Fernando San Martín. Foto: Columna Villarroya

Fernando San Martín. Foto: Columna Villarroya

Letras

Fernando Sanmartín y los versos que no quieren parecer versos: un diario de viaje junto al Mar del Norte

El poeta recela de la palabra estilo en 'Costa Oeste. Poemas de Göteborg', libro en el que anota lo que ve al tiempo que se asoma al que fue y mira la memoria.

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De los cinco libros publicados por Fernando Sanmartín (Zaragoza, 1959) en lo que va de década, cuatro son de poesía: Ir al Norte, Evitar la niebla, Archivo fotográfico y Costa Oeste. Poemas de Göteborg. Antes dio a la imprenta otros siete, casi tantos como suman los de su faceta narrativa. Bueno, más allá de lo didáctico, tal bicefalia no existe.

Costa Oeste. Poemas de Göteborg

Fernando Sanmartín

Papeles Mínimos, 2025
50 páginas. 15 €

Quiero decir que Fernando Sanmartín escribe y punto. Su tono es siempre el mismo, igual que su voz. Por eso en esta nueva entrega, como en todas las anteriores, prima lo poético, sí, aunque estos versos no quieran parecerlo. No hacen ostentación de su lirismo y se muestran con la naturalidad propia de quien recela de la palabra estilo.

Sanmartín nos explica en una nota que pasó el verano de 2023 en la ciudad sueca de Gotemburgo gracias a una residencia artística. Fue a escribir un libro de viajes y se trajo, además, estos veinticinco poemas (sin título, con la única puntuación del punto final) que son también un diario de viaje. Si bien la escritura es "lo desconocido" (cita a Marguerite Duras), a veces se convierte en un "autorretrato".

Y mucho de ello hay aquí, donde se vislumbra el verdadero rostro del autor. "Desconozco la ficción / soy". "¿Un poema debe imitar nuestra vida?", se pregunta con la Nobel Louise Glück. Anota lo que ve al tiempo que se asoma al que fue y mira la memoria. Convalida sus recuerdos: es. "El olvido es absurdo", afirma.

"Lo que queda es la búsqueda. / El hallazgo pasa" (cita ahora a Chivite), de ahí que se centre en los detalles. En los que encuentra en su deambular –mediante ferris, trenes o coches– por faros, islas, restaurantes o museos. "No me gusta la realidad", matiza. Estamos ante un "superviviente / que se habla a sí mismo"; esto es, a todos.