Anne Tyler. Foto: Michael Lionstar

Anne Tyler. Foto: Michael Lionstar

Letras Libro de la semana

Anne Tyler rivaliza con Stephen King en 'Tres días de junio': una novela tan oscura como cotidiana

La escritora, ganadora del Pulitzer, esgrime una serie de tramas que le permiten abordar sus temas predilectos: la familia, la fragilidad, la resiliencia y, finalmente, el perdón.

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Dwight Garner
Publicada

¡Salve, salve, Baltimore, la única ciudad del mundo cuyo equipo de la National Football League [liga profesional de fútbol americano] lleva el nombre de un poema [son los Baltimore Ravens, los Cuervos, en referencia al célebre poema de Edgar Allan Poe]! Baltimore nos ha dado, además de a Poe, poeta y narrador maldito por excelencia, al ensayista H. L. Mencken, a la cantante de jazz Billie Holiday, al cineasta John Waters, y series como Diner y The Wire. No olvidemos a Anne Tyler (1945), cuya novela número veinticico, Tres días de junio, se acaba de publicar en España.

Tres días de junio

Anne Tyler

Traducción de Ana Mata
Lumen, 2025
192 páginas. 19,90 €

Conviene decirlo desde el principio: esta no es la mejor novela de Tyler, ni la peor, aunque se acerca quizás más al final que a la cima, lo que, tratándose de Tyler, quiere decir que es mejor que la mayoría de lo que se publica. Como muchos de sus útimos libros, Tres días de junio consiste en una serie de tramas sobrias –sobre una boda, un gato que necesita un hogar, una reconciliación en la vejez– que le permiten sumergirse en algunos de sus temas más queridos: la familia, la fragilidad que se entrelaza con la resiliencia y, finalmente, el perdón.

Al leer Tres días de junio, reconoces al instante la lucidez y la naturalidad desgastadas de las frases a veces sencillas de Tyler. Reconoces su interés por lo cotidiano y por lo que oculta, que puede rivalizar sin problemas con el de Stephen King. Tres días de junio es el tipo de novela en la que los personajes se entusiasman con la idea de calentar un par de pasteles de olla a presión en el microondas. El narrador comenta, mientras un adolescente lo atiende en un restaurante: "Evidentemente, todas las camareras cariñosas de sesenta y tantos se habían jubilado anticipadamente durante la pandemia".

Esta novela puede estar ambientada después de la pandemia, pero desde luego está casi completamente desprovista de cultura contemporánea. Los personajes de Tyler parecen vivir en una distorsión temporal, en lo que el periodista Walter Winchell [pionero de columnas de sociedad] solía llamar el "Oh-hace-tanto-tiempo". En realidad, uno puede imaginarlos viendo a Johnny Carson [célebre presentador norteamericano entre 1962 y 1992] en la late night televisivo, pero no tanto a Jimmy Fallon. Al fin y al cabo, el narrador tiene un televisor que sobresale treinta centímetros de la pared. Las cuatro paredes de esta novela parecen estar cerrándose.

La narradora-protagonista es Gail Baines, quien está pasando un par de días verdaderamente difíciles. A sus sesenta y un años, la están echando de su trabajo como subdirectora en un colegio privado femenino. Su hija, Debbie, se va a casar, pero es posible que el novio ya la haya engañado. Además, Max, el exmarido de Gail, con quien está un poco distanciada, ha venido a la ciudad para la boda y trae consigo un gato que necesita un hogar, uno que espera que Gail adopte.

Por si fuera poco, Gail es susceptible y muy irritable. A menudo le dicen que le falta tacto y diplomacia. Se niega a adular a los adinerados padres del novio de su hija, y a los de sus alumnos. Por eso, sus colegas en el prestigioso colegio de élite le suplican que deje de decir cosas como: "Dios mío, señora Morris, seguro que se da cuenta de que su hija no tiene la más mínima posibilidad de entrar en Princeton".

Por si fuera poco, Gail es voluble y distante y carece absolutamente de don de gentes. Por eso, ahora se pregunta si no habrá arruinado su vida por preocuparse demasiado, por ser excesivamente crítica, por querer que todo sea absolutamente perfecto. No es el tipo de mujer que escondería una piedra en una bola de nieve, pero es fácil imaginarla llegando a ese punto.

Quienes hayan leído a Anne Tyler durante mucho tiempo se sumergirán con nostalgia en esta novela

El caso es que Max, su exmarido, regresa a su vida. Es un desastre, un granuja y un alma de hierro. Volverán, o no. Es una cuestión de suerte. ¿Y qué hay de ese gato? Raymond Chandler sospechaba que su gato, Taki, llevaba un diario. Si este gato (sin nombre) lo llevara, no habría mucho que contar.

Quienes hayan leído a Anne Tyler durante mucho tiempo se sumergirán con nostalgia en esta novela. El titular de la reseña del Minnesota Star Tribune –"¿Necesitas un abrazo? Lee lo último de la gran Anne Tyler"– me hizo sentir muy enfermo, pero solo por un instante. Quizás se deba a que tengo gripe.

Entre las novelas más conocidas de Tyler destacan Reunión en el restaurante nostalgia (1982), El turista accidental (1985), que fue llevada al cine por Lawrence Kasdan, con William Hurt y Geena Davis como protagonistas, y Ejercicios respiratorios (1988), ganadora del Premio Pulitzer. Una de sus novelas más recientes, Un carrete de hilo azul, fue finalista del Premio Booker en 2015.

En Reunión en el restaurante Nostalgia, un personaje comenta: "Es la cercanía lo que te mata. Nunca te acerques demasiado a la gente, hijo". Es la misma reticencia que Gail intenta superar. Piensa cosas como: "Algún día me gustaría que me reconocieran por no haber dicho todo lo que podría". Y: "A veces, cuando descubro lo que piensan los demás, me pregunto sinceramente si todos vivimos en el mismo planeta".

Ella solo quiere comida que le recuerde a los sabores de su infancia. Me la imagino diciendo lo mismo que Bob Dylan en Filosofía de la canción moderna, su libro de 2022: "Disfruta de tu reducción de carne de corral, infusionada con comino y espolvoreada con cayena. A veces es mejor comer un BLT [un sandwich de bacon, lechuga y tomate] y olvidarse de todo".
Mientras leía Tres días de junio, las páginas no se pasaban solas, pero al menos no me molestaban los dedos por hacerlo. 

© The New York Times Book Review