Image: Gonzalo Suárez

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Novela

Gonzalo Suárez: "Ahora no me manifestaría ni por el cine español, hay inflación"

“Ahora no me manifestaría n

30 junio, 2005 02:00

Gonzalo Suárez, por Gusi Bejer

Pregunta: Advierte que quizá no debiera haber escrito El hombre que soñaba demasiado. ¿Es una confesión, una declaración de principios, una provocación? Respuesta: Tonta coquetería de escritor, combinada con cierta reticencia y pudor a la hora de hablar de mí mismo y de involucrar inevitablemente a otros. P: ¿Y por qué algunos no deberían leerlo? R: Por precaución, porque los libros no deben caer en según qué manos. Necesitan su momento y su lector. Especialmente, El hombre que soñaba demasiado. P: ¿Ya le ha perdonado a Carmen Balcells que le incitara a escribirlo? R: Desde luego, cómo no perdonar el empujón creativo a esa mujer admirable e irresistible.. P: ¿Cúanto hay en el libro de recuerdos, sueños e imaginación? R: No tengo contable. Pero me he aplicado a contar estrictamente la verdad. La vivida y la soñada. P: Nació en vísperas de la revolución de Asturias, estaba en Madrid cuando los sucesos del cuartel de la Montaña... ¿es seguro tratar con usted? R: Sí. Soy un auténtico caballero andante que suele salir indemne hasta de sus propios desmanes. Además, hace tiempo que no me bombardean. P: ¿No es una lástima que algunos tarden tanto en crecer? Porque usted con cuatro años se supo“mayor” al descubrir que ya no le gustaban los tiros ni la guerra. R: Nunca me han gustado. Ni en juegos. Siempre he sospechado que detrás de Gary Cooper matando al malo venía, por ejemplo, lo de Iraq. P: Hablando de Iraq ¿por qué se manifestaría ahora? R: Dada la inflación de manifestaciones, por nada. Aunque me  pagaran el autobús, el bocadillo y la pancarta. Más bien trataría de calmar el panorama. P: Y a los políticos, supongo. R: Algunos padecen una ludopatía contagiosa y confunden la realidad con sus videojuegos. P: ¿Ni siquiera saldría a la calle por el cine español? R: No. Por el cine, haría cine. Y, si fuera preciso, inventaría el cine. Como en mis inicios. P: ¿Cómo se vive entre sueños y realidades? R: No conozco los confines, pero mantengo saludables relaciones con la realidad. P: ¿La vida es sueño? R: Y los sueños también son vida. Sólo los muertos dejan de soñar. P: Como decía Leolo, el protagonista de la película de J. C. Lauzon, ¿“porque sueño no estoy loco”...? R: Efectivamente. Pero no basta soñar. Hay que actuar incluso en sueños. P: ¿Cuál ha sido su mejor sueño de seductor? R: Es inconfesable. P: Hablando de sueños, ¿estamos soñando esta conversación, o le parece quizás una pesadilla? R: Soñada o no, nuestra conversación se esfumará, pero dejará una huella impresa. Confío en que no resulte una pesadilla para los demás. P: Escribe que el cine es peligroso para el que lo hace, y contaminante para quien lo ve. ¿El crítico cinematográfico vendría a ser Greenpeace? R: Todo mancha, todo quema, todo pincha. El cine también. Pero, a veces, es un buen subterfugio para soportar la realidad. P: ¿Qué director o productor le parece el mayor enemigo de la ecología cinematográfica española? R: Los mayores enemigos de la ecología, incluida la cinematográfica, están más arriba, y alguno usa sombrero tejano. P: Hace años, Cortázar le describió como un escritor que hacía cine y un cineasta que escribía. ¿No le ha acabado perjudicando? R: Con su proverbial lucidez, me ha fastidiado. Porque ahora, en lugar de hablar de mis libros y películas, algunos se contentan con repetir el estribillo. R: ¿Siente nostalgia de sus años de pésimo actor? R: Sólo tengo nostalgia de cuando jugaba al fútbol en una playa asturiana, con los pies descalzos y la marea baja. P: Escribe que la técnica siempre le ha perseguido pero que no logró alcanzarle... ¿ni siquiera ahora? R: La técnica acude siempre en tu ayuda cuando le llevas la delantera. P: ¿Ha encontrado ya su lugar bajo el sol en el cine español? R: No, no creo que haya tal lugar bajo el sol, más bien a la sombra y en espacios abiertos. P: “El hombre que soñaba demasiado” confiesa al final que ha “dejado de cazar sueños”¿definitivamente? R: Puede que los sueños me hayan cazado a mí...