Image: Inferno. Poesía completa

Image: Inferno. Poesía completa

Poesía

Inferno. Poesía completa

Reinaldo Arenas

21 noviembre, 2001 01:00

Prólogo de Juan Abreu. Lumen. Barcelona, 2001. 285 páginas, 2.500 pesetas


Las obras más conocidas del cubano Reinaldo Arenas (1943-1990) son sus relatos y novelas y su autobiografía Antes que anochezca. Esta última, llevada con éxito a la pantalla, ha permitido recuperar la figura marginal del escritor. Arenas fue, en palabras de Juan Abreu, "encarcelado, torturado, y vejado por su amor a expresarse libremente [...].

Los que tuvimos la dicha y el honor de conocerlo sabemos que simbolizó todo lo que debe esperarse de un creador: absoluto compromiso con su obra, amor a la libertad, integridad intelectual, coraje, fe en la página en blanco como patria posible". En Leprosorio (Trilogía poética) vino a reunir sus libros El Central (Fundación), Morir en junio y con la lengua afuera (Ciudad) y Leprosorio (éxodo), publicados póstumamente en 1990. Voluntad de vivir manifestándose (1991), cuyo prólogo el autor fecha ya en Nueva York en 1989, reúne composiciones menos unitarias. El último y hermoso poema, "Autoepitafio", que cierra su Poesía Completa, se fechó en la ciudad que le acogió en su exilio el año de la publicación de este su último libro, meses antes de su suicidio, cuando ya estaba enfermo de sida. En 1980 había logrado abandonar la Isla, pero su perspectiva de la trágica condición humana no se había modificado.

El interés que despierta Arenas nos invita a leer el conjunto de su obra poética en clave biográfica. En buena parte, el desgarro de su poesía procede de su experiencia personal: los trabajos forzados en la zafra o su experiencia en La Prisión del Morro. Al mismo tiempo, su poesía posee los rasgos del vitalismo, de la afirmación homosexual presente en Whitman. De sus experiencias nacerá su concepto de la poesía: "La poesía, al igual que el porvenir, se gesta en el vertiginoso giro de un pistón de cuatro tiempos y en la árida voz del que te ordena más rápido".

El verso o la prosa rítmica se prolongan en el poema extenso, como un descenso a los infiernos: Lautréamont, Rimbaud, Baudelaire; aunque también Villon y Rabelais resultarán sus fuentes. La reiteración constituye la fórmula más utilizada. Se prolongan las comparaciones entre las condiciones de los esclavos y la realidad en la que vive el autor, la dictadura castrista que ha convertido La Habana en una pesadilla cuya cotidianeidad le impide la creación. Su crítica demoledora, al filo del irracionalismo, se lanza contra el mito del "hombre nuevo" marxista. Leprosorio (neologismo que modifica leprosería), dedicado a Virgilio Piñera, se inicia con la descripción de Cuba y sus habitantes. Le interesa mostrar las condiciones de vida en la ciudad, con realismo alternado con rasgos surrealistas y el humor caribeño que nunca le abandonará. Se define críticamente la condición cubana: "Las tres características que definen la Isla: superficialidad, inconstancia y pereza" y se otorga carta de naturaleza al dictador: "verdugo y padre, amo, presidente, ministro, general, maestro, doctor y brujo que perdona o degöella, entronizado en el tam-tam".

El último de sus libros reúne poemas más breves, salvo "Mi amante el mar". La mayoría están fechados en 1983, salvo "Voces", donde describe la multiforme llegada de balseros de 1985. Sus sonetos no son la parte más destacable del libro. En cambio, "Dracula loses his cold blood", más experimental, merece tomarse en consideración.

La radicalidad crítica de Arenas se acentuaba al tiempo que no disminuía su ácida ironía y un pesimismo radical. No es fácil separar en él vida y obra, tan implicadas como acostumbran a estarlo en la mayoría de los escritores modernos desde el Romanticismo, aunque en contadas ocasiones su marginalidad y dramatismo resulten tan eficaces.

[FRAGMENTO]

Mi amante el mar me aguarda

Mi amante el mar furiosamente yergue su anhelo, y

helo aquí que

resplandece de azul para esperarme

Mi amante el mar pulsa una canción sonora y amante,

tiende una alfombra de espumas amantes,

abre su inmenso pecho de amante, mueve sus labios tibios

de amante: -ven de noche, ven al oscurecer, parte rápido.

No pienses que te vigilan y corre; no oigas los disparos y

huye. Sigue huyendo, huyendo siempre, huye.