Nicolás Mateos Frühbeck. Foto: Hiperión.

Nicolás Mateos Frühbeck. Foto: Hiperión.

Poesía

'Tránsil', de Nicolás Mateos Frühbeck: una sorprendente distopía poética valedora del Premio Hiperión

El autor hispano-alemán debuta con un poemario de ciencia ficción riguroso y original donde lo grecolatino y lo barroco conviven.

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Nicolás Mateos Frühbeck (Madrid, 1997) es doctor en Estudios Hispánicos por la Autónoma madrileña. Sus investigaciones se centran en textos autobiográficos del Siglo de Oro. Tránsil es su primer libro.

Tránsil

Nicolás Mateos Frühbeck

Premio Hiperión. Hiperión, 2025. 66 páginas. 13€

No soy un aficionado a la ciencia ficción ni domino el género. Poco importa. Este libro se sostiene por sí solo. La poesía verdadera lo soporta todo. Sale indemne.

Además, las menciones musicales (Beatles, Zimmer, Ralphie Choo, Barry B), divulgativas (Sagan, Asimov), literarias (Lope, Quevedo, Catalina de Erauso), fílmicas (Interstellar, Her) o relacionadas con el cómic (Kusamagi), están al alcance de cualquier lector, melómano o cinéfilo informado. Del curioso internauta.

El libro, riguroso, sorprende. Por la capacidad imaginativa de su autor y porque, a pesar de lo novedoso de la trama (hay un hilo narrativo) y de las sugestivas escenas que proyecta (de las que uno resulta fascinado espectador), logra expresarlo con un lenguaje tan claro como rítmico, nada pretenciosamente experimental y sí sujeto a las tradicionales leyes de la métrica. Donde lo grecolatino y lo barroco conviven.

Tránsil –leemos en “Paisaje”– es una “sociedad” apocalíptica y tecnológica. “Nuestra patria” en ruinas. “Una ciudad amurallada”, donde “predomina el acero, los metales”, en la que cíborg, robots y androides coexisten “con el resto de seres y personas”.

Estos viven en “la desesperanza”. Aquellos “no aguardan el futuro”. Los más habitan protegidos en una especie de gran bóveda “de cristal y granito”, “entre estas mil paredes de cristales”. Fuera está el Yermo.

“En Tránsil el miedo es permanente”. Al fin del mundo, sobre todo. Vienen de otra caída semejante. Radiactiva, antiecológica. Los jóvenes “practican el silencio”, “contemplan muy despacio / la enfermedad telúrica del tiempo”.

En “Sociedad”, la segunda parte, el amor se abre paso. Un sentimiento complejo en ese colectivo híbrido. “Detrás de este horizonte está el abismo”, leemos. Desde Tránsil, se ve.