Joan Didion, 1970. Foto: Wikimedia Commons.

Joan Didion, 1970. Foto: Wikimedia Commons.

Letras

Los secretos de Joan Didion, al descubierto en un diario inédito: del alcoholismo de su hija a sufrir malos tratos

El libro 'Apuntes para John' recoge las notas que la escritora estadounidense, autora de 'El año del pensamiento mágico', escribió tras las sesiones con su psiquiatra.

Más información: Joyce Carol Oates escribe sobre Joan Didion y 'Una liturgia común', su tercera y más ambiciosa novela

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Con El año del pensamiento mágico (2005) y Noches azules (2011)Joan Didion (1934-2021), esa periodista menuda y escurridiza que llevaba décadas retratando los recovecos de Estados Unidos, se volvió una escritora superventas. Conseguir poner las palabras exactas al dolor por la repentina muerte de su marido, el escritor John Gregory Dunne, y dos años después la de su hija adoptiva, Quintana Roo, le valió un National Book Award y ser finalista del premio Pulitzer. 

Su obra se convirtió en un clásico del duelo de la literatura contemporánea y Didion, que falleció en 2021 por complicaciones del Parkinson, más allá del eterno icono de estilo, pasó a ser recordada por su fortaleza. Californiana de corazón y neoyorquina por vocación, su vida todoterreno nunca fue fácil. En 1999, Didion empezó a visitar a un psiquiatra porque, como escribió a un amigo, su familia había estado pasando "unos años difíciles".

Portada de 'Apuntes para John', de Joan Didion.

Portada de 'Apuntes para John', de Joan Didion.

Las entradas y salidas de clínicas de rehabilitación de su hija por su alcoholismo y su irremediable diagnóstico médico— falleció en 2005 a los 39 años por una pancreatitis— generaron un clima familiar tormentoso. “Estaba intentando mantenerla con vida. Porque ella se estaba matando día a día”, escribió Didion en las notas que escribió tras las sesiones de terapia, una de las 150 páginas que los albaceas literarios de la autora encontraron en su oficina poco después de su muerte a los 87 años.

Estas notas inéditas acaban de salir a la luz en el libro Apuntes para John, publicado recientemente en Estados Unidos y que llegará a España en julio de mano de Penguin Random House. Un diario, que podría considerarse como el broche final a "su trilogía del duelo", fechado entre finales de 1999 y principios de 2002, en el que la autora vierte sus miedos planteados en terapia sobre el alcoholismo, la ansiedad, la depresión y la culpa que le provocaba la relación con su hija Quintana. 

"Le dije que pensaba que ambos sentíamos la presión del tiempo. De no tener tiempo para hacer lo que era importante para nosotros. De escribir películas cuando deberíamos estar haciendo cosas que queríamos hacer. Y que cada vez que pensábamos que teníamos una oportunidad de salir de nuestras obligaciones, Quintana entraba en acción. Y que a veces no podía evitar sentir cierto resentimiento", reconoce en las notas, escritas tras estas sesiones con su psiquiatra Roger MacKinnon y dedicadas a su marido John. 

Vulnerable pero enigmática, Didion había evitado abordar de forma directa la enfermedad mental de su hija en sus anteriores novelas, pero en estas notas la autora de Run River (1963) y Según venga el juego (1970) desvela aspectos desconocidos sobre cómo su situación familiar le impedía centrarse en su trabajo y sobre cómo sufrió malos tratos por parte de su primera pareja, el escritor Noel E. Parmentel, fallecido en 2024. 

Aunque no hace mención explícita a su nombre, en una anotación del 2 de febrero del 2000, Didion recuerda cómo llegó a tener una relación seria con un hombre que la golpeaba y cómo racionalizó la violencia como "un ejemplo de degradación romántica". Describe también cómo este hombre amenazó con demandarla por haberle representado ficticiamente en una novela, tal y como Parmentel hizo con A Book of Common Prayer (1977). 

A pesar de que John Gregory Dunne fue el gran amor de Didion, y juntos formaron una de las parejas más populares de los 70 en Estados Unidos, Parmentel fue su primer amante y mentor. Ella estaba enganchada a él, recuerda el novelista Dan Wakefield, a pesar de su crueldad ocasional o incluso debido a ella, "que tenía para ella, sospecho, una carga erótica". 

Escrito en primera y segunda persona, Apuntes para John describe el diálogo con su psiquiatra con tal precisión "que uno se pregunta si Didion grababa sus sesiones de terapia, como solía hacer a menudo en sus reportajes", señala la crítica del New York Times Alexandra Jacobs, o si es simplemente una reconstrucción hábil al estilo del Nuevo Periodismo, del que fue gran maestra. "Es un libro áspero, incompleto, que plantea más preguntas de las que responde, ligeramente sórdido y absolutamente fascinante". 

Apuntes para John, señala Jacobs, ha levantado algunas asperezas entre los admiradores y familiares de Didion. Hay quienes opinan que el material estaba demasiado bien a recaudo como para no querer que fuera leído. Mientras que cinco personas cercanas a la autora y a su hija se negaron a comentar sobre su publicación, entre ellas el actor Griffin Dunne, sobrino de Didion, quien realizó el documental Joan Didion: The Center Will Not Hold (2017) que cuenta con los testimonios de la propia autora. 

El debate sobre si ella hubiese querido hacer público este material, guardado en un archivador en orden cronológico, está servido. Reservada y discreta, la cronista irrepetible del siglo XX estadounidense no dejó instrucciones sobre qué hacer con esas notas en las que se desahogó por primera vez sobre asuntos tan íntimos como peliagudos. Sin embargo, la publicación del libro en Estados Unidos coincide con la puesta a disposición del público del extenso archivo de Didion y Dunne, adquirido por la Biblioteca Pública de Nueva York.

Cartas, borradores y transcripciones a figuras tan importantes de la cultura pop como Linda Kasabian (exintegrante de la Familia Manson), Joan Baez y The Doors, pero también material de referencia para El año del pensamiento mágico y Noches azules, con poesías y dibujos de su hija, diarios personales de la pareja, donde registraron minuciosamente su vida durante cinco décadas —desde menús y listas de invitados a recetas y cuadernos de cocina—; un libro de infancia de Didion y más de 140 cartas entre Didion y su familia durante sus años universitarios y su paso por la revista Vogue (1954–1957). 

No es la primera vez que el legado de Didion ve la luz. En 2022, la escritora protagonizó de forma póstuma la subasta del año, donde se vendió memorabilia tan variada como cazuelas, cubertería, candelabros, cuadros e incluso la colcha de cama de su hija Quintana. Una muestra de que la escritora ha superado las barreras de lo literario, erigiéndose como un icono cultural capaz de vender tanto libros como totebag. El deseo por conocer (y poseer) un pedazo más de su vida parece no haber hecho más que empezar.