Image: Antonio Garrigues Walker, una vida entre el derecho, el teatro y la cooperación

Image: Antonio Garrigues Walker, una vida entre el derecho, el teatro y la cooperación

Letras

Antonio Garrigues Walker, una vida entre el derecho, el teatro y la cooperación

La Casa del Lector rinde un homenaje al jurista, dramaturgo y filántropo con invitados de los ámbitos a los que ha dedicado sus esfuerzos

15 junio, 2016 02:00

Antonio Garrigues Walker

Ha sido Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934) un personaje de múltiples inquietudes y gran importancia en la historia política y social de la España de los últimos sesenta años. La Casa del Lector le rindió este martes un homenaje al jurista, dramaturgo y fiántropo en el que participaron personalidades destacadas de los cinco ámbitos que confluyen en su biografía: el mundo de la abogacía, representado por la nueva presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega; el mundo de la empresa, representado por Mario Armero, actual vicepresidente de la patronal de automóviles Anfac; el mundo del teatro, encarnado en la recién galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, Nuria Espert; el periodismo, representado por uno de los biógrafos de Garrigues, Borja Martínez-Echevarría; y la cooperación en el ámbito de los refugiados, labor en la que Garrigues lleva más de cuartenta años comprometido, que en el acto de ayer contó con la representante de ACNUR España, Francesca Friz-Prguda.

Quiso Garrigues Walker "alterar por completo el contenido de este acto" al indicar a los participantes del homenaje que hablasen del futuro de sus respectivos campos en lugar de hablar de él, orden que no acató ninguno puesto que "es imposible hablar de estos temas sin referirse a Antonio Garrigues Walker", como dijo el primero en hablar, Borja Martínez-Echevarría. Este recordó lo difícil que fue escribir una biografía del jurista, ya que "es difícil hablar de su pasado porque él siempre está hablando del futuro". Siempre humilde en sus declaraciones públicas, Garrigues aseguró al principio del acto que, al repasar su trayectoria, el individuo encuentra "menos méritos y más culpas" de los que creía tener, y que la sensación que se experimenta al darse cuenta de ello "no es negativa, da gusto sentirse culpable".

Mario Armero se encargó de subrayar algunas virtudes de "un personaje poliédrico y transversal, dos conceptos de moda y no siempre entendidos". "Antonio fue pionero y protagonista de la transición política y económica de este país, de la modernización de España, impulsó el bufete de abogados más importante de este país, trajo la modernidad al derecho y al mundo de los negocios; a través de los socios de su despacho ha canalizado inversiones extranjeras que abrieron España al mundo, al progreso económico, a la industria, a la internacionalización y al diálogo social, porque nadie ha cerrado más acuerdos con los sindicatos que el despacho Garrigues. Ha sido un hombre clave en las relaciones con Estados Unidos, China, Japón, Latinoamérica y Europa, porque no olvidemos que Antonio sigue siendo un europeísta aunque no sea un valor en alza. No se puede entender el éxito económico de este país en los últimos 50 años sin la figura de Antonio. Pero con todo, me quedo con el Antonio al que yo, siendo un niño, oía hablar de política, de la ansiada democracia, de sociedad y de cultura cuando venía a casa de mis padres. Me fascinaba escucharle. Me quedo también con el Antonio que defiende la tolerancia, con el explorador de las nuevas complejidades que nos rodean, del valor de la ciencia, de los cambios sociológicos que estamos viviendo, un explorador de valores que entienden que los que creemos en la conomía de mercado estamos cometiendo algunos errores y algunos excesos que generan un descontento genralizado y no pasajero en Estados Unidos y Europa".

Francesca Fritz-Prguda recordó que Garrigues Walker fue uno de los primeros corresponsales de ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, cuando este organismo aún no tenía sede oficial en España. Actualmente, el jurista es presidente de la asociación España con ACNUR, que organiza campañas educativas y de sensibilización sobre refugiados y recauda fondos públicos y privados para financiar programas y actividades de ACNUR en el mundo. Además de agradecer a Garrigues Walker su labor, Fritz-Prguda aprovechó su intervención para poner encima de la mesa algunos datos preocupantes: hoy hay en todo el mundo 60 millones de personas desplazadas forzosamente, la peor cifra desde la Segunda Guerra Mundial, y además el 90% de los refugiados se encuentran en países subdesarrollados vecinos a las zonas de conflicto. "Esto demuestra la poca voluntad política para resolver este problema, que no se puede resolver humanitariamente, sino políticamente". En este sentido, recordó también que la mayoría de los refugiados iraquíes se encuentran en Siria, país devastado por un conflicto que explotó hace ya seis años. Al mismo tiempo, en el pequeño Líbano, adyacente a Siria, "ya uno de cada tres habitantes son refugiados", mientras que la mayoría de los refugiados afganos se encuentran en Pakistán. "Tenemos que aliviar a los países de primera acogida, y en esto Europa lo está haciendo muy mal".

"Antonio me dijo que hablara de la abogacía y yo sí le voy a hacer caso", dijo Victoria Ortega al principio de su turno. Garrigues, en la primera fila, asintió satisfecho. "Por eso hablaré de Antonio", apostilló la presidenta del Consejo General de la Abogacía, entre las risas del público. A continuación señaló las características que ha de tener la profesión en el futuro, siempre de acuerdo a los postulados del propio Garrigues, del que confesó aprender algo nuevo cada vez que trata con él. "La abogacía que está por venir ha de ser cercana, reflexiva e innovadora. Como dice Antonio, detrás de cada cambio social o científico vendrá el derecho".

Nuria Espert fue la última en hablar. En primer lugar agradeció a Garrigues Walker su amistad incondicional y luego emocionó al auditorio leyendo un poema escrito por él. Tras ella, un grupo de actrices del entorno cercano del dramaturgo interpretó un fragmento de una de sus obras, Réquiem por todos los hombres, canto a la belleza que subyace en la incomprensión mutua que se da en la relación entre hombres y mujeres.

@FDQuijano