Fernanda García Lao, escritora y actriz. Foto: Isabel Wagemann

Fernanda García Lao, escritora y actriz. Foto: Isabel Wagemann

Letras

"Miento descaradamente cuando me preguntan": Fernanda García Lao, un combate contra el olvido

La escritora y actriz reflexiona sobre la memoria y salpica de humor los asuntos trascendentales en su extenso libro de poesía: '(no) me acuerdo'.

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(no) me acuerdo es un título muy poco común. Según se atienda o no a la negación puesta entre paréntesis, lo que se lee es "no me acuerdo" o "me acuerdo", pero esa ambigüedad inicial queda resuelta en cuanto se pasa al cuerpo del libro y el lector se encuentra con una colección de doscientos treinta y un textos breves, todos ellos encabezados por "No me acuerdo", una relación de olvidos que acaban trazando el retrato del yo que va redactando esa letanía de no-recuerdos.

(no) me acuerdo

Fernanda García Lao

Kriller 71, 2025. 108 páginas. 15,90 €

Se trata de un título, por otra parte, que no carece de historia. En 1970 Joe Brainard publicó I remember, al que seguirían otros volúmenes, con "I remember" como expresión inicial de cada uno de los breves textos, añadiendo así una forma particular a los géneros memorialísticos. En 1978 el poeta y narrador francés Georges Perec retomaría la idea en Je me souviens siguiendo la misma fórmula. También la mexicana Margo Glantz publicó en 2014 Yo también me acuerdo; Emili Manzano, Me’n record en 2024; y en fin, por decirlo así, también me acuerdo del documental Marcello Mastroianni: Mi ricordo, sì, mi ricordo.

Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966), escritora tan argentina como española, a quien se deben novelas, cuentos, obras teatrales y libros de poesía, retoma el título y el dispositivo que venían sirviendo a la memoria para invertirlo todo en unos textos que por la inserción ahora de la negación serían producto de la amnesia.

Unos textos de difícil adscripción en el sistema de los géneros. Escritos en prosa, tienen unos su algo de narración; otros, por no decir todos, se leen como poemas y hay que añadir que no faltan otros que son aforismos. En último término, no importan demasiado las etiquetas, pues la lectura de este libro resulta cautivadora.

Sea como sea, (no) me acuerdo, en cuanto discurso de la memoria, apunta a lo biográfico y así sucede claramente en algunos de los textos; si lo olvidado es "cómo empiezo a escribir ningún libro: miento descaradamente cuando me preguntan" o "las horas cuando escribo, es mi modo de inmortalidad transitoria" –y ahí queda ese oxímoron– es porque el yo es, como la autora, alguien que escribe libros.

O, siendo García Lao actriz, se lee en clave autobiográfica el olvido de "cuándo decidí ser actriz ni cuando dejé de serlo: ¿es algo que empieza y se termina?". Anotación que se remata con "Todavía equivoco mi parte".

Los olvidos pueden encadenarse: "No me acuerdo del nombre de aquella pintora que había sido olvidada injustamente", e igual cae en el olvido lo que más bien se tendrá por trivial: "No me acuerdo de leer las características del producto. Por eso he comprado huevos cocidos, sin intención, un par de veces". Ejemplo también del humor que no falta en el libro, sobre asuntos trascendentales: "No me acuerdo de la muerte. O será al revés. Que no piense en mí, le digo. Que no me nombre. Dos extrañas, ahora".

¿Por qué el olvido? No hay respuesta: "No me acuerdo de los pormenores de lo que recuerdo ni de por qué algunas cosas olvido", pero lo olvidado no se borra totalmente, deja su huella: "No me acuerdo de lo que comí ayer o del sueño perturbador, pero la sombra permanece".

Hablando de los olvidos, no podría faltar la memoria. "No me acuerdo con la memoria. Lo que sé, me ha sucedido en el cuerpo, lo demás es información. Es decir, versiones". "No me acuerdo del mundo antes de mí. La memoria nace y muere conmigo. Es chiquita, deficiente". Así será, pero conforma la identidad y leer (No) me acuerdo, una lectura que exige una reflexión tras cada anotación, invita a pensar los propios olvidos y recuerdos, a pensar en quién se es.

NO ME ACUERDO

No me acuerdo de la muerte cuando estoy besando.
                                      Será por eso que insisto.
No me acuerdo del autor del Me acuerdo,
                                       primera versión.
No me acuerdo de mi ser anterior a este momento.
Excluyo a la que fui por temor a encariñarme.
No me acuerdo de la tesis de ninguna ficción. Me
distraigo en la sintaxis.