Torcuato Fernández-Miranda, autor intelectual de la Transición, en una imagen de archivo.

Torcuato Fernández-Miranda, autor intelectual de la Transición, en una imagen de archivo.

Política MEMORIA HISTÓRICA

La retirada de retratos "franquistas" amenaza a Fernández-Miranda, artífice de la Transición

El Gobierno ha retirado retratos de quienes tuvieron cargos en el franquismo. También de los que los mantuvieron tras la muerte del dictador.

5 marzo, 2023 02:48

Desde que se aprobó la Ley de Memoria Democrática, el Gobierno ha ido retirando los "vestigios del franquismo" de los distintos espacios públicos. Una de las actuaciones que más quebraderos de cabeza ha supuesto al Ejecutivo ha sido la retirada de los retratos. Es costumbre en España que ministros y presidentes del Congreso tuvieran uno en las sedes de los edificios que un día mandaron.

Primero fue Landelino Lavilla –ministro de Justicia de Adolfo Suárez–, pero se rectificó y se alegó un "error de corta y pega en un comunicado". Después le tocó a Antonio Garrigues –ministro predecesor de Lavilla ya muerto Franco, pero antes de las elecciones democráticas– y también se rectificó. El último caso, revelado por este periódico, ha sido el de Valdés González-Roldán –ministro de Obras Públicas, autor de la M-30 y de las autopistas más importantes del país–.

EL ESPAÑOL ha ido informando acerca de estas actuaciones y ha pedido insistentemente al Gobierno cuál es el criterio para tomar este tipo de decisiones. En ningún momento se han mencionado las circunstancias particulares de la persona a la que se le retiran los honores. En todos ellos se habla de una somera "aplicación de la Ley de Memoria Democrática".

En concreto, se menciona el articulado que refiere la obligatoriedad de retirar todos esos vestigios que entrañen una exaltación de la Guerra Civil o de la dictadura. El Gobierno, mediante un pacto con Bildu, ha aceptado una comisión de investigación que arroje luz sobre "las violaciones de derechos humanos" acaecidas hasta... 1983. Para entonces, ya habían concluido los ejecutivos de la UCD y el PSOE llevaba un año en el poder.

Pese a la rápida aplicación de la Memoria Democrática, Moncloa –ni ninguno de sus ministerios– acierta a explicar cuándo y por qué debe quitarse un retrato. No parece haber polémica cuando se trata de ministros de la dictadura a secas. Pero, ¿qué ocurre con todos esos representantes que tuvieron cargos en el franquismo y que luego, transformados en reformistas, fueron protagonistas de la Transición a la Democracia?

Javier Cercas, en su Anatomía de un instante, define precisamente la Transición como una suerte de éxito de los "traidores". Por un lado, los traidores a los principios del Movimiento. Véase Juan Carlos I o Adolfo Suárez. Y por el otro los "traidores" a lo que venía siendo el comunismo, como por ejemplo Santiago Carrillo, que aceptó la monarquía y la bandera bicolor.

Todos esos personajes complejos y evolucionados se escapan a la Ley de Memoria Democrática y ponen en un serio brete al Gobierno. Porque si se aplica el mismo criterio que ha funcionado hasta hoy, podrían retirarse los retratos de Torcuato Fernández-Miranda –autor intelectual de la Transición–, de Manuel Fraga –ministro de Franco y luego padre de la Constitución– o Pío Cabanillas –ministro con el régimen, pero luego ministro clave con UCD–.

Los nombres clave

En concreto, los ministros del primer gobierno de la monarquía son los que más problemas generan a Moncloa. Alcanzaron sus puestos muerto Franco, pero antes de que se celebraran las elecciones de 1977. ¿Eso los convierte en "exaltadores del franquismo"?

Es cierto que, en aquel gobierno, hubo inmovilistas, pero también fueron varios los "reformistas" que empujaron a España hacia la Democracia. Y la Ley –o por lo menos así se deduce de la incapacidad de los ministerios a la hora de definir un criterio que se ajuste a cada caso particular– se ve incapaz de hacer la "justicia" que idealmente propone.

Cuando trascendió la biografía de Antonio Garrigues –de talante reformista y presidente de honor de la Cadena Ser–, fuentes del Ministerio de Justicia reconocieron a este diario haber tomado la decisión sin haber estudiado sus circunstancias. Aquella rectificación parecía otorgar esperanza a los familiares de cargos similares. Pero no ha sido así.

Esta semana, se ha conocido la retirada del óleo correspondiente a Antonio Valdés González-Roldán. Fue ministro de Obras Públicas con Franco, pero siguió siéndolo en el primer gobierno de la monarquía. Era un hombre, según quienes lo trataron, de carácter puramente técnico, ascendido por haberse formado en Estados Unidos y ofrecer unos conocimientos muy poco extendidos en la España de entonces.

Por tanto, el remiendo Garrigues parece una casualidad, y no un cambio de criterio. Si la dinámica continúa, podrían verse afectados los reconocimientos a Torcuato Fernández-Miranda, que fue ministro-secretario general del Movimiento y vicepresidente del gobierno con Franco antes de idear la Ley para la Reforma Política.

No parece verosímil que Sánchez pueda aceptar algo así, pero el Gobierno ha descentralizado la competencia de "memoria democrática". Es decir: cada departamento es quien retira los vestigios sin informar a sus superiores. De ahí que se estén descolgando retratos como los mencionados.