Image: Suave caricia. Las muchas vidas de Amory Clay

Image: Suave caricia. Las muchas vidas de Amory Clay

Novela

Suave caricia. Las muchas vidas de Amory Clay

William Boyd

8 enero, 2016 01:00

William Boyd

Traducción de Damià Alou. Alfaguara. Madrid, 2015. 552 páginas, 21'50€ Ebook: 9'90€

El lector de la novela actual experimenta ante la mayoría de los libros la sensación de que la verdad y la belleza andan peleadas. Aquellos que provocan el interés por el argumento, las ficciones de entretenimiento, se descarrilan pronto en las vías conocidas del tópico, criminal, asesinato, detective, mientras las narraciones propiamente literarias suelen llegar sobrecargadas de material inasible, de vidas donde lo impalpable juega un papel difícilmente creíble. El equilibrio necesario entre ficción y realidad parece con frecuencia roto. Es el signo de los tiempos. La narrativa de William Boyd (1952), inglés nacido en Acra (Ghana), resulta una excepción, porque escribe con la agilidad del artesano, sabe contar una buena historia, y sus textos revelan el talento verbal de un artista, capaz de hacernos experimentar la belleza de los paisajes casi vegetales de Escocia o un sentimiento complejo. Esta novela es un ejemplo de cómo el enlace de lo novelesco, en este caso, la vida inventada de la fotógrafa Amory Clay, y las circunstancias históricas que la enmarcan, la Segunda Guerra Mundial, y los reconocibles espacios en que se desarrolla, Nueva York, Londres, París, Vietnam, se complementan el uno con el otro.

El oficio de narrador de Boyd se forjó transitando por esa frontera donde el entretenimiento (artesano), escribiendo guiones para el cine y una novela para el ciclo de películas de James Bond, Solo (2013), y lo literario (artista) se enlazan con naturalidad. Así sucede en estas páginas del diario que relata la vida de Amory Clay (1908), escrito en 1977, cuando nuestra fotógrafa jubilada reside en una cabaña solitaria, en Barrandale, una islita perteneciente a las Hébridas, al oeste de Escocia. Vive recluida, acompañada por su perro y unas botellas de whisky. Lleva una vida social reducida; sus únicos contactos son el médico y un amigo. El diario comienza con el recuerdo de la figura de su padre, Beverly Vernon Clay, "un escritor de relatos cortos de principios del XX -relatos sobre todo de fantasmas y de lo sobrenatural-, novelista fracasado y hombre de libros en el más amplio sentido de la palabra" (pág. 15), quien regresó trastornado de la Gran Guerra, cuando Amory tenía diez años. Un día, el padre fue a buscarla al internado y, sin mediar más explicaciones, precipitó el coche a un lago. Por fortuna, el lago era poco profundo y ambos sobrevivieron a este intento de suicidio. Él marchará a una casa de reposo, mientras su hija quedará marcada para siempre.

A partir de entonces, la vida de Amory toma un rumbo distinto al esperado, pierde el interés por los estudios, y en lugar de proseguir una distinguida carrera en Oxford, según preveían los tutores por sus buenas calificaciones, optará por la precaria profesión de fotógrafa. Un tío materno, el fotógrafo de sociedad Greville Reade-Hill, será su maestro. El ejercicio de la profesión la llevará a Berlín, donde fotografiará a prostitutas en un burdel; a Nueva York, donde comienza en verdad su vida de fotógrafa profesional; luego regresa a Londres, donde un brutal ataque cuando fotografiaba a un grupo de fascistas ingleses (1934) le dejará secuelas para el resto de la vida. A continuación, marchará a Francia, durante la segunda guerra mundial, y posteriormente, a Vietnam. Los ambientes representados además de ser los escenarios de la historia del siglo XX, vienen ricamente poblados por gentes inventadas y por diversos personajes históricos, como la actriz Marlene Dietrich o el novelista John Steinbeck, y muchos más.

Un aspecto innovador de la narrativa de Boyd es el uso de fotografías para ilustrar lo contado, tomadas por la propia protagonista que, como sabemos, es un personaje inventado. En fin, este diario cuenta, como diría Oscar Wilde, una vida humana bien vivida. La de una mujer que se hace a sí misma, una intrépida fotógrafa que vive intensamente su carrera profesional y su vida personal, puntuada por una serie de episodios amorosos que terminan en matrimonio con un héroe de guerra y aristócrata escocés con quien tendrá dos hijas.

@GGullon