Image: Graham Greene inédito a los 100

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Letras

Graham Greene inédito a los 100

Graham Greene, 100 años del espía de Dios

30 septiembre, 2004 02:00

Dibujo de Grau Santos

Una noche en 1964 me llamó por teléfono el rey Leopoldo de los belgas, quien quería mi consejo. Estaba organizando una feria para presentar la historia de Bélgica, que se celebraría en todas las capitales del mundo, y se preguntaba qué trato debía darse a la desafortunada historia del Congo.

Le sugerí que fuera completamente franco, y admitiera el crimen de su tatarabuelo (yo no estaba seguro de que ese fuera el parentesco) y los errores del gobierno belga. Podría usted compararlos con los errores cometidos por otros países, incluido el mío, la matanza de Amritsar, por ejemplo. Nunca supe si siguió mi consejo.
...
Acostado en la cama, tomé la gran resolución de dar la espalda a la cristiandad por completo y adoptar el budismo. En ese momento decisivo, tuve el sentimiento de tener a Cristo junto a mí. Su perfil era tenuemente visible en la oscuridad, y parecía que mi pérdida lo hacía infeliz. Recuperé al menos la mitad de mi fe.

Escenario

Pedí representar el papel de un sacerdote que se suicidaba durante la misa. La obra se iba a representar en un pequeño teatro en frica del Norte. Aceptaron, pero no me dieron ningún diálogo y el libreto no daba ninguna explicación sobre mis movimientos escénicos.

Decidí improvisar.
Un sacerdote predicaba cuando entré a escena. Decía a la audiencia que no sólo eran sagrados el agua y el sagrado vino, sino también los implementos de la misa, el cáliz y la patena. Yo exclamé que esos objetos no tenían maldita importancia. "Soy un sacerdote y me voy a matar, Dios, porque Tú has cesado de amarme".

Al día siguiente fui al pueblo y pregunté a dos africanos si mi actuación había impactado a la audiencia. Me aseguraron que la gente estaba muy impresionada y seguía comentando mi actuación. Además, me informaron que San Agustín había vivido en este pueblo.

Graham Greene

"Tuve el sentimiento de tener a Cristo junto a mí"
A mediados de los años 50, el cardenal Giuseppe Pizzardo (1877-1970), Secretario del Santo Oficio, informó oficialmente de que la novela El poder y la gloria, de Graham Greene, había sido denunciada ante lo que antes se conocía como Inquisición porque, aunque era un converso, la novela era injuriosa con el sacerdocio. Greene fue amonestado para que no permitiera más ediciones del libro ni traducciones. Aconsejado por su amigo el arzobispo David Mathew, preparó una respuesta y se la envió al cardenal Montini, el futuro Pablo VI (1897-1978), que, como pro-Secretario de Estado del Vaticano, era uno de los consejeros más influyentes de Pío XII. Cuando finalmente se conocieron, Pablo VI resaltó: "Señor Greene, algunas partes de sus libros son realmente ofensivas para los católicos, pero usted no debería prestar atención".Richard Greene


[6 de mayo de 1954]
S.E.R. Monseñor G. B. Montini
Su Excelencia ya sabrá de mi profunda y filial devoción a la persona del Supremo Pontífice.
Yo soy realmente quien está más profundamente molesto por las dificultades que han surgido en relación con el juicio del Santo Oficio con respecto a mi libro, El poder y la gloria. Creo que lo único correcto que podría hacer es enviarle una copia de la carta que acabo de dirigir hoy mismo a Su Eminencia el Cardenal Pizzardo.

Me dirijo a su Eminencia por si tiene alguna opinión sobre un problema que es tan íntimamente doloroso para mí. Siento de todos modos que debo mantenerle informado sobre el asunto.

Con todo respeto
el devoto servidor en Cristo de su Excelencia

Graham Greene

[6 May 1954]
Su Eminencia Reverendísima Cardenal Pizzardo,

Me dirijo con cierta vacilación a Su Eminencia, pero respetuosamente ante las dificultades sus citadas.

El 9 de abril Su Eminencia el cardenal Griffin, Arzobispo de Westminster, me presentó en una entrevista personal una copia de la carta a él dirigida por Su Eminencia el 16 de noviembre. Este retraso en la presentación del documento se debió a mi presencia en Indochina, donde estaba haciendo todo lo que estaba en mi mano para descubrir a la opinión pública mundial las dificultades de que los heroicos católicos de Indochina encuentran ahora ante la amenaza comunista.

Espero que se tenga en cuenta que a lo largo de mi vida como católico he mantenido una devoción personal muy fuerte hacia el Vicario de Cristo, que ha cristalizado en la admiración que siento por la admirable guía que el Santo Padre ha dado siempre a la Iglesia de Dios. Siempre me he sentido profundamente impresionado por el carácter tan espiritual del liderazgo del papa Pio XII. Su Eminencia apreciará que tuve el honor de mantener una audiencia privada en el año santo de 1950. Esta Audiencia Privada me causó una impresión que me durará toda la vida. Su Eminencia comprenderá que je suis navré para comprender que mi libro El poder y la gloria ha sido objeto de las críticas del Santo Oficio. El proósito del libro era mostrar el contraste entre la fuerza de los Sacramentos, la indestructibilidad de la Iglesia y el poder sólo temporal de un Estado esencialmente comunista. Su Eminencia comprenderá que el libro se escribió en 1938-39 antes de que la amenaza de la que fui testigo presencial en México se extendiera por Europa Occidental.

Su eminencia apreciará que este libro se publicó hace catorce años y que los derechos de publicación han pasado de mis manos a varios editores de diversos países. Además, las traducciones a las que alude Su Eminencia han aparecido en algunos casos hace varios años y no hay nuevas traducciones en perspectiva. Estoy enviando a Su Eminencia el Cardenal Arzobispo de Westminster los nombres de los editores implicados, en los que recaen los derechos de reedicción.

Puedo asegurar a Su Eminencia que trato con profundo respeto cualquier comunicación que parte de la Sagrada Congregación del índice.

Exprensado a Su Eminencia mi profundo respto filial,
Je reste, de Votre Eminence
le très humble serviteur


Graham Greene


Greene mantuvo una correspondencia apasionada con Evelyn Wagh, católico convencido, que le echaba en cara deslices y errores sin cuento. En esta carta discute Greene la postura de Waugh sobre una de sus mejores novelas, A Burnt-out Case, ambientada en una leprosería africana.

A Evelyn Waugh

6 de enero de 1961

Mi querido Evelyn,

¡Esto se está convirtiendo vertiginosamente en una correspondencia tipo Claudel-Gide! Creo que has llevado tu identificación con esta novela [A Burnt-out Case] demasiado lejos. ¿Se puede prohibir a un católico pintar el retrato de un apóstata católico? Sin duda alguna, si hay algo de realismo en el personaje debe proceder del autor experimentando el mismo estado de ánimo de Querry [el protagonista de la novela], y seguramente, pero no necesariamente, y con la misma intensidad. Espero que no me atribuyas el suicidio de la amante de Querry. Supongo que si uno eligiese crear un personaje que fuese un científico nuclear traidor, le daría parte de su propia personalidad para hacer pausible la descripción de sus motivos, pero estoy seguro de que jamás me acusaría, como Rebecca West hizo con nosotros dos, de tener una evidente tendencia a la traición. Te sugiero que si lees de nuevo la novela encontrarás en el diálogo final entre el doctor y Querry que la falta de fe de éste es muy superficial, bastante más superficial que el ateísmo del médico. Si la gente es tan impetuosa como para considerar este libro una renuncia a la fe, no puedo evitarlo. Quizás se sorprendieran de verme en Misa.

Lo que más me molesta de algunas críticas católicas a mi trabajo, especialmente de algunos libros escritos en Franciabre ese tema en Franciam es la confusión entre las funciones de un novelista y las de un profesor de moral o un teólogo.

Prefiero la postura de Newman [se refiere al cardenal Newman, otro famoso converso]: "Sobre este asunto sólo puedo decir que si la literatura está hecha para ser un estudio de la naturaleza humana, no puedes tener una literatura cristian. Es una contradicción en sus mismos términos intentar crear una literatura sin pecado sobre pecadores. Puedes intentar reunir asuntos tan grandes y poderosos, más poderosos de lo que cualquier literatura fue jamás, y cuando lo hagas, descubrirás que no es literatura en absoluto."

Puedo suscribir tus anotaciones sobre Browning : Todo lo que hemos conseguido con nuestro descreimiento, es una vida de dudas multiplicadas por la fe, por una fe multiplicada por la duda: podemos decir que el tablero de ajedrez es blanco, y podemos decir que es negro.

Muy cordialmente

Graham Greene


Graham Greene se sentía con humor en las circunstancias más serias de la vida. Iba a ser operado de cáncer. Oigamos la carta autógrafa que envió dos días antes de la operación.- Leopoldo Durán

A Leopoldo Durán

Febrero, 20 de 1979

Mi queridísimo Leopoldo:
Siento mucho haberte decepcionado. [,...] He tenido la necesidad de suspenderlo todo por una operación de intestinos.

No es una operación seria, sólo desagradable. Sin embargo, yo estaré en un hospital que me gusta mucho.

Operación, el día 22. Cuatro días sin poder moverme, y alimento intravenoso. Debiera estar fuera, fuera del garaje, en doce días, y luego haremos planes.

Díle al Señor Don Quixote que cuide estar alejado de manos rusas hasta que yo vaya. No quiero llegar hasta que realmente pueda saborear el vino gallego.

Graham Greene

Nota: En la operación fr los intestinos le quitaron a Greene dos terceras partes de intestinos.