley.

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo aragonés esperan que el Gobierno de España cambie de opinión. Argumentan que la presión política que está habiendo respecto a los embalses y que la utilidad que demostró en los incendios de la semana pasada tienen que modificar las intenciones del Miteco.

"Todo el territorio está en contra. Desde los ayuntamientos a la Diputación y el Gobierno autonómico", aseguran. Aunque todavía están esperando a que se resuelva el contencioso para ver a quién corresponde el derribo, no descartan seguir una vía similar a la de Extremadura si Ribera no ceja en su empeño.

Este conflicto pone de manifiesto que el agua es un tema importante, más aún a medida que se acercan el verano y las elecciones autonómicas, y que está agrietando las relaciones internas en el PSOE, no sólo entre los barones y el Gobierno, sino también las de los barones entre sí.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, están enfrentados por el trasvase Tajo-Segura. El valenciano también se ha plantado por lo mismo ante el Gobierno de Sánchez, y el conflicto aún no se ha resuelto, con visos a recrudecerse a medida que azuza uno de los veranos más calurosos de la historia.