Xavier Sabata y Julie Fuchs durante una de las escenas de la ópera. Foto: David Ruano

Xavier Sabata y Julie Fuchs durante una de las escenas de la ópera. Foto: David Ruano

Ópera

Entre la seducción y la venganza: la política emocional de Händel revive en el Liceu

Calixto Bieito traslada la ópera a un presente crudo y minimalista, donde el poder se presenta como una trampa moral envuelta en seducción y violencia.

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Del 25 de mayo al 7 de junio, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona presenta una nueva y provocadora versión de Giulio Cesare in Egitto, la aclamada ópera barroca de Georg Friedrich Händel. Bajo la dirección escénica de Calixto Bieito, esta coproducción con la Dutch National Opera reinventa el clásico a través de una mirada ferozmente actual sobre el poder, el deseo y la moral.

La dirección musical corre a cargo de William Christie, figura emblemática de la música barroca, que a sus 80 años debuta en el Liceu con una propuesta histórica: por primera vez, la Orquestra Simfònica del Liceu interpretará una ópera íntegramente con instrumentos de época, rescatando así el color y la riqueza tímbrica del sonido original concebido por Händel en 1724.

Calixto Bieito, conocido por su enfoque visceral y su afán por desnudar los textos hasta lo esencial, plantea Giulio Cesare como una tragedia moral donde la lucha por el poder no admite inocencia. Lejos de limitarse a una recreación de época, Bieito traslada la acción a un presente ambiguo, donde el vestuario actual y la escenografía austera —una gran estructura móvil y funcional— permiten destacar la dimensión psicológica de los personajes.

La ópera gira en torno al encuentro entre Julio César, recién victorioso en la guerra civil romana, y Cleopatra, en plena pugna con su hermano Tolomeo por el trono de Egipto. A partir de esta trama, Händel y su libretista, Nicola Francesco Haym, construyeron una historia de alianzas, traiciones y seducción que Bieito convierte en una parábola moderna sobre el egoísmo, la violencia y la manipulación.

En esta versión, el gesto final de Cesare —la entrega a Cleopatra de un trono que es en realidad una taza de váter— resume la tensión entre el poder y su caricatura. Un símbolo icónico que, lejos de ser una provocación gratuita, condensa el mensaje principal del montaje: el poder se disfraza de virtud, pero casi siempre oculta intereses personales.

Julie Fuchs y Xavier Sabata interpretando a Cleopatra y Giulio Cesare respectivamente. Foto: David Ruano

Julie Fuchs y Xavier Sabata interpretando a Cleopatra y Giulio Cesare respectivamente. Foto: David Ruano

El contratenor barcelonés Xavier Sabata da vida a Giulio Cesare, un personaje complejo, estratégico y emocionalmente contenido. Le acompaña la soprano francesa Julie Fuchs como Cleopatra, desplegando una interpretación vocal brillante y llena de matices, ideal para un personaje que oscila entre la seducción, la vulnerabilidad y la ambición política.

El reparto se completa con artistas de primer nivel como Teresa Iervolino (Cornelia), Helen Charlston (Sesto), Cameron Shahbazi (Tolomeo), José Antonio López (Achilla), Jan Antem (Curio) y Alberto Miguélez Rouco (Nireno), consolidando un conjunto vocal a la altura del virtuosismo musical de Händel.

Compuesta en el apogeo de la carrera londinense de Händel, Giulio Cesare se distingue por su riqueza orquestal, su complejidad dramática y una secuencia de arias memorables que han desafiado el paso del tiempo. Desde el uso de la trompeta en Va tacito e nascosto, que subraya la astucia de Cesare, hasta el dramatismo contenido de Piangerò la sorte mia, donde Cleopatra expresa su desesperación al creer muerto a su amado, la partitura de Händel sigue sorprendiendo por su modernidad emocional.

Con siete arias tanto para Cleopatra como para Cesare, además de dúos, coros y sinfonías, la ópera ofrece una experiencia vocal e instrumental inigualable. La visión de William Christie, al frente de la orquesta con instrumentos de época, garantiza una lectura fiel al espíritu del siglo XVIII, sin renunciar a la intensidad expresiva que requiere una propuesta contemporánea.

Xavier Sabata y Julie Fuchs durante la rueda de prensa. Foto: David Ruano

Xavier Sabata y Julie Fuchs durante la rueda de prensa. Foto: David Ruano

Coincidiendo con las funciones de Giulio Cesare, el Saló dels Miralls del Liceu acoge la exposición El somni de les bàquides, del artista barcelonés Sergio Roger. Con esculturas textiles elaboradas con telas antiguas y materiales naturales como la seda cruda, Roger reinterpreta la antigüedad clásica para cuestionar las narrativas idealizadas del pasado. Sus piezas, tan delicadas como conceptualmente potentes, dialogan con la ópera en su voluntad de desmitificar la historia y explorar sus resonancias en el presente.