Opinión

La historia secreta del Risas

19 enero, 2006 01:00

Arriba, Natalia Verbeke en la presentación de Gal, y Moncho Alpuente y Simancas. Abajo, García Velasco y Tom Hanks en un fotograma de el Código da Vinci

Simancas le saca los colores a la cultura. El Código Da Vinci sigue buscando mercado. El tándem Onetti-Courtois comienzan el rodaje de GAL con Verbeke, García y Mollá. La FNAC le hace la competencia a la televisión. Las revistas literarias, en horas bajas. La revolución como afrodisíaco y Pepe García Velasco o El Risas.

Todavía no me había recuperado del último informe sobre cultura de Gallardón cuando Simancas irrumpe en plena campaña de 2007 con la "cultura de colores". Y como para gustos, los intelectuales (Alpuente, Monleón, Maqua y Félix Grande), pues ellos se reunieron, llamaron "gris" al PP, metieron en la saca a Telemadrid, se desahogaron y marcharon. Lo demás es silencio... y "contenedores" como el teatro del Canal y el auditorio de El Escorial. En fin, que alguien debería decirle a los políticos que la cultura, al menos la de mi Madrid, se hace sin interven-
ción o no se hace.

N i los imitadores ni la saturación de los lectores han podido con El Código da Vinci que no está, ni mucho menos, de retirada. No hay precedentes en la historia editorial reciente de un fenómeno de las proporciones que ha alcanzado la novelita de Dan Brown. Además de la versión cinematográfica que se estrenará en Estados Unidos el 19 de mayo (ya saben, con Tom Hanks de protagonista), Random House lanzará el 28 de marzo cinco millones de ejemplares de El Código Da Vinci en bolsillo. Y explica la editorial que lo hacen porque, a pesar de que ya se ha vendido doce millones de copias en Norteamérica, mucha gente sigue esperando una versión más barata...

Después del éxito de El Lobo, no es ningún sueño que la película GAL alcance el propósito de superar los dos millones de espectadores. Así lo quieren sus responsables, los mismos que andaban detrás del thriller político basado en la vida del joven infiltrado en ETA. El mismo guionista, Antonio Onetti, y el mismo director, Miguel Courtois, quieren ir más lejos con un ambicioso guión, basado en las investigaciones periodísticas y las sentencias judiciales, que resume en dos horas una trama política y criminal de quince años. El rodaje ha comenzado esta semana, con Natalia Verbeke, José García y Jordi Mollá. Este último, que dará vida a José Amedo, asegura que ha encontrado "connotaciones homosexuales" en su personaje. El terrorismo de Estado transformado en espectáculo cinematográfico. La cosa promete.

Mil leyendas corren sobre el afortunado seudónimo de Pepe García Velasco, el mandamás de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, más conocido como El Risas. Unos pensaban que lo había ganado en la Bodeguiya felipista; otros, que por ciertas jornadas felices en la Residencia de Estudiantes de Aznar. Pues no, el mote se lo pusieron en la mili Luis Antonio de Villena y Fernando Villaverde, asombrados ante las carcajadas de su compañero de quinta en medio de lo que para ellos resultaba un infierno.

Castigados sin tele. Por ahí me tienen cogido los de la FNAC, que han sacado una serie de cuentos con la intención de que nos escurramos hacia la lectura. La ingenuidad tiene tres tomos y han seleccionado trabajos de Marsé, Llamazares, Monzó o Vázquez Montalbán. También hay relatos de D. F. Wallace, Bradbury o Ballard. Permanezcan atentos a las audiencias...

Malos tiempos, señores, para las revistas literarias: al llorado adiós de "ínsula" (que es más bien un hasta pronto, pues pasa a editarlo la Fundación Lara) se suma ahora la de "Lateral", que elige el viernes 13 para, en su año 13, despedirse. "Y lo hacemos -proclama su editorial- como Dios manda, es decir, porque no queda otra, aplastados contra la pared y alojando en el costillar dos centí-
metros de espada, con la cabeza bien alta y sin el más leve signo de consentimiento. Asímismo, nos reservamos el derecho a la resurrección". Pues que no tar-
de, amigos.

La semana que viene el fotógrafo Juan Manuel Castro Prieto inaugura una exposición cuya historia fantasmal, digna de Henry James, bien merece ser contada. Porque las fotos desvelan la historia del legado de una de las hijas del pintor Madrazo, Luisa, que heredó la casa familiar, con más de setenta cuadros de los Madrazos y valiosos muebles y objetos, y que durante cien años ha permanecido cerrada. La Comunidad de Madrid ha comprado gran parte del legado pero antes, la cámara de Castro Prieto retrató las bellas salas pobladas de sombras y arte. Un libro, La seda rota, con las fotografías y texto de Andrés Trapiello, dan emocionada cuenta de ello.

Y no puedo (no debo) dejar fuera de la Papelera la exposición sobre Félix Rodríguez de la Fuente que hoy se inaugura en la Fundación BBVA. Tal como está el patio global de sucio, más de uno debería aprender de un pionero de la manoseada ecología. Se podrá ver hasta el 14 de marzo.