El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. EFE

España

El nuevo resbalón del ministro Escrivá: Interior y Exteriores cuestionan su plan para los menas

La reforma de la Ley de Extranjería para regularizar a los menores no acompañados se pospone cuando estaba previsto que viera la luz este verano. 

16 agosto, 2021 01:59

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Definitivamente, y tirando de la frase hecha, no se puede decir que José Luis Escrivá haya hecho su agosto en este mes estival de 2021. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, una de las rutilantes incorporaciones de Pedro Sánchez como independiente para su Gobierno que ha sobrevivido a la profunda remodelación del Ejecutivo del mes pasado, resbaló seriamente hace dos semanas cuando abrió la puerta a un impuesto especial para Madrid.

La idea partía en principio del presidente valenciano, Ximo Puig, y Escrivá dio alas a la misma tras reunirse con el barón socialista, siendo fulminantemente desautorizado por la mismísima titular de Hacienda, María Jesús Montero. Ahora vuelve a resbalar a cuenta de uno de los proyectos que su departamento llevaba tiempo preparando. 

Se trata de la reforma del reglamento de Extranjería para regularizar la situación de los menores no acompañados que han entrado en España de manera irregular, los conocidos como menas. Es un asunto que naturalmente ha recobrado toda la actualidad ante la polémica devolución a Marruecos de los setecientos menores que permanecían en Ceuta, por la que la Fiscalía ha llegado a abrir una investigación, después de las quejas del Defensor del Pueblo, de varias ONG como Save The Children, y de la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, que sospecha de la posible "ilegalidad" de la operación efectuada por su propio Gobierno. 

Pero antes de eso los dos ministerios más directamente implicados, Asuntos Exteriores e Interior, ya venían mostrando recelos sobre la norma ideada por Escrivá. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL de fuentes gubernamentales, el proyecto está en barbecho y en ningún caso se aprobará, como estaba inicialmente previsto, en la reunión del Consejo de Ministros del próximo 24 de agosto, la primera después de las vacaciones del Gabinete. 

El fondo del conflicto entre el responsable de Migraciones y sus colegas Fernando Grande-Marlaska y José Manuel Albares, jefes respectivamente de las Fuerzas de Seguridad y de la diplomacia, no escapa a nadie.

Fernando Grande-Marlaska.

Fernando Grande-Marlaska. EFE

"Efecto llamada"

El titular de la cartera de Interior recela del posible "efecto llamada" que podría suponer una norma más laxa como la planteada por Escrivá para esos menores cuando lleguen a la mayoría de edad. En ese momento, según el titular de Migraciones, la situación en la que se encuentran los llamados menas es "inacetable" dado que, a su juicio, se les exige una serie de requisitos administrativos que, de facto, les impiden entrar en el mercado laboral.

Por parte de Asuntos Exteriores se comparte el diagnóstico del efecto llamada de Grande-Marlaska y del incentivo que una norma como la planteada podría suponer para las mafias que trafican con inmigrantes. Una situación que podría provocar tensiones con los socios de la Unión Europea (UE), dado además el caracter de frontera sur del continente que tiene nuestro país. 

El pasado 10 de agosto, más de un centenar de ONG que trabajan con estos menores, de los que hay cerca de 10.000 en nuestro país, pidieron públicamente al Gobierno que aprobase ya la norma, que se lleva negociando en el Gobierno desde hace meses y que estaba previsto que viera la luz en el citado Consejo de Ministros del día 24 en forma de Real Decreto. En un comunicado conjunto, estas organizaciones aseguraban que "cada día que pasa [sin aprobar la norma] tiene consecuencias nefastas en la vida de estas personas jóvenes que desean estudiar o trabajar y no se les permite con la actual legislación".

La filosofía de Escrivá en esta materia, que coincide con las de las organizaciones no gubernamentales, es que es mucho mejor, en la mayoría de los casos, facilitar una rápida incorporación al mercado de trabajo de estos menores que seguir con procesos de formación en los centros que les acogen. 

Este nuevo problema de descoordinación entre ministerios, que implica a tres de ellos, es uno de los asuntos que el pasado julio heredó el nuevo ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, sustituto de facto, aunque no con ese rango, de la ex vicepresidenta primera, Carmen Calvo. En su mano estará a partir de septiembre armonizar los intereses contrapuestos de Migraciones, por un lado, y de Interior y Asuntos Exteriores, por el otro.