Image: La última fantasía de Terry Pratchett

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Letras

La última fantasía de Terry Pratchett

27 agosto, 2015 02:00

Terry Pratchett, tras recibir la orden del Imperio Birtánico, en el palacio de Buckingham en 1998. Foto: Michael Stephens

La última novela de la célebre saga Mundodisco (Discworld), que el escritor británico Terry Pratchett escribió antes de morir, el pasado 12 de marzo, se ha publicado en Reino Unido. The Shepherd's Crown es el título de la novela, que hace el número 41 de la serie. Cientos de fans del escritor hacían cola en las librerías de Londres, Oxford y Newcastle anoche, a la espera de que el libro saliera a la venta a las 23.00, según ha informado la agencia EFE.

Rob Wilkins, amigo y asistente del escritor, leyó en la librería Waterstones de Piccadilly, en el centro de la capital británica, fragmentos de la novela, en un acto para el que enseguida se agotaron las 200 entradas que se pusieron a la venta. Wilkins tenía una relación muy cercana con Pratchett y en los últimos años había mecanografiado las obras de Pratchett, cuando el Parkinson que padecía desde 2007 solo le permitía dictar sus libros.

Las novelas del autor británico, que falleció a los 66 años, se han traducido a 37 idiomas y han vendido más de 85 millones de copias en todo el mundo. En la década de los noventa, Pratchett fue uno de los autores más populares del Reino Unido, y a día de hoy sigue siendo el segundo autor inglés más vendido tan solo por detrás de J.K Rowling. En 1998 le otorgaron la medalla de la Orden del Imperio británico, en 1999 el doctorado Honoris Causa en Literatura por la Universidad de Warwick y, más recientemente, en 2009, el título que le hizo pasar a ser denominado Sir Terry Pratchett, el de caballero del Imperio Británico.

El asistente de Pratchett explicó a la BBC que The Shepherd's Crown estaba terminado "al noventa por ciento" cuando la enfermedad impidió al escritor continuar su trabajo. "Fue un libro difícil de completar porque la salud de Terry declinaba en el último año, aunque todavía disfrutaba con la escritura", comentó Wilkins. "No fue capaz de pulirla tanto como le hubiera gustado y hay algunas ideas que le habría encantado desplegar algo más, pero nunca tuvo la oportunidad", concluyó.