Clásicos confinados: La vida es sueño

Teatro

#ClásicosConfinados: el teatro también se lee

Profesionales del teatro como Blanca Portillo, Natalia Menéndez, Fran Perea y Álvaro Tato recitan desde sus casas fragmentos de 'La vida es sueño' para celebrar el Día del Libro

21 abril, 2020 16:25

Con motivo del Día Mundial del Libro, que se celebra este jueves, 23 de abril, la compañía de teatro malagueña Jóvenes Clásicos, en colaboración con la Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, han puesto en marcha el proyecto "Clásicos confinados, el teatro también se lee". Una iniciativa que busca la participación ciudadana para inundar las redes sociales con vídeos en los que se lean fragmentos de textos del Siglo de Oro español, con la etiqueta #clásicosconfinados.

Varios actores, directores, dramaturgos y gestores culturales han inaugurado la iniciativa con el vídeo que puede verse sobre estas líneas, en el que declaman fragmentos de La vida es sueño, una de las obras cumbre de Calderón de la Barca y de la historia del teatro. Participan la actriz Blanca Portillo; el actor Fran Perea; Ernesto Arias, actor y codirector del Festival Clásicos en Alcalá; Ignacio García, director del Festival de Almagro; Álvaro Tato, dramaturgo; Rodrigo Arribas, Presidente del Patronato de la Fundación Siglo de Oro; y los actores Noemí Ruiz, Joaquín Notario y Juanma Lara. La voz corresponde a la directora y actriz Natalia Menéndez, actual responsable del Teatro Español de Madrid; las ilustraciones son de Jesús Román; y la música de Blanca Agudo.

Ignacio García publicaba la semana pasada una tribuna en la que afirmaba que “ahí están los valores de los clásicos, perennes e inmutables pese a la tragedia […]. La justicia de Quijote, la libertad de Segismundo o la dignidad de Laurencia”. Y con este ánimo y deseo nacen los Clásicos confinados: mostrar la vigencia de nuestros clásicos hoy y “sacarlos de su confinamiento” para el deleite de los sentidos y alimentar los espíritus de esas personas privadas de libertad.

José Carlos Cuevas, director de Jóvenes Clásicos, suscribe y comparte las palabras de Ignacio García, director del Festival de Almagro: “Si una obra de arte es una adivinanza poética, un juego de ilusiones, mentiras y verdades, un desafío ontológico, de nada sirve si no hay quien pueda jugarlo”. Desafortunadamente, y dada la situación actual, hoy tenemos que jugarlos “en la soledad de nuestro hogares, como un hecho no social, como una contemplación privada del hecho artístico, aunque éste sea un deleite de los sentidos y un alimento esencial para el espíritu”.