Francisco de Goya: 'Fernando VII con manto real', 1814-15 (detalle). Museo del Prado

Francisco de Goya: 'Fernando VII con manto real', 1814-15 (detalle). Museo del Prado

Historia

La última voluntad de Fernando VII: el testamento que definió las instituciones culturales españolas

La Fundación Ramón Areces y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando presentan la primera fase de un libro multimedia que parte del testamento del "Rey Felón".

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“Si estos cuadros desaparecieran o se averiasen, tendría usted que pegarse un tiro”. Manuel Azaña concluía así una acalorada discusión con Juan Negrín, presidente del Gobierno de 1937 a 1939, en la que también afirmó que “el Prado es más importante que la Monarquía o la República” porque en el futuro podrían haber más instituciones como estas, pero las obras del museo “son insustituibles”.

En su conversación con El Cultural, Miguel A. López-Morell (Huelva, 1971), catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Murcia, se hace eco de estas palabras del Presidente de la República para ilustrar la importancia que se le ha otorgado al patrimonio cultural español a lo largo de los siglos como cimiento de la identidad nacional.

Es esta misma la razón por la que se dio inicio en 2023 al proyecto Poder, Patrimonio y Cultura en España desde la Ilustración a la Restauración que coordina López-Morell y en el que participan también como investigadores principales Alfredo Pérez de Armiñán y de la Serna (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), Jesús Prieto de Pedro (UNED) y José María Luzón (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando).

Desarrollado con la financiación de la Fundación Ramón Areces, que acogió en su sede el pasado día 30 de junio la presentación de la primera fase del proyecto, se trata de la elaboración de un libro multimedia de enormes dimensiones, que crecerá en contenidos en los próximos años, en el que se ofrece una visión panorámica de la génesis de las principales instituciones culturales españolas encargadas de custodiar, conservar y administrar el inmenso patrimonio español.

En esta primera parte del proyecto organizado también por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ha partido de la testamentaría de Fernando VII, eje fundamental para entender el proceso de consolidación y modernización de las instituciones culturales, según López-Morell. “Fernando VII era un rey de ideario absolutista, pero le tocó reinar en un mundo que estaba ya caminando hacia el liberalismo, así que, aunque era autoritario, en ocasiones tenía arrebatos burgueses”. Así sucedió con la redacción de su testamento.

“Si Isabel II no hubiera tomado la decisión mantener unida la colección real, un tercio del actual patrimonio estaría disperso”. Miguel A. López-Morell

Al contrario de lo que ocurrió con sus antecesores, el “Rey Felón” decidió dividir la herencia de todos sus bienes muebles, incluida la colección de cuadros de la corona: una quinta parte de este patrimonio iría para su viuda, la reina María Cristina, mientras que el resto se repartiría entre sus dos hijas, la infanta María Luisa y la futura reina Isabel II.

“Eso obligó a hacer una valoración de todo lo que había en los palacios –cuenta el catedrático–, desde un macetero hasta una obra de Velázquez. Todo. Y lo repartió entre sus hijas como si fuera un millonario o un zapatero”.

Léon-Auguste Asselineau: 'Vista del Real Museo de Pintura de Madrid', 1933. Museo del Prado

Léon-Auguste Asselineau: 'Vista del Real Museo de Pintura de Madrid', 1933. Museo del Prado

Dicho testamento no se cerraría hasta 1846, 13 años después del fallecimiento del monarca, lo que ofrece una idea de la complejidad del cometido. “Aquí es donde sucede el milagro. Isabel II, que era una adolescente de apenas 15 años por aquel entonces, escucha y se deja guiar por un consejo muy sabio y con un sentido de Estado sin precedentes venido de la comisión encargada de ejecutar el testamento, presidida por el duque de Híjar, director de las Colecciones Reales. España aún no ha comprendido todo lo que le debe a este hombre”, sentencia López-Morell.

Una serie de prohombres rogaron a la monarca no separar la colección, y ella atendió las súplicas. Para ello, tuvo que indemnizar monetariamente tanto a su madre como a su hermana, “pagándolo todo de su propio bolsillo, para que el inventario en su totalidad permaneciera dentro del Patrimonio de la Corona”.

Sería en 1868, tras el destronamiento de la reina, cuando finalmente ese catálogo pasaría a formar parte del Patrimonio Nacional. “Gracias a una mujer que ha sido vilipendiada por la historia española, el Prado mantuvo unida su colección”.

No solo la pinacoteca española, también la Biblioteca y los Archivos Estatales, entre otros, se salvaron de la atomización de sus fondos. “Si Isabel II no hubiera tomado esa decisión, probablemente un tercio de la colección de documentos y cuadros del actual Patrimonio Nacional estaría disperso en colecciones privadas”, aclara el coordinador del proyecto.

El testamento del que parte todo el proceso se encuentra transcrito de forma íntegra como apéndice en Poder, Patrimonio y Cultura en España desde la Ilustración a la Restauración, así como el inventario que se tuvo que realizar para que el reparto se llevara a cabo.

López-Morell aclara que el proyecto, de acceso gratuito desde el domingo 29 de junio (www.poderycultura.es), no se trata de un mero libro electrónico, sino una amplísima plataforma multimedia con contenido de todo tipo, desde vídeos en los que una serie de especialistas se extienden en algunos de los temas más importantes que vertebran el libro a documentos originales de archivos e imágenes de los cuadros cedidos por el Museo del Prado y Patrimonio Nacional.

Todo esto acompaña a “un corpus de textos con mirada multidisciplinar en el que se detalla la forma en la que se han construido las principales instituciones culturales españolas”. Un patrimonio del que, insiste el catedrático, “deberíamos sentirnos muy orgullosos. También de la forma en la que se ha mantenido unido, salvo en contadísimas excepciones. Es un compromiso nacional que ha permanecido inquebrantable durante siglos”.