Rafael Argullol. Foto: Acantilado

Rafael Argullol. Foto: Acantilado

Letras

Rafael Argullol, diez libros en uno y el gozo de la pura literatura

El prestigioso catedrático de Estética trata, en 'Danza humana', de dar respuesta a las preguntas fundamentales de la existencia acercándolas a la vida cotidiana.

8 octubre, 2023 04:20

Nunca se ha tenido estrictamente por filósofo Rafael Argullol (Barcelona, 1949). Su vocación sustantiva ha sido la de escritor, hermanada si acaso a la de viajero impenitente. Pero lo cierto es que este prestigioso catedrático de Estética de la Universidad Pompeu Fabra se ha distinguido siempre por su capacidad para conferir a sus textos literarios una potente incitación reflexiva, propia del más genuino quehacer filosófico. Esto le ha permitido configurar un ámbito de creación sumamente original a partir del destilado de esa singular hibridación de géneros a la que él mismo se ha referido con la designación de “escritura transversal”.

Danza humana

Rafael Argullol

Acantilado, 2023. 1.040 páginas. 38 €

Las distintas entregas de su Cuaderno de travesíaEl cazador de instantes (1996), El puente de fuego (2004)– fueron ya una espléndida plasmación de esa fórmula, que alcanza plena madurez en la trilogía iniciada con Visión del fondo del mar (2010), proseguida con Poema (2017) y completada ahora con Danza humana.

Mezcla fecunda de estilos, se trata esta última de una obra profundamente meditada, fermentada de tiempo vivido y verdad, tan personal como rica en su despliegue. Su sólida arquitectura se combina con una escritura suelta, libérrima, que transita con total desparpajo de lo narrativo a la evocación poética, del ensayo a la confesión autobiográfica, mientras lo relatado discurre sin atenerse a una línea temporal continua, entrelazando sueños, ideas, recuerdos y anhelos.

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Al adentrarse en estas páginas, uno siente el gozo de ser recibido por un ejercicio exquisito de pura literatura, dotado a la vez de hondura teórica, en el que el autor evidencia una conciencia bien lúcida respecto del propio periplo vital y a su propia época.

Así, en clara confrontación con este mundo ceniciento, distraído de sus verdaderos retos por el ruido infernal de imperialismos decrépitos y renacidos populismos, saturado de noticias banales y convencido de que nada merece realmente la pena, Argullol construye su obra consciente de la importancia de rescatar las preguntas fundamentales de la existencia.

Al adentrarse en estas páginas, se siente el gozo de ser recibido por un ejercicio exquisito de pura literatura, dotado de hondura teórica

Para ello adopta un inesperado modo de abordarlas, sin mantenerlas en el plano de abstracción en que las suele considerar, sino haciéndolas descender al terreno más concreto de la vida cotidiana y, ante todo, al espacio más íntimo de las propias vivencias. Es ahí donde el autor se despoja de toda impostura y muestra la desnudez de un alma.

Así, cada uno de los diez libros que componen Danza humana trata alguna de esas cuestiones nucleares que arte, religión, ciencia o filosofía persiguen sin descanso, reformulándolas en clave de preguntas hechas a sí mismo: ¿fuiste veraz, justo, jovial, generoso o libre? ¿Te preguntaste por lo divino? ¿Respetaste el enigma? ¿Replicaste a la violencia? ¿Respondiste a los dones recibidos? ¿Amaste? Argullol logra con maestría que este ajuste de cuentas consigo mismo no derive hacia una simple efusión cordial de orientación solipsista.

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Como en la imagen final del texto, con aquella muchacha bailando descalza en la playa barcelonesa bajo una lluvia otoñal, símbolo de la gracia, la universalidad del concepto y la singularidad de la sensación se dan la mano sin dificultad en esta escritura portentosa, de manera que la danza de esos interrogantes que acompañan al bello y azaroso fluir de la vida proyecta claridad sobre el mundo y nos ilustra sobre la condición humana y nos descubre un sentido más penetrante de la realidad.

Hay autores de relieve que en su obra tardía delatan un suave declive de la fuerza expresiva, compensado por el quintaesenciado de los motivos y giros más característicos de su recorrido creativo. Aquí, en cambio, no hay sino depuración y perfeccionamiento, ascenso y dominio del estilo. No es exagerado afirmar que, con esta obra, Argullol viene a perfilarse como todo un clásico contemporáneo.