Los jóvenes nacidos en el extranjero se han multiplicado por cinco en 20 años: ya son uno de cada cuatro en España

En sólo 40 años, España ha perdido a 1,3 millones de jóvenes de entre los 15 y 34 años. El análisis del Informe Juventud en España 2024 conforme a los datos del INE refleja que la proporción de los jóvenes nacidos fuera de nuestro país es, actualmente, cinco veces mayor que hace dos décadas.

Según el archivo de las memorias del Instituto de la Juventud (Injuve), mientras en el año 2004 los jóvenes inmigrantes representaban apenas uno de cada veinte, en 2024 ya son uno de cada cuatro. Proceden en su mayoría de Sudamérica (40%), seguido de países africanos (18,33%) y de otras naciones de la Unión Europea (14,17%). Y se concentran especialmente en la franja de edad de 25 a 34 años.

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La gran diversidad de la juventud en España es uno de los principales retos que evidencia el Injuve en su informe de este año, un reto que asumen desde el Gobierno.

En palabras de la ministra Sira Rego: "En nuestro país hay identidades múltiples, orígenes diversos y culturas transnacionales que no se sitúan como un problema, sino como un valor colectivo". Y añade: "Nuestras políticas deben ser capaces de reflejar esa riqueza".

Emanciparse

"La precariedad condiciona el desarrollo de los proyectos vitales de las personas jóvenes". El informe recoge, además, que España es uno de los países europeos en los que más tardan en emanciparse. La edad media para dejar el hogar familiar se sitúa en los 30,4 años, mientras que en el resto de Europa se sitúa en los 26,3.

Más de seis de cada diez jóvenes siguen viviendo con sus padres, y cerca de la mitad depende económicamente de otras personas. En la mayoría de los casos, de sus propias familias. Porque trabajar no garantiza una vivienda propia.

"Esta circunstancia obedece a una prolongada crisis de acceso a la vivienda, que afecta destacadamente a la juventud y que, sumada a sus condiciones laborales inestables, enfrenta a las personas jóvenes a la tesitura de retrasar su independencia o abordarla en situaciones precarias o de riesgo de pobreza", exponen desde el Injuve.

Una tendencia agravada por la generalización del alquiler como única opción de emancipación joven. El 56,6% de los hogares de jóvenes de entre 16 y 29 años está en régimen de alquiler, frente al 19,3% de la población general. Lo que ha llevado a los expertos a categorizar a los jóvenes de hoy como la "generación inquilina".

Retraso en la maternidad

Las consecuencias de esta crisis van más allá del aspecto residencial. La emancipación tardía ha contribuido al retraso de la maternidad y paternidad hasta los 31,6 años, como edad media del primer hijo. Comparado con los 29,1 años en Francia y 29,9 años en Alemania. La tasa de fecundidad española se sitúa en 1,16 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional.

Sin embargo, este retraso no se produce por elección. Porque más de siete de cada diez jóvenes desean tener descendencia, pero apenas uno de cada cinco lo logra antes de los 34 años.

El Ministerio de Juventud e Infancia insiste en la necesidad de impulsar medidas integrales, que aborden desde el acceso a la vivienda hasta la estabilidad laboral, pasando por la conciliación y el fortalecimiento de los servicios sociales. "No podemos hablar de futuro sin hablar de juventud", concluye el estudio, que reclama una respuesta urgente y coordinada a los desafíos que atraviesan las nuevas generaciones.