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De Marie Curie a Van Gogh: así influyeron las relaciones fraternales en sus logros

En 'Historias de hermanos' Fría Aguilar reúne 28 relatos ilustrados que muestran cómo influyeron los hermanos en la vida y obra de figuras como Emily Dickinson, Carmen Martín Gaite o Frida Kahlo

30 abril, 2021 18:09

Marie Curie quería estudiar Física y su hermana Bronia quería ser médico. Por entonces, Polonia estaba ocupada por los rusos y las mujeres no tenían permitido estudiar. De modo que llegaron a un acuerdo: una se trasladaría a París y, una vez finalizados los estudios, volvería a su país natal para que la otra tomara el relevo. La primera en irse fue Bronia mientras Marie trabajaba como institutriz para una familia y le enviaba dinero. La vida quiso que la joven se enamorara del hermano más pequeño pero ante el rechazo familiar hacia la relación Marie entró en depresión. Esto hizo que Bronia instara a su hermana a trasladarse a París lo antes posible. Una vez allí, se inscribió en la Sorbona, rechazó vivir con su hermana, pasó penurias y empezó a sufrir desmayos y anemia. Nuevamente, Bronia acudió en su ayuda. “Sin el acuerdo inicial entre ambas Marie no hubiera llegado a París ni hubiera conocido a Pierre Curie”, recuerda Fría Aguilar, que publica Historias de hermanos (Lunwerg). 

Este álbum ilustrado reúne varias relaciones familiares entre personajes de la cultura como Edgar, Henry y Rosalie Poe, Simone y Hélène de Beauvoir, Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer, Pablo y Conchita Picasso, Carmen y Ana María Martín Gaite o Frida y Cristina Kahlo. “Al principio solo iba a ser sobre nexos entre mujeres pero lo amplié”, cuenta la autora. Así es como empezó a indagar y tras la vida de la Premio Nobel de Física el primer relato entre hermanos varones que descubrió fue el de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer. “Siempre ha existido una idea romántica del eterno enamorado. Su hermano y él fueron abandonados por sus mujeres y entre ambos se ocuparon de sus cinco hijos”, cuenta Aguilar. Tenían, claro, señoras que les cuidaban a los pequeños pero hacían “una vida muy familiar: salían al campo y viajaban con los niños. Para ellos era más importante que el propio romanticismo”, sostiene.

Página interior dedicada a Dalí

Este proyecto surgió a raíz de una colaboración que Fría Aguilar hizo con un psicólogo que escribió un libro sobre la relación entre una joven y su hermano autista. “Trataba sobre la influencia de los hermanos en la vida familiar. En sus terapias los incluía porque conviven en el día a día. Fue entonces cuando me empecé a interesar, sobre todo cuando se empezó a visibilizar a las mujeres en sus logros y triunfos. A veces es casual que una hermana triunfe más, ya sea por no ser la mayor o por la posición que ha ocupado en la familia”, apunta Aguilar. Tras un año y medio buceando en los parentescos, Aguilar ha publicado un volumen ilustrado en el que cada relato funciona como un artículo. Para su investigación acudió a documentales, películas y artículos periodísticos que le permitieron ahondar en “la esencia de sus relaciones”.

Hermanos al rescate de sus obras

Los casos de Carmen Martín Gaite o Emily Dickinson son curiosos pues fueron sus hermanas quienes “lucharon por su obra”. A la muerte de la escritora gallega Ana Martín Gaite dedicó ocho años a ordenar y documentar las carpetas y documentos de su hermana. Lavinia Dickinson, por su parte, liberó a la poeta de las labores domésticas para que Emily pudiera escribir. Fue ella, también, quien recopiló y luchó por ver publicada su obra.

Mary Shelley vista por Fría Aguilar

Quizá una de los parentescos que más conocemos es el que mantenían Vincent y Theo Van Gogh. Cuando el pintor de Los girasoles muere, Theo se sume en la tristeza y fallece poco tiempo después. Sin embargo, poco se ha hablado del papel de la viuda de este, Johanna van Gogh Borger, que “para consolarse de la pena que siente relee las cartas que se escribieron ambos y se da cuenta de que Theo tenía adoración por la pintura de Vincent. Así que pensó que tenía que hacer algo y empezó a recuperar los cuadros e intentó exponerlos aunque fueron muchos los que se rieron de ella”, cuenta Aguilar. “La acusaron de sentimentalismo y de no ser crítica'', escribe la autora en estas páginas. Pero la joven Johanna no se rindió y persiguió honrar la memoria de su marido y el amor que este sentía por su hermano.

Deslealtad y rivalidad

Pero no todas las narraciones que nos encontramos en el libro son positivas. Hay historias de desengaño, como la de Frida Kahlo con su hermana Carmen al descubrir su aventura con su pareja Diego Rivera, o de un dolor desgarrador por la pérdida de un allegado. Es el caso de Picasso, que vivió de adolescente la muerte de su hermana Conchita. A raíz de esto “arrastró pánico hacia la pobreza y sintió la obsesión de tener dinero. Dicen que entró en una iglesia y ofreció no volver a pintar si la niña se salvaba”. Pero Conchita murió y el artista vivió, tan solo unos meses más tarde, una exposición de sus obras. Algo similar le sucedió a Oscar Wilde, escritor que perdió a su hermana siendo ambos unos niños, un suceso del que no se recuperó y tras el que pudo arrastrar un posible trauma que le llevó a tener una aventura con otro hombre (el mismo que le llevó a la cárcel) que, decían, tenía un parecido físico con su hermana. 

También hay casos de una rivalidad rampante como la que vivieron Adolf y Rudolf Dassler. Estos dos hermanos crearon un taller de calzado deportivo de mucho éxito. Sin embargo, un enfado entre ellos les llevó a separar sus caminos y a crear Adidas y Puma. “Dividieron el pueblo en dos por un río, a cada lado estaba cada una de las fábricas”, recuerda Aguilar. La rivalidad era tal que cuando los lugareños “iban al bar miraban los pies de la gente para saber con quién podían sentarse”.

En definitiva, los 28 relatos que componen Historias entre hermanos habla de figuras importantes “que no llegaron a ser grandes personalidades solas. La relación fraternal influyó en su triunfo, y en algunos casos es justo señalar el gran apoyo que tuvieron. En otros casos, por el contrario, hay que admitir que sus propios hermanos fueron un lastre”, escribe Aguilar en la introducción. Aunque hay otros relatos, como el de Andy Warhol, que se han quedado fuera, la autora ahora prepara un proyecto personal sobre venenos como la cicuta, la belladona o la mandrágora, con sus historias, sus relatos y leyendas.

@scamarzana