La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha recibido este lunes en el ayuntamiento al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el albaceteño José Luis Escrivá. Ha habido sintonía entre ambos, que han tratado un buen número de asuntos relacionados con las competencias de Escrivá en el marco de la ciudad.

Uno de esos asuntos, quizá el más destacado, es la propuesta para los terrenos que ocupa el recién desalojado Hospital Virgen de la Salud en Toledo, y que son propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social. El anuncio es que dicha propuesta está próxima a concretarse. No se han dado más datos, por lo que es difícil calibrar el interés real de esta declaración. De lo que no cabe duda es de que el día que se establezca una alternativa factible a estos terrenos será un bombazo informativo y una excelente noticia para la ciudad en general y para el barrio de Palomarejos en particular.

El problema no es qué hacer con el suelo, sino qué hacer con el colosal edificio. Los costes del derribo, y toda la problemática que entraña, son tales que es difícil encontrar una propuesta que compense a medio o largo plazo la inversión. También sería costoso reformar todo el inmueble para otra cosa que no sea un hospital. Por otro lado, hay suficientes edificios públicos a medio construir en la ciudad como para pensar que pueda encontrarse un destino para estas viejas instalaciones del Virgen de la Salud o para el suelo que ocupa en caso de que se derribe. Tampoco parece que entre dentro de las expectativas del Gobierno destinarlo a la construcción de viviendas del sector público o privado.

El antiguo hospital de Ciudad Real, abandonado y sin destino desde hace años, es ejemplo relevante para pensar que estas cosas no tienen solución de un día para otro. Por eso, si es cierto que la propuesta sobre los terrenos del Virgen de la Salud está próxima a concretarse, como ha anunciado el ministro, Toledo estará de verdad de enhorabuena.