De izquierda a derecha: el presidente de Aragón, Javier Lambán; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

De izquierda a derecha: el presidente de Aragón, Javier Lambán; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. EFE

Política PSOE

Page, único barón que mantiene el veto a Sánchez tras la reconciliación del presidente con Lambán

El presidente de Castilla-La Mancha no tiene ningún acto programado y apurará su agenda de Gobierno hasta la campaña electoral. 

18 febrero, 2023 02:58

La reforma de los delitos de malversación y sedición provocó una ola de descontento entre los barones del PSOE con Pedro Sánchez que el líder del Ejecutivo ha ido encauzando, poco a poco, desde entonces. Hasta ahora, sólo quedaban como oficialmente díscolos el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Pero este sábado Sánchez y Lambán tendrán su foto juntos. El presidente del Gobierno se desplazará hasta Zaragoza para lanzar la campaña de Lola Ranera a la alcaldía de la capital aragonesa. Será un formato similar al que hizo con Juan Lobato para potenciar a Reyes Maroto hace dos semanas.

Lejos quedan ya las críticas del aragonés, que llegó a decir en diciembre que el Estado no debía "desarmarse ante delitos de esa magnitud", en plena polémica por la reforma del delito de malversación y la derogación del de sedición.

[El PSOE tendrá Convención Municipal pero no Autonómica: los barones evitan la foto con Sánchez]

A las críticas, entonces, se sumaron el propio Lobato y los presidentes de Extremadura y la Comunidad Valenciana, Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig. Pero el que más duro se mostró entonces fue Emiliano García-Page, y con él no parece que haya reconciliación en el horizonte.

Según trasladan desde el entorno del presidente castellanomanchego a este diario, Page no tiene previsto ningún tipo de acto con Sánchez y nadie se ha puesto en contacto con ellos, de momento, para hacerlo en un futuro próximo. Su intención, comentan, es apurar la agenda del Gobierno regional hasta el final, hasta la convocatoria oficial de elecciones y el arranque de la campaña electoral. Ahí ya se verá.

Pero la reconciliación parece difícil. García-Page, más que marcar un discurso propio, ha atacado directamente al argumentario de los socialistas. Dijo que la reforma de las leyes no fue para mejorar la gobernabilidad en Cataluña, que Unidas Podemos es un socio poco fiable y criticó la estrategia de dibujar a Alberto Núñez Feijóo como un insolvente. Incluso ha llegado a no descartar presentarse a las primarias para liderar su partido.

Como si fuera una especie de fuego controlado, los socialistas intentaron aislar esas declaraciones diciendo que lo importante era que García-Page ganara las elecciones otra vez.

[García-Page: "Si pasa con la malversación lo mismo que con los violadores, nos daremos un tiro en el pie"]

En la dirección del partido que en algunos territorios la marca de Pedro Sánchez puede hacer un flaco favor a las aspiraciones de sus líderes regionales. Por ello el partido, ahora en periodo preelectoral, no censura a sus dirigentes de una forma tan severa cuando se salen del redil, como hizo Lobato con su plan fiscal que contradice a las medidas impulsadas del Gobierno del país.

Entre otras cosas, esa independencia en los territorios es el motivo por el que el partido descartó hacer una Convención Autonómica, como sí han hecho otros años, que reuniera al presidente con todos los candidatos. Los barones habían pedido que cada territorio hiciera la suya, por separado, para evitar el posible lastre.