Darío Villanueva. Fotos: Real Academia Española

Darío Villanueva. Fotos: Real Academia Española

Letras

Darío Villanueva: "La censura posmoderna y la posverdad dinamitan el idioma"

El exdirector de la Real Academia Española publica 'Poderes de la palabra', doce ensayos escritos entre 1997 y 2022 contra la manipulación del idioma y la cultura de la cancelación

14 febrero, 2023 02:22

Incansable, contundente y socarrón, Darío Villanueva (Villalba, 1950) tiene claro, para empezar, que los poderes de la palabra son "los que emanan de su capacidad de proponer y constituir realidades, conformar conductas e inducir determinadas respuestas concordes con la voluntad de quienes formularon esas palabras". A fin de cuentas, insiste, "la vieja Retórica sigue vigente en política, en derecho, en publicidad, por supuesto también en literatura e incluso en el urbanismo".

Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado su visión de la relación entre lenguaje y realidad a lo largo de los treinta años que refleja su libro?

Respuesta. Incluso desde antes, pues hace ya medio siglo que publiqué mi primer libro. Yo diría que cada vez más me han ido interesando "los arrabales de lo literario", esos territorios en los que la palabra eminente, sin renunciar a sus rendimientos estéticos, atiende también a otros fines y toma como su referencia no solo la realidad existente, sino también los que ella misma crea.

P. ¿Es el imperio de lo políticamente correcto el mayor de los problemas?

R. Lo es en cuanto expresión desnuda de lo que yo denomino "censura posmoderna", junto a esa corrupción distópica que viene a ser la "mentira posmoderna" a la que denominamos posverdad. Ambas dinamitan la institución social básica, que es el lenguaje, deconstruyendo su conexión recta con lo que las palabras significan y el principio de veredicción. Estos dos fenómenos, sobre todo la corrección política, nacen posmodernamente en el ámbito de la sociedad civil, pero el gran problema es cuando los poderes del Estado, sobre todo el ejecutivo y el legislativo, asumen sus postulados, lo que conduce a las posdemocracias hacia el régimen de las dictaduras.

[En defensa del uso razonable de la palabra, la invención humana más asombrosa]

P. ¿Cómo podemos combatir la posverdad?

R. Sin tragar. No comulgando con ruedas de molino y leyendo a Aristóteles, que era muy listo y nos advertía que verdad es afirmar que lo que es es y lo que no es no es.

P. ¿Y contra la cultura de la cancelación?

R. Sin duda. La cancelación es algo así como el brazo armado de la corrección política. Sería trágico que no siguiera creciendo una reacción como la desencadenada en julio de 2020 por el manifiesto de Harper’s Magazine firmado por 153 figuras intelectuales entre las que estaban Chomsky y Margaret Atwood, secundado enseguida entre nosotros por otros tantos escritores y filósofos.

P. ¿Se atrevería a comparar la lengua "trumpiana", como la llama, con la "voxera"?

R. Nos consta que ese partido suele manifestarse a favor de Trump, pero no es fácil emularlo. La Trumpspeak es difícilmente imitable, y no digamos su capacidad para urdir en internet posverdades. Cuando en 2013 un tuitero lo calificó de "el mayor trol de todo Twitter" Trump respondió: "¡Gracias por el cumplido!".

"Estoy convencido de que el todos, todas y 'todes' no se impondrá en la Real Academia Española"

P. Afirma que Reagan confundía el cine con la realidad: ¿acentúan este problema las redes con las fake news?

R. Sin duda alguna. La Galaxia internet y la nueva Galaxia de la Inteligencia Artificial ofrecen potencialidades hasta ahora desconocidas. Ya en 2017 tres investigadores de la Universidad de Washington sintetizaron la voz de Obama y elaboraron un programa que permitía sincronizar, a partir de tomas reales de su imagen, el movimiento de sus labios pronunciando frases que él nunca había (ni hubiera) proferido.

P. ¿Y tienen tanto que ver Trump y Putin como parece?

R. Es bien conocida la incidencia de manipulaciones de la opinión pública de terceros países por parte de instancias oficiales rusas con el fin de influir en el resultado de los comicios presidenciales de Francia o los Estados Unidos. Su "tecnología política" cuenta con plataformas como la APT28, controlada por el GRU, la agencia de inteligencia militar rusa, que emplea estrategias digitales para confundir y sabotear a quienes consideran enemigos. Peter Pomerantsev ha denunciado que nada es verdad y todo es posible en la era de Putin. La torre Ostankino desde la que se emite la TV es "el ariete de propaganda del Kremlin". Existe además un cerebro pensante para ello: Vladislav Surkov, al que la London Review of Books motejó como "el Rasputín de Putin".

P. ¿De ahí el poder del líder ruso?

R. El poder de Putin reside en que puede decir lo que quiera cuando quiera, independientemente de los hechos, como está ocurriendo con la invasión de Ucrania. Por otra parte, es de destacar la influencia que sobre Surkov ejerce Jacques Derrida. En noviembre de 2017 la web rusa RT publicó un ensayo suyo que asume las ideas del filósofo francés acerca de la escasa fiabilidad del lenguaje y la quiebra existente entre las palabras y su significado, de lo que deduce que las nociones de veracidad y transparencia, fundamentales para toda política honrada, no dejan de ser ingenuidades y simplezas. Surkov rechaza la existencia de una realidad objetiva; comparte con la deconstrucción el convencimiento de que no hay nada más allá del propio discurso enunciado. Y, en consecuencia, el argumento de los "hechos alternativos" es tan legítimo para Trump como para Putin.

Villanueva, en la sede de la RAE

Villanueva, en la sede de la RAE

P. Así que hoy es más verdad eso de que una mentira repetida se convierte en verdad. ¿Es posible combatirlo?

R. Creo que sí. Como traducían del Kohelet nuestros judíos de Ferrara, y no nada nuevo debaxo del sol, pero lo que sí resulta novedoso es el apoyo de la tecnología digital y la IA a la proliferación comunicativa de las posverdades. En 2017 la consultora Gartner Inc, anunciaba que en cuatro años las posverdades, los bulos y patrañas superarían a las verdaderas en la comunicación. Una investigación del MIT sobre un corpus de 126.000 "relatos" de Twitter que fueron compartidos por tres millones de internautas demostró que en un 70% las posverdades eran preferidas por personas reales, no por bots, para su retuiteo.

»Por suerte, ese combate contra bulos y patrañas tecnológicamente propaladas va ganando militantes. En Europa, Matthias Niessner ha desarrollado en la Universidad Técnica de Múnich el programa FaceForensics para detectar si un video es verdadero o no. Precisamente, por causa de la amenaza rusa la Unión Europea creó la East Stratcom Task Force como la sección del Servicio Europeo de Acción Exterior encargada de vigilar las intervenciones de Moscú en las redes sociales.

"Probablemente a quien piensa que la RAE no hace lo suficiente por el español le han fallado los poderes del Estado en su defensa de la constitución"

P. ¿Y en España?

R. En España la Comisión mixta Congreso-Senado de Seguridad nacional aprobó, por iniciativa del PSOE, una propuesta relacionada con el combate contra bulos y patrañas con el voto en contra de Unidas Podemos. En la misma dirección Reino Unido, Alemania, Italia o la República Checa han tomado medidas legislativas y gubernativas.

Posverdades zombis

P. ¿Cuál es hoy la fuerza de lo falso?

R. "La fuerza de lo falso" fue un tema brillantemente desarrollado por Umberto Eco en la Universidad de Bolonia, donde demostró cómo la falsedad (y no necesariamente bajo forma de mentira, sino bajo forma de error) ha sido el motor de muchos acontecimientos de la historia, lo que impone como el primer deber de la gente de cultura el mantenerse alerta para reescribir la "enciclopedia cada día". Porque tenemos que vérnoslas incluso con las posverdades zombis.

P. ¿A qué se refiere?

R. A aquellas que, aunque la evidencia, la irrebatible denuncia de su falsedad y la pura racionalidad las den por muertas, siguen presentes condicionando el debate político y confundiendo la opinión pública una y otra vez. Cuando una de estas posverdades pasa a formar parte de la conciencia colectiva de un grupo social, es casi imposible eliminarla, y sigue propagándose incontroladamente.

P. Y son peligrosas...

R. Sí, tan peligrosas como la metástasis, pues actúan como ella. Más destructiva que su primera formulación por el medio que las introduce en los canales comunicativos es su proliferación especular posterior, que incluso las sigue aireando cuando se convierten en zombis. Junto a la evidencia de que por naturaleza somos personas inclinadas o "sesgadas" hacia la verdad, los psicólogos sociales han estudiado también la influencia de ciertos prejuicios que influyen poderosamente en nosotros. Pulsiones que, además, pueden ser manipuladas por otros.

P. ¿Cómo valora la merma de la formación humanista en los planes de estudio?

R. Deploro esta tendencia, potenciada además por los postulados de la llamada "Nueva Pedagogía" que han demostrado ya cumplidamente su capacidad de deteriorar la educación. Basta leer a la hispanista y pedagoga sueca Ingrid Enkvist, que reivindica aquello que la posmodernidad ha preterido: esfuerzo, exigencia y autoridad del profesor, junto a unas reglas claras y primacía del estudio del lenguaje. El mantra "en vez de conocimientos concretos, competencias" y el designio de que el alumno dirija su aprendizaje ha conducido, según Enkvist, a un "infantilismo" de la educación. Sostiene que la Nueva Pedagogía es una ideología presentada como si fuera un hecho científico.

"El poder de Putin reside en que puede decir lo que quiera cuando quiera, independientemente de los hechos, como ocurre con la invasión de Ucrania"

P. Mientras se suprime el estudio de la Filosofía, aumentan los interesados en ella: ¿es un fenómeno puntual o responde a una necesidad genuina de cuestionar la realidad?

R. Es otro síntoma de que no todo está perdido, así como el merecido éxito de Nuccio Ordine con su manifiesto La utilidad de lo inútil.

P. En el libro recuerda cómo la televisión belga anunció, en un espacio de ficción, la segregación de Flandes y cómo, a pesar de los desmentidos, al día siguiente parte de la audiencia seguía creyendo que era verdad. ¿Sería posible algo así con Cataluña o Euskadi?

R. No lo creo posible, porque a estos efectos entre nosotros la realidad hace mucho que ha superado con creces a cualquier calenturienta ficción.

Todas, todos y todes

P. ¿Por qué hay quien cree que la Real Academia no hace lo suficiente en defensa del español en aquellas autonomías que han convertido sus propias lenguas en vehiculares?

R. Probablemente porque a quien así piensa le han fallado los poderes del Estado en la defensa de la Constitución. En mi libro dedico un capítulo a "Lengua y constituciones", en el que afirmo que la aplicación leal de nuestra carta magna a todo cuanto se refiere a la relación entre nuestras distintas lenguas españolas es garantía de una convivencia pacífica y fecunda entre todas ellas, de acuerdo con un modelo muy extendido en el mundo: el de un Estado plurilingüe, enriquecido en nuestro caso por un idioma que no solo hablamos todos los españoles, sino quinientos millones de personas.

P. ¿Acabará por imponerse el todos, todas y todes en la RAE?

R. Estoy convencido de que no, como tampoco se impuso el estrafalario francés de las preciosas ridículas que satirizó Molière.