Ilustración: Lina Smith.

Política LAS CLAVES DE LA NEGOCIACIÓN (y IV)

Puigdemont ya no cuenta: ERC impone a Junts el fin de la tutela del 'Consell per la República' de Waterloo

Pere Aragonès viaja este viernes a la ciudad belga, donde abordará esta situación con el 'expresident', huido de la Justicia desde noviembre de 2017.

18 junio, 2021 01:56

Noticias relacionadas

El Consell per la República que preside Carles Puigdemont, con sede en Waterloo (Bélgica), debe "finalizar su reformulación" para ser sustituido por un nuevo "espacio de Coordinación, Consenso y Dirección estratégica". El recién estrenado inquilino del Palau de la Generalitat, Pere Aragonès, viaja este viernes a la ciudad belga donde abordará esta situación con el expresident huido de la Justicia española desde noviembre de 2017.

Así consta en el Acuerdo de Gobierno entre ERC y Junts, como una de las condiciones impuestas por los de Oriol Junqueras en la negociación. Esquerra se sacude la "tutela" que el Govern asumió por parte de Puigdemont desde su fuga y que condicionó completamente el quehacer diario durante la etapa de Quim Torra.

Aragonès, que fue número dos de Torra hasta su inhabilitación -y lo es de Junqueras en ERC-, sufrió de la disfuncionalidad diaria que provocaba la sumisión de todos los actos políticos del Govern a la voluntad del autoproclamado líder de ese supuesto Consell, cuya sede es el chalé del barrio adinerado en el que habita dentro de la pequeña localidad valona.

Pere Aragonès con Carles Puigdemont, en una visita a Waterloo de 2018.

Pere Aragonès con Carles Puigdemont, en una visita a Waterloo de 2018. EP

Ahora que ERC ha logrado la presidencia y la primacía nacionalista sobre Junts per Catalunya, la formación de Oriol Junqueras ha encontrado la fórmula para que Puigdemont ya no cuente en la política diaria.

Moncloa está de acuerdo

También es deseo de Moncloa la desactivación del "prófugo de la Justicia", tal como lo califica un ministro en conversación con este periódico. Fuentes de Gobierno confirman que parte de la "agenda del reencuentro" y de la operación indultos es "una muestra de fuerza del Estado de derecho".

El concepto que defiende este miembro del Ejecutivo es que indulta quien puede, y se indulta a quien fue condenado. "Es decir, hubo un delito, hubo unos responsables que afrontaron las consecuencias y tras casi cuatro años de reclusión, el Gobierno apuesta por facilitar el reencuentro". ¿Y Puigdemont? "Se estará preguntando '¿qué hay de lo mío?' Pero primero, tiene que venir a España y ser juzgado"

Casi dos meses tardaron los negociadores de las dos formaciones independentistas en llegar a un Acuerdo de gobierno, que finalmente se selló el pasado 17 de mayo.

Uno de los escollos, como ya ha explicado este periódico, fue el empeño de los republicanos en darle una oportunidad de "dos años" a la "Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo con el Estado", y los términos exactos -palabra a palabra- en los que el pacto reflejara las diferentes sensibilidades de Junts y ERC.

Como ya ha informado este periódico, antes de sentar negociadores a la mesa, Aragonès planteará éstas y otras condiciones a Pedro Sánchez en su inminente reunión bilateral. Ésta se celebrará después del martes 22, cuando el Consejo de Ministros prevé aprobar los indultos, y el miércoles 30, según acordaron en una conversación telefónica el pasado 4 de junio.

El president planteará unas condiciones procedimentales y reclamará "garantías verificables", un listado de temas, calendario para abordarlos y una "monitorización" para la implantación de los eventuales acuerdos que se alcancen en lo que Moncloa llama la "mesa del reencuentro".

Además, expresará sus condiciones políticas y se remitirá al documento aprobado por el Consejo de Ministros del 8 de febrero de 2019 [consúltelo aquí en PDF], que recoge los puntos clave de la Declaración de Pedralbes: que la delegación de Moncloa en esa mesa de negociación está comprometida a "dialogar, negociar y acordar sin más límites que los de la seguridad jurídica". Es decir, según las formaciones separatistas, sin que el texto de la Constitución ejerza de dique.

El papel de Puigdemont

Pero el otro gran obstáculo entre ERC y Junts fue la imposición por parte de los republicanos para que el papel del Consell per la República que lidera Puigdemont fuese laminado. El programa de gobierno de la nueva Generalitat, de 46 páginas, gasta 13 de ellas en el asunto independentista. Y de ellas, dos se invierten en en la creación de un nuevo ente que sustituya al Consell per la República y "el proceso de consensos" para que "se pueda situar en su marco".

El documento reconoce de manera implícita la ruptura interna del separatismo. No sólo por la imposibilidad de hallar un candidato que sustituyera al inhabilitado Torra, lo que llevó a las elecciones del 14 de febrero. Sino porque, sin decirlo explícitamente, el texto reconoce que Puigdemont ya no pinta nada para la Generalitat:

Pere Aragonès y Jordi Sànchez, en la presentación del acuerdo de 'Govern'.

Pere Aragonès y Jordi Sànchez, en la presentación del acuerdo de 'Govern'. Efe

"Los acuerdos estratégicos dentro del independentismo han sido la clave que nos ha permitido avanzar en el camino hacia la independencia", continúa el programa que presentaron Aragonès y el preso Jordi Sànchez hace ahora un mes. Y "consideramos imprescindible articular un espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica del independentismo".

Y es que para ERC y Junts es vidente el fracaso del procés, o al menos, el estancamiento de proyecto compartido. Unos, los republicanos, porque por conveniencia constatan que el Consell de Puigdemont no es más que un chiringuito -así lo confiesa una fuente republicana que prefiere mantenerse en el anonimato-.

Y otros, los postconvergentes, porque no les queda más remedio que admitirlo, tras un año de parálisis y casi cuatro sin avances, desde la declaración de independencia con freno y marcha atrás.

"Hace falta recuperar de manera inmediata estos espacios compartidos de análisis y dirección estratégica política entre formaciones y asociaciones independentistas con el objetivo de lograr un acuerdo estratégico entre todos después de alcanzar el 52% en las elecciones del 14 de febrero".