Image: Mena, Rattle, Mehta, Christie...

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Ópera

Mena, Rattle, Mehta, Christie...

9 junio, 2017 02:00

Escena de la Madama Butterfly de Joan Anton Rechi, que podrá verse en Peralada. Foto: Hans Jorg Michel

Sustancioso menú en nuestros festivales: grandes orquestas (Filarmónica de la BBC, Sinfónica de Londres, Philarmonia...), óperas (Madama Butterfly, Fidelio, Tenorio...) y mucho repertorio camerístico.

Santander (2-31 de agosto) va, tras la crisis de hace unos años, pasito a pasito centrándose y ampliando su radio de acción; sin perder sus señas de identidad. Esta edición acoge a orquestas de tronío: la Filarmónica de la BBC al mando de su conspicuo titular, el vitoriano Juanjo Mena, siempre seguro y eficiente (Egmont de Beethoven, Rapsodia Paganini de Rachmaninov con Pérez Floristán, Sinfonía fantástica de Berlioz); Royal Philharmonic de Londres dirigida por el veterano Charles Dutoit (Variaciones Enigma de Elgar y Quinta de Beethoven); Balthasar Neumann Coro, solistas y Ensemble de instrumentos de época a las órdenes de su fundador, Thomas Hengelbrock (bonito programa: Stabat Mater e Inacabada de Schubert y Misa en do mayor de Beethoven); Cincinnati Symphony Orchestra con Louis Langrée (Adams, Bruch con Renaud Capuçon y Brahms). Nada nuevo bajo el sol.

Tampoco presenta grandes novedades la Asian Youth Orchestra con James Judd en el podio (Shostakovich con el virtuoso violinista Vadim Repin, y la Sinfonía n° 1 de Mahler). El Requiem de Verdi se presenta con mimbres interesantes: Orfeón Donostiarra, Filarmónica de Luxemburgo, un apañado cuarteto solista (Siri, Barcellona, Poli y Zanellato) y una batuta pujante, la del español Gustavo Gimeno. Lo que será una gran fiesta es el acto gobernado por Jordi Savall que lleva por título Las rutas de la esclavitud con la incorporación de todos sus conjuntos y músicos de otros muchos países. Curiosa será la actuación del Natalia Ensemble con sus reducciones de la Heroica de Beethoven y la Sinfonía de Arriaga. Y estreno de la cantata La isla desolada, en cinco episodios, de Tomás Marco sobre texto de González Sarmiento. El Cuarteto Casals (Beethoven) y La Galanía de Raquel Andueza (Monteverdi & friends) completan lo principal de un cartellone atractivo.

Escena de Las Bodas de Fígaro, producción de Spoleto que llega a la Quincena. Foto: Quincena

No lejos de allí, en San Sebastián, la Quincena Musical (26 de julio-31 de agosto) alcanza nada menos que su edición número 78 y continúa, superados recientes peligros, adelante con su programación, siempre fiel a las consignas de variedad, coherencia y un cierto tono didáctico. En relación con esto último, son especialmente destacables las actividades conectadas con la música antigua, contemporánea, el órgano y los públicos infantiles o juveniles. El Insieme Strumentale di Roma, Vozes del Ayre, KEA Ahots Taldea, Concerto 1700 y el famoso clavecinista Pierre Hantaï son protagonistas del primer apartado; Sonido Extremo (con Jordi Francés), la Coral de Cámara de Pamplona, el piano de Ricardo Descalzo y Sigma Project (cuarteto de saxofones, con estreno europeo de tres cuartetos de Posadas) del segundo; Loreto Aramendi, Yves Rechsteiner, Esteban Elizondo, Alessandro Bianchi u Óscar Candendo, entre otros, del tercero. Gratis o a precios muy populares.

Los grandes fastos se desarrollan en el Kursaal. Por él van a desfilar las mismas orquestas que han participado en Santander, excepto la Filarmónica de Londres. La Filarmónica de la BBC, además de tocar el Concierto para violonchelo de Elgar y la Fantástica de Berlioz, intervendrá, junto al Orfeón Donostiarra, en una versión concertante de Fidelio de Beethoven, que tiene como protagonistas a Stuart Skelton, Ricarda Merbeth, Brindley Sherratt y Detlef Roth; un reparto apañado. Lo es el que poco más tarde dará forma, con la Sinfónica de Euskadi y Yi-Chen Lin en el foso, a Las bodas de Fígaro de Mozart: Lucas Meachem, Carmela Remigio, Simón Orfila, Clara Mouriz y Marina Rodríguez-Cusì entre otros. Producción de Spoleto. La pianista Yuga Wang y el violinista Leonidas Kavakos, un dúo formidable, actuarán en el Victoria Eugenia. Allí estará también el chelista Steven Isserlis.

Sigamos con ópera, género que pasa de nuevo por Peralada (6 de julio-17 de agosto). Hay una propuesta original y atractiva, que propone la escucha del famoso Dido y Eneas de Purcell en versión semiescenificada con la participación de la Academia Barroca Europea d'Ambronay dirigida por el antiguo tenor Paul Agnew, que en esta ocasión se desliga de Les Arts Florissants. Cuenta con voces especializadas: Kerstin Dietl, Aurora Peña, Jean Christophe Laniéce... Lo más interesante es que el programa se completa con extractos de Didon de Henry Desmarest (1661-1741). Damos un salto de varios siglos para acercarnos a Madama Butterfly de Puccini, que se representará según la puesta en escena del siempre fantasioso Joan Anton Rechi y bajo el mando musical de Dan Ettinger. Atención a la protagonista albanesa, Ermonela Jaho, soprano sensible, aunque quizá algo falta de cuerpo vocal para Cio-Cio-San. El americano Bryan Hymel, voz extensa no muy voluminosa, es Pînkerton y un bien asentado Carlos Álvarez, Sharpless.

Ainhoa Arteta dedica un monográfico a Puccini recordando a Victoria de Los Ángeles. La acompaña la orquesta que lleva el nombre de la extinta soprano. Dirige Pedro Pardo, autor de otras obras programadas: Adagio para cuerdas, Oriental y A ti, estas dos últimas estrenos. La virtuosa soprano lírico-ligera Julia Lezhneva con el piano de Mikhail Antonenko ofrece un recital en el que se mezclan Haendel, Rossini y Schubert, y el veterano tenor Gregory Kunde, hoy tan en boga tras su ‘resurrección vocal', nos ofrece, con José Ramón Martín en el teclado, un concierto en el que se combinan melodías líricas de Rossini, Bellini y Verdi con ejemplos acrisolados de la mejor vocalidad operística de este último, Puccini y Leoncavallo.

Torroella de Montgrì (28 de julio-20 de agosto) ha sabido reunir una serie de importantes nombres en el dominio de la música barroca e hilar de este modo un programa de especial interés. Así vemos que el Ensemble la Fenice regresa para tres conciertos dedicados en parte a la memoria de Monteverdi que van a ser dirigidos por el trompetista Jean Tubéry. Por su parte, el grupo residente del festival, Academia 1750, con Massimo Spadano al frente, toca Beethoven, Mozart y Haydn. Al teclado tenemos por un lado al clavecinista Benjamin Alard (Variaciones Goldberg de Bach) y al gran pianista Grigory Sokolov, hermético y analítico, con un programa que incluye Mozart y Beethoven. Otro histórico pianista, Joaquín Achúcarro, pone su granito de arena tocando Grieg y Noches en los jardines de España de Falla en unión de la Orquesta del Vallés y Rubén Gimeno.

Y nos quedan otras ofertas de gran interés propuestas por dos de las mejores agrupaciones de los últimos decenios, pioneras en algunos casos: Academy of Ancient Music bajo el mando de Pavlo Beznosiuk con obras de Bach y Telemann y un grupo reducido de la Academy of St. Martin-in-the-Fields, que toca composiciones de Rossini, Brahms y Schubert. Hacía 17 años que no visitaban la muestra. Y tenemos todavía otras dos sesiones muy estimulantes: una con el Cuarteto Quiroga (Arriaga, Rodolfo Halffter y Ginastera); otra con Jordi Savall y su Herperion XXI, al que se une el mexicano Tembembe Ensamble Continuo (Folías antiguas y criollas. De la Antigua Hesperia al Nuevo Mundo).

Nos vamos al vecino Festival de Vilabertrán (17 de agosto-3 de septiembre), como siempre centrado en la parcela del lied, completada habitualmente con otras prospecciones. Hay este año una nervadura central establecida por la serie beethoveniana del Cuarteto Casals. A su alrededor se han edificado unos programas en los que participan algunas de las más interesantes voces del presente: la mezzo Sarah Connolly (Strauss, Zemlinsky, Eisler, Britten, Korngold), el barítono Matthias Goerne (Schumann, Eisler, Wolf, selección que ya ofreciera en la Zarzuela de Madrid), la soprano Kate Royal (Schumann, Loewe, Fauré), y los tenores Christoph Prégardien (Winterreise de Schubert) e Ilker Arcayürek (lieder de Schubert). Wolfram Rieger, muy presente desde hace años en el festival, es el acompañante de este nuevo valor. En los demás recitales participan Malcolm Martineau (tres veces) y Alexander Schmalcz. A reseñar la presencia de la severa violista Isabel Villanueva, acompañada de François Dumont (Schubert, Schumann, Brahms) y de los pianistas Nicholas Angelich (Haydn, Beethoven, Brahms) y Javier Perianes (Debussy, Falla y Schubert). Se proyecta asimismo una schubertiada para pequeños y grandes, en la que David Puertas dirige a la Camerata 432, formación que colabora igualmente con la violinista Muriel Cantoreggi y que dedica su concierto con obras de Schubert, Cervelló y Mozart a los 25 años de la muestra.

Simon Rattle estará en Granada con La Sinfónica de Londres. Foto: José Albornoz

Continuamos camino hacia el sur y desembocamos en Granada (23 de junio-14 de julio), ciudad en el que se celebra otro de los festivales más antiguos del país. Empecemos por los conciertos con orquesta, esos que siempre busca el respetable. La muestra se abre con los aceptables conjuntos del San Carlo de Nápoles gobernados por la imantada batuta de Zubin Mehta. Un plato fuerte en los atriles: la Novena de Beethoven. Cuatro solistas de buen tono: Julianna di Giacomo, Lilly Jorstadt, Robert Dean Smith y Wilhelm Schwinghammer. Otro manjar no menos ampuloso, aquí también programado: el Requiem de Verdi, a cargo de la Orquesta y Coro Nacionales dirigidos por su titular, el despierto David Afkham. Camilla Nylund, Veronica Simeoni, Saimir Pirgu y Christopher Purves son los aceptables solistas, aunque no vemos al último, barítono más bien opaco y engolado, en esta composición.

Pero antes habremos escuchado la Sinfonía n° 6, Trágica, de Mahler, obra tumultuosa y compleja, que sonará en los timbres de la soleada Sinfónica de Londres llevada de la mano de su titular desde hace poco, sir Simon Rattle. Y al día siguiente, orquesta y director acompañan a la refinada Janine Jansen en el Concierto para violín de Sibelius e interpretan la Segunda de Brahms. La Philharmonia londinense remata con el ballet completo de El pájaro de fuego de Stravinski. El artista de la casa -nuevo director del festival además-, Pablo Heras-Casado, estará al frente. Anotemos también a la histórica Orchestra of the Age of Enlightenment con William Christie y a la Joven Orquesta Nacional con Víctor Pablo Pérez (otra pieza valiosa: Novena de Mahler). La Orquesta Ciudad de Granada con Pablo González cierra la muestra: gala mozartiana en la que cantarán algunos de los solistas ganadores del I Concurso Mozart. Hay recitales muy atractivos: Elena Gragera (Música en Palacio), Raquel Andueza (Monteverdi & friends), Javier Perianes, el Cuarteto Bretón (Gorecki, Shostakovich), Música Ficta (El camino de Flandes). Y el ballet: CND, Víctor Ullate, Béjart.

Free Bach 212 de la Fura Dels Baus estará en El Escrial

Nos vamos al centro, a El Escorial (25 de junio-5 de agosto), cuyo festival tiene uno de sus puntos fuertes en la comentada producción de Las bodas de Fígaro que estará también en la Quincena. Y nos encontramos con un estreno: una nueva ópera de Tomás Marco: Tenorio, que dirigirá en concierto Santiago Serrate. Raquel Lojendio, José Antonio Sanabria, Alfredo García y el Grupo Modud Novus estarán bajo su mando. Nos topamos con otra Novena de Beethoven, en la que Encinar dirige a la Orquesta Sinfónica Verum y al Coro de la Universidad Politécnica. Solistas de casa: Ruth Iniesta, Carol García, Alejandro del Cerro e Isaac Galán. Interesante apuesta por orquestas jóvenes: Pittsburg con Francesco Lecce-Chong; Comunidad de Madrid con Martín Jorge; Juvenil del Sodre (Uruguay) con Ariel Britos, que combina a Brahms con Gardel. La Fura dels Baus le hará un guiño a Bach en Free Bach 212. El Ballet Nacional de Cuba que dirige y el Ballet de Ullate (Carmen) completan una programación sin grandes alharacas, pero con su atractivo.