Tres obras maestras de la producción camerística schubertiana componen el presente disco: el encantador "Quinteto con piano en la mayor", más conocido como "La trucha", por el tema del lied homónimo que sirve de base a las variaciones del cuarto movimiento; la bellísima sonata para "arpeggione", una especie de laúd-violonchelo que no llegó a imponerse pero dio origen a esta maravillosa partitura, y el "Adagio para trío en mi bemol", ese "Nocturno" intenso y lacerante.
El aspecto interpretativo ya es cuestión de gustos. Los integrantes de L"Archibudelli (la violinista Vera Beths, el viola Jörgen Kussmaul, el chelista Anner Bylsma y el pianista Jos van Immersel, más el contrabajo de Marji Danilow) son excelentes músicos, y el sonido que producen cálido y sugerente. Además, el hecho de utilizar un violonchelo "piccolo" en la "Arpeggione" le otorga un punto más de encanto y autenticidad. Pero a veces los ataques (resaltados por una grabación transparente) resultan algo hirientes, y en algunos momentos se echa en falta un poco más de reposo.
El aspecto interpretativo ya es cuestión de gustos. Los integrantes de L"Archibudelli (la violinista Vera Beths, el viola Jörgen Kussmaul, el chelista Anner Bylsma y el pianista Jos van Immersel, más el contrabajo de Marji Danilow) son excelentes músicos, y el sonido que producen cálido y sugerente. Además, el hecho de utilizar un violonchelo "piccolo" en la "Arpeggione" le otorga un punto más de encanto y autenticidad. Pero a veces los ataques (resaltados por una grabación transparente) resultan algo hirientes, y en algunos momentos se echa en falta un poco más de reposo.