Image: Fallece Mario Benedetti, el poeta del corazón sin coraza

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Letras

Fallece Mario Benedetti, el poeta del corazón sin coraza

Tras una larga enfermedad, el autor de La Tregua y uno de los escritores más populares de América latina, muere en Montevideo y deja la primavera con una esquina rota

18 mayo, 2009 02:00

Mario Benedetti en una lectura de poemas. Foto: AFP

Marta Caballero / Agencias
El escritor Mario Benedetti ha muerto este domingo en Montevideo a los 88 años, tras una larga enfermedad, dejando huérfana a la literatura uruguaya y latinoamericana de uno de sus poetas y narradores más prolíficos, venerado por generaciones por su ética social y su melancólico canto a la vida.

Al entrañable Benedetti lo han leído más ojos que a Salgari, porque en su ternura y en su metáfora sencilla, no simple, logró tocar la fibra de los lectores que no acostumbran a leer poesía. Pero a él, que de otra parte también cosechó importantes premios literarios, no pareció importarle, pues a lo largo de su vida corrió a dejarse abrazar por la multitud, en sus libros y sus actos, dibujándose, además de poeta, como un gran comunicador. En contra de lo que cantaba su famoso poema Corazón coraza, podría decirse de él que fue un hombre de corazón despojado de armaduras, accesible a todos.

El día después de su muerte, Facebook, red social de última hora a la que cada día migran más y más internautas, ha amanecido minada de homenajes, versos, enlaces a vídeos y fotografías, cosa poco habitual cuando un poeta desaparece. Uno de sus grupos oficiales en esta plataforma digital acapara la cifra de 48.600 seguidores, y subiendo.

Poeta infalible en un recital universitario de poesía, en un regalo de una relación joven, en una ceremonia de iniciación al verso, gustó a la izquierda y a los que no izquierdean tanto por su compromiso firme, sus guiños y su humor, tanto por la cumbre alcanzada en La tregua, como por su habilidad para convertirse en el compañero de oficina de cualquiera, o tal vez un abuelo ideal. Y es que si a alguien hablaban sus composiciones fue siempre a sus lectores.

Llamado por muchos poeta menor -incluso por los que accedían a su gesto amable-, su apuesta fue la de la claridad, la ética y la formal, y prescindió de giros, modas y complejidades para dar cabida a la ternura de un diminutivo o a la charla coloquial, cara a cara, con el que lee. Bien fuera para hablar de amor, bien de política, bien de las dos cosas a la vez.

Galardonado en 1999 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2005 con el Internacional Menéndez Pelayo, Benedetti abordó todos los géneros literarios, en los que reflejó una mirada crítica de izquierdas que le llevaría al exilio y a ser, hasta sus últimos días, un firme detractor de la política exterior de Estados Unidos.

Sus poesías fueron cantadas por autores como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Nacha Guevara, Luis Pastor o Pedro Guerra, y sus novelas más famosas llevadas al cine, como La tregua (1974) o Gracias por el fuego (1985), a cargo del director argentino Sergio Renán.

Este exponente por antonomasia de la llamada generación uruguaya de 1945, la "generación crítica", nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros, en el Departamento de Tacuarembo.

En 1928 comenzó sus estudios primarios en el Colegio Alemán de Montevideo, donde, según contaba el propio Benedetti, gustaba de escribir en verso las lecciones e incluso sorprendió a sus maestros con un primer poema en ese idioma.

Las dificultades económicas solo le permitieron cursar un año de educación secundaria en el Liceo Miranda y después tuvo que ser casi autodidacta, compaginando los estudios con el trabajo, que comenzó a los 14 años en un taller de repuestos de automóvil.

Antes de dedicarse a la escritura, Benedett hizo de taquígrafo, cajero, vendedor, librero, periodista, traductor, empleado público y comercial. Todos estos oficios supusieron un contacto con la realidad social de Uruguay que fue determinante a la hora de modelar su estilo y la esencia de su escritura.

Entre 1938 y 1941 residió en Buenos Aires y en 1945 ingresó en el semanario Marcha como redactor y publicó su primer libro, La víspera indeleble, de poesía. En 1949 Benedetti avanzó en su carrera periodística con su labor en la destacada revista literaria Número, compaginando al tiempo sus tareas de crítico con una carrera imparable como escritor.

Así, en una década trepidante publicó obras como Esta mañana y otros cuentos (1949), Poemas de oficina (1956), Ida y vuelta (1958) y La tregua (1960).

Ya desde 1952 comenzó a implicarse de forma destacada en las protestas contra el tratado militar de Uruguay con Estados Unidos. Su primer viaje a Europa lo hizo en 1957, como corresponsal de Marcha y El diario.

De 1961 data el libro Mejor es meneallo, que agrupa sus crónicas humorísticas, firmadas con el pseudónimo de Damocles. Residió en París entre 1966 y 1967, donde trabajó como traductor y locutor para la Radio y Televisión Francesa, y luego de taquígrafo y traductor para la UNESCO.

En 1968 fundó en La Habana el Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas, que dirigió hasta 1971, y encabezó el Departamento de Literatura Latinoamericana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo, entre 1971 y 1973.

En los setenta desarrolló una intensa actividad política, como dirigente del Movimiento 26 de Marzo, del que fue cofundador en 1971 y al que representó en el Frente Amplio, coalición izquierdista que alcanzó el poder en 2005.

Con el golpe militar de 1973 renunció a su cargo universitario y se exilió, primero en Argentina y después en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado. Se instaló en Cuba en 1976 y un año más tarde se trasladó a Madrid, donde permaneció hasta 1985, cuando, con el fin de la dictadura uruguaya, puso fin a doce años de exilio.

Entre las obras de esta época aparecen Letras del continente mestizo (1967), Inventario 70 (1970), El escritor latinoamericano y la revolución posible (1974) y Con y sin nostalgia (1977). Su obra teatral Pedro y el capitán (1979) fue representada en Madrid en 1981 y un año después aparecieron sus Cuentos y la novela Primavera con una esquina rota.

En 1984 publicó Geografías y El desexilio y otras conjeturas y tres años después, tras volver a Uruguay, se convirtió en miembro del Consejo Editor de la revista de izquierdas Brecha.

De 1985 data su colaboración con Joan Manuel Serrat en el disco El sur también existe. A partir de entonces su producción es imparable, con títulos como Despiste y franquezas (1991), La borra del café (1993), Andamios (1996) y los poemarios Mas acá del horizonte (1997) y La vida, ese paréntesis (1998).

En la década siguiente aparecieron El porvenir de mi pasado (2003), Memoria y esperanza, un mensaje para los jóvenes (2004) y los poemarios El mundo que respira (2001), Existir todavía (2004) y Vivir adrede (2007), entre otros.

Benedetti recibió numerosas distinciones, entre ellas la Medalla Haydee Santamaría del 30 aniversario de la Casa de las Américas en La Habana (1989) y la Medalla Gabriela Mistral del Gobierno chileno (1996).

Además, el premio León Felipe de España a los valores cívicos (1997), el Iberoamericano José Martí y el Internacional italiano de Literatura La Cultura del Mar, ambos en 2001, año en que también fue nombrado "Ciudadano Ilustre de Montevideo". El escritor, doctor Honoris Causa por universidades de España, Uruguay y Argentina, enviudó en 2006 de Luz López Alegre, con quien se había casado en 1946.

En 2007 fue condecorado con la Orden Francisco de Miranda en grado de generalísimo por el Gobierno venezolano y en 2008 obtuvo el I Premio ALBA del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas en la categoría de Letras. Ese mismo año fue hospitalizado en tres ocasiones aquejado de deshidratación por una dolencia intestinal y un cuadro de infección urinaria, lo que no le impidió seguir escribiendo.

En agosto de 2008 presentó Testigo de uno mismo, su último poemario, un "resumen" de su carrera que lo reafirmó como una de las piedras angulares de la poesía latinoamericana, según la escritora Sylvia Lago.