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El Hotel Florida, una historia de guerras y pandemias

Por tercer año consecutivo, Ámbito Cultural organiza en este simbólico enclave de Madrid sus jornadas sobre periodismo y literatura que rendirán homenaje a Chaves Nogales y al matrimonio Barea

18 enero, 2021 10:38

Construido en los años 20 por el arquitecto Antonio Palacios, cuando el emblemático Hotel Florida fue demolido en la década de los 60 supuso el fin de una era. Símbolo de una época cosmopolita e internacional, por sus habitaciones y salones desfilaron intelectuales como Ernest Heminway, Chaplin, Unamuno, Saint-Exupéry, Robert Capa,  Martha Gellhorn, Gerda Taro, John Dos Passos o Pablo Neruda. Epicentro de los grandes corresponsales extranjeros sus crónicas fueron testigo del Madrid sitiado durante la guerra civil española.

Hoy, sobre sus cimientos, que desde entonces ocupa El Corte Inglés de Callao, Ámbito Cultural rinde homenaje a su herencia con unas jornadas sobre periodismo y literatura que, por tercer año consecutivo, reflexionarán desde esta tarde y hasta el jueves sobre la información, la escritura, el pasado, la actualidad y sus nexos comunes.

“El hotel Florida fue un escenario fundamental durante la Guerra Civil española pero también antes, durante muchos años, fue un lugar de reuniones intelectuales, de banquetes y de teatro –recuerda Carlos García Santa Cecilia-. Pasaron por allí todos los grandes intelectuales y se consagró por ser el lugar donde se concentraron los mejores corresponsales de todo el mundo”. El periodista es el encargado de coordinar junto a Alfonso Armada estas jornadas que, en palabras de este último buscan “recordar un poco la memoria de lo que fue el hotel, de lo que fue la guerra civil, de cómo se cubrió periodísticamente, del reporterismo, de los límites entre la verdad y la ficción, del partidismo y de cómo tratamos la verdad”.

Así, bajo el título Hotel Florida, un hotel para el periodismo y la literatura: La información que estaba allí, dos mesas de actualidad y otras dos de carácter más reivindicativo, en homenaje a los Barea y a Chaves Nogales, conformarán el programa de esta edición que, por motivos de seguridad se ha visto obligada a reducir aforo y que podrá seguirse vía streaming, de lunes a jueves a partir de las 19.30, a través de las redes sociales  (YouTubeFacebookInstagram) de Ámbito Cultural.

La importancia de estar ahí

En su contexto más actual, Cayetana Álvarez de Toledo y Soledad Gallego serán las encargadas de inaugurar este ciclo hoy con una mesa redonda caracterizada por la diversidad ideológica de sus participantes que reflexionarán sobre la situación política y periodística actual. “Se trata de dos figuras muy contrapuestas, con trayectorias muy visibles pero con unas mentes muy afiladas y muy duchas”, analiza Alfonso Armada. "Ahí yo creo que no se puede decir mucho más -tercia por su parte García Santa Cecilia-. Es interesante por sí mismo que dos personas con ideas contrapuestas sean capaces de sentarse en una mesa y hablar. Aunque parezca mentira eso en nuestros días se está convirtiendo en una rareza”. 

De la política al periodismo más puro, el miércoles 20, el Hotel Florida cederá su espacio a la imagen en uno de los eternos debates del fotoperiodismo. ¿Debe la fotografía reflejar toda la crudeza o hay que poner filtros a la realidad? En unas jornadas que reivindican precisamente eso, la importancia de que el periodismo esté allí, la sesión “Fotografía y palabra”, protagonizada por profesionales como Anna Surinyach, Judith Prat y Manu Brabo centrará el diálogo en las dificultades del fotoperiodismo en tiempos de pandemia.

“Mi impresión es que la cobertura dejó mucho que desear por las dificultades que ponían las autoridades locales, regionales, nacionales y también hospitalarias –opina Armada-. También en los cementerios y en los depósitos de cadáveres. Y creo que eso ha provocado que no tengamos imágenes duras de la pandemia, a pesar de que las últimas estadísticas hablen de casi 83.000 muertos”.

Con el subtítulo para esta edición de “La información que estaba allí”, como guiño a El maestro Juan Martínez que estaba allí, una de las obras más famosas de Chaves Nogales, Armada enfatiza en la importancia de estar para contarlo. “Se ha hecho mucho periodismo a distancia, que está bien, pero el reporterismo hay que hacerlo en la calle, hay que verse cara a cara, hay que ir a los sitios y utilizar los cinco sentidos –reflexiona-. En el caso de la pandemia uno entiende las razones sanitarias y los peligros pero si no vas a los sitios, si no te acercas al dolor, si no te acercas a las fuentes de la información, si no ganas su confianza... Eso es fundamental”. Como Robert Capa solía decir, recuerda el coordinador de las jornadas apelando al espíritu del Hotel Florida, si una foto no es suficientemente buena quizás sea porque no estabas suficientemente cerca. “Hay muchas formas de contar la realidad que es multiforme y hay muchas miradas contrapuestas, pero hace falta salir. Yo creo que las pantallas son interesantes, las tecnologías son muy valiosas pero es fundamental recuperar esa capacidad de contar desde cerca”, defiende. 

El espíritu de la época, según los Barea y Chaves Nogales

Presente pero también pasado, el espíritu del Hotel Florida sigue inherente en estas jornadas protagonizadas, como fue habitual en las pasadas ediciones, por grandes figuras relacionadas con el entorno y la narrativa de la guerra y la república como lo son, en este caso, los Barea y Chaves Nogales.

La primera de estas mesas redonda, que centrará su protagonismo en el matrimonio de los periodistas y escritores, tendrá lugar mañana martes, 19 de enero, bajo la batuta del propio García Santa Cecilia que moderará este encuentro protagonizado por el biógrafo Georg Pichler, el hispanista inglés William Chislett y el escritor Antonio Muñoz Molina. Destacados cronistas y protagonistas del Madrid sitiado, Ilsa y Arturo Barea formaron “una de las parejas míticas de ese Madrid de la guerra, junto con Hemingway y Martha Gellhorn y Robert Capa y Gerda Taro, todos estaban juntos en torno al hotel y a Telefónica –recuerda García Santa Cecilia-. Lo cierto es que los Barea nunca vivieron en el Florida porque no eran corresponsales, eran funcionarios. Tenían una habitación en el hotel Gran Vía, que todavía existe, pero la mayoría de los días dormían en el propio edificio de la Telefónica”.

Ilsa Barea-Kulcsar

Esta intervención no es casual, cuenta el periodista, sino que viene avalada por la publicación reciente de Telefónica, de Ilsa Barea-Kulcsar, donde la periodista recrea el ambiente y la vida de la época en el emblemático edificio. “Esta es una novela que se publicó por entregas en un periódico austríaco en los años 40, era prácticamente desconocida, y es interesante en el marco de las jornadas porque además viene a añadir una voz más a ese Madrid de la guerra”, señala.

Unas jornadas que concluirán el jueves 21 con un homenaje a Chaves Nogales, de nuevo de actualidad tras la publicación de sus obras completas por Libros del Asteroide. “Es fascinante la manera de escribir de este hombre. Es un periodista precursor, de una fuerza impresionante”, celebra García Santa Cecilia que moderará esta mesa. “Para ello contaremos con Andrés Trapiello –adelanta el coordinador- que para mí es el principal estudioso del periodismo y la literatura en la posguerra”. Junto al autor de Las armas y las letras, intervendrán además Manuel Jabois, “un periodista de los más activos y punzantes actualmente, cuyo estilo recuerda al de Nogales” y  al editor literario de su obra Ignacio F. Garmendia, artífice de la publicación de estos cinco tomos.

@mailouti