Letras

El teniente Gustl

Arthur Schnitzler

13 julio, 2006 02:00

Acantilado. 60 páginas, 7 euros

La perfección formal de estas páginas revela que el pequeño formato no tolera la imprecisión ni la retórica. Con un estilo minimalista, casi invisible, Schnitzler elabora un inspirado tratado sobre la imperfección humana. Un incidente absurdo sitúa a un joven oficial ante la perspectiva de la muerte. La necesidad de reparar una ofensa revela el papel que desempeña el azar en el destino del hombre. La imagen que hemos construido de nosotros mismos casi siempre es una impostura que preserva nuestra autoestima, pero cuando surge el imperativo de obrar conforme a las expectativas que nos hemos impuesto, surge la mezquindad que hay detrás de las apariencias. Admirador de Freud, que le consideraba su doble, pero con el que sólo intercambió dos cartas, Schnitzler utilizó indistintamente el psicoanálisis y la cocaína para penetrar en la mente humana. Médico escéptico, fervoroso psicólogo y moralista, Schnitzler nunca pretendió aleccionar, sino evidenciar que el hombre es una invención tan irrisoria como ridícula.