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Luis de Pablo:"Mis tríos son como un diálogo entre el ajoarriero y el pilpil"

Verso y la Fundación BBVA dedican la sexta entrega de su colección de música latinoamericana a los 'Tríos de piano' del compositor bilbaíno

30 junio, 2009 02:00

Después de hacerse el pasado mes de marzo con el Premio Tomás Luis de Victoria, con el que se reconocía su contribución al enriquecimiento musical de la composición iberoamericana, o la reciente edición de A contracorriente, un documental sobre su vida a iniciativa de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el compositor vasco Luis de Pablo (Bilbao, 1930) ha presentado esta mañana Piano Tríos, sexta entrega de la colección Compositores españoles y latinoamericanos de música actual que patrocina la Fundación BBVA.

En el acto de presentación, en el que han participado Rafael Pardo, director de la entidad, y José Miguel Martínez, máximo responsable del sello discográfico Verso (cuyo próximo monográfico, han anunciado, estará dedicado a la figura de César Camarero), De Pablo ha querido destacar el carácter experimental de este recopilatorio, que interpretan el Trío Arbós y la soprano Alda Caiello. “Como se diría en una novela policíaca -ha querido aclarar-, he tratado de dar mi versión de los hechos. Esto es, servirme de una plantilla tradicional como es un trío de violín, violonchelo y piano para, en la medida de mis fuerzas, dar rienda suelta a mi sustrato musical”.

No ha sido, en cualquier caso, la única alusión literaria de un músico acostumbrado a los rigores de la palabra y en cuyas composiciones encontramos vestigios de la poesía de Guillén, Aleixandre o Robertet. “No descubro la pólvora si digo que la música de cámara de esas características es, como decía Thomas Mann, la palestra donde se definían los problemas de la forma”. Y, para los profanos en la materia, ha comparado el resultado de sus tríos con las 366 recetas distintas -“una para cada día del año, incluidos los bisiestos”- con que se puede preparar un bacalao. “Mis tríos vienen a ser como un diálogo entre dos platos típicos de mi pueblo, el ajoarriero y el pilpil, que se encuentran en la novedad del plato”. Y, tras explayarse en la correlación entre los intérpretes y los ingredientes, ha concluido: “No quiero que esto se tome a chiste. Pues la gastronomía es algo muy serio”.

Como serios y sentidos son In memoriam, su particular homenaje a Federico Mompou, y Trío de doses, obra sobre textos de José Miguel Ullán, fallecido el pasado mes de mayo y con quien tenía previsto hacer gira poetico-musical por varios Instituto Cervantes. “Parafraseando a Gerardo Diego -explicaba visiblemente emocionado el compositor-, diré que sobre la tumba inesperada de José Miguel, amigo indeleble, estos versos que él amaba, hoy con voluntad de flores”.

También ha habido tiempo para que el recientemente investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid, que el próximo mes de enero cumplirá 80 años sin que de momento haya atisbo alguno de abatimiento, desgranará el entramado interno del Primer (1993) y Segundo (2205) trío. El primero viene a desarrollar, en una escritura lineal, la idea del ornamento. Mientras que el segundo resulta mucho más accidental, y quizá por su actualidad deambula sin miedo entre la búsqueda y el encuentro, un viaje en donde De Pablo redunda con frecuencia en los hallazgos. “Para quien algo de esto le pueda sonar a conocido, lo importante de ambas composiciones es que he tratado siempre de no ocultar su sabor a bacalao. Tanto el uno como el otro aspiran al goce profundo de los sentidos”.