Teatro

30 años de Maguy Marin

La compañía de la coreógrafa actúa en Barcelona con su mítica "May B"

28 septiembre, 2006 02:00

May B es de gran impacto y resulta inquietante. El maquillaje y el vestuario recuerdan a la danza Butoh más austera

Estrenada en 1981, May B es la pieza más solicitada del repertorio de la compañía de Maguy Marin. Está basada en la obra de Samuel Beckett, cuyos escritos contradicen en su movimiento y atmósfera teatrales la actuación física y estética de un bailarín. Sin embargo, Maguy Marin descifró en ella el secreto de los gestos más íntimos, ocultos e ignorados. Desde el 28 de septiembre y hasta el 1 de octubre el Mercat de les Flors de Barcelona da la oportunidad de confrontar esta pieza junto con Unweltt, su penúltima obra.

La danza contemporánea tiene un puñado de iconos; creadores que con el tiempo se han convertido en referentes para el público y la profesión. Artistas a los que hay que ver para entender de donde viene la escena actual. Personal, fiel a sí misma y sin miedo de adentrarse en los sentimientos, provocadora, polémica, profunda y prolífica (más de cuarenta obras en su haber) Maguy Marin es una de esas figuras claves en la danza contemporánea europea.

Esta semana la compañía de Marin, residente en el Centro Coreográfico Nacional de Rillieux-la-Pape, llega al Mercat de les Flors de Barcelona con dos obras que permiten visionar la trayectoria de esta artista francesa, hija de padres españoles. Primero está la célebre May B, su impactante lectura de la obra de Samuel Beckett, creada en 1981 y que se ha convertido en todo un clásico del repertorio de la danza contemporánea europea del siglo XX, representada más de 500 veces. Le sigue Umwelt, estrenada en 2004. Además de la presentación de las dos producciones se ha organizado una serie de actividades paralelas que facilitará el acercamiento a la obra de Marin alpúblico y a los profesionales de la danza.

Beckett, fuente de inspiración
Las caras pintadas de gris de May B, con sus muecas y ropajes blancos, son imágenes evocadoras de la danza Butoh. La fuerte teatralidad de esta obra y su relación con la danza, la investigación de los gestos, hasta los más íntimos, y la capacidad de Marin para adentrarse en la visión beckettiana de lo absurdo marcó a más de un joven coreógrafo español en los años 80. En este montaje Marin descubre a Beckett, cuya obra le sigue fascinando. De hecho, otro texto suyo sirve de punto de partida para el nuevo solo que Marin prepara para estrenar el mes que viene: Worstward Ho.

Cuando Marin habló con Beckett de su idea, el escritor expresó su apreciación de La muerte y la doncella, comentario que inspiró a la coreógrafa a la hora de utilizar música de Schubert. May B refiere al término inglés "perhaps" (quizá) que Beckett utiliza muy a menudo. La fértil imaginación de Marin y su capacidad de crear imágenes que, dentro de lo grotesco, llegan a momentos de lirismo, extrae lo esencial de los escritos de Beckett y de su visión sobre los grandes absurdos de la vida. Los habitantes de May B son intemporales, de un lugar indeterminado. Cuando sentimos que nos identificamos con ellos, la sensación es muy inquietante".

Respecto a la segunda pieza, es evocador que haya elegido para titularla el término alemán Umwelt, que significa a la vez "nosotros en el centro" y "el medio que nos rodea". Una pieza en la que el constante ir y venir de los personajes, creando situaciones donde lo más cotidiano contrasta con lo claramente surrealista: "Activos, indiferentes a todo, inventando lo que es posible. Jugando con lo posible sin lograrlo. Llegando a exprimir al máximo todas las posibilidades". La banda sonora de Denis Mariotte, pareja de la coreógrafa y colaborador artístico desde 1991, es un permanente rugido de motor, y el espacio dividido por espejos flexibles colocados en diversos ángulos apoya la sensación de velocidad imparable.

La obra fue creada conjuntamente con sus diez intérpretes, que no son únicamente bailarines, pues entre ellos figuran autores-intérpretes, músicos, compositores y escenógrafos. El conjunto le ha aportado una pluralidad de presencias físicas muy acorde con el tema de Umwelt. Sorprende que en esta obra Marin no figure como coreógrafa, sino como "conceptualista". Lo explica así: "Define mejor lo que trataba de hacer, partir de una idea que pudiéramos desarrollar con la compañía. Personalmente, no me siento fiel a términos como ‘coreógrafo’, yo trabajo con artistas y, por eso, en mi trabajo no sólo hay coreografía, sino que utilizo muchos registros. Siempre trabajo con el cuerpo, a veces como danza, a veces solo como presencia humana. De allí salió el tema del andar."

Respecto a los temas que le inspiran, comenta que "siempre me ha interesado trabajar sobre el género humano. En May B estaba todo eso. Cuanto más avanzo en mi trabajo más trato de eliminar lo superfluo. Y más intento partir de una sola cosa para desarrollarla, como una fuga. Partir de algo muy sencillo y añadir las variaciones que pueden salir de ello, intento huír de temas intelectuales", explica Marín. "En el caso de Umwelt me concentré primero en el cambio del peso del cuerpo de un pie a otro. El andar de cada uno depende de la energía y de su cuerpo". Pero la obra refleja también su preocupación por la situación actual. "Vemos cómo el mundo no se arregla, cada vez es más catastrófico y lo peor es que nos vamos acostumbrando a ello, a las guerras y a la creciente diferencia entre países ricos y pobres. Parece que nos hemos resignado a llevar luto por la pérdida de los ideales del siglo pasado". Preocupada por estos asuntos, ha querido manifestar su visión en esta obra: "Umwelt no es una obra pesimista, pero sí una llamada de atención sobre el ritmo vertiginoso que llevamos y que no nos deja tiempo ni para reflexionar. No tengo lecciones para dar a nadie, yo también estoy en esa historia, en el fondo somos todos parte de una red". La compañía, fundada en 1976, está afincada desde 1998 en la ciudad francesa de Rillieux-La-Pape, cuyo centro coreográfico la acoge como residente.