El maestro ruso Teodor Currentzis. Foto: Sébastien Gréville

El maestro ruso Teodor Currentzis. Foto: Sébastien Gréville

Música

Teodor Currentzis se pone barroco con musicAeterna: llega a España con un repertorio 100% haendeliano

El director ruso inicia una gira por Madrid, Valencia y Barcelona con páginas operísticas y oratorios de Haendel.

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Se anuncia una minigira del director ruso de origen griego Teodor Currentzis por España: Auditorio Nacional de Madrid (viernes 17), Palau de la Música de Valencia (19) y Palau de la Música de Barcelona (21).

Veremos su ágil actitud en el podio, dominadora, presidida por movimientos ampulosos y de gran recorrido.

El maestro ateniense, nacido en 1972, es amigo, lo sabemos de primera mano por todas las veces que lo hemos visto aquí, de hacer descubiertas, de plantear nuevos acercamientos a las obras, de tratar de hallar las verdades que respecto a ellas les han pasado desapercibidas a otros. Un adalid de lo auténtico, de lo prístino.

Al menos desde su punto de vista, discutible, como todos. Sus amplios brazos controlan y marcan, sugieren y anticipan.

Lo hemos comprobado escuchándole en Mahler, Chaikovski o Shostakóvich con distintas orquestas, entre ellas la de la que es titular, musicaAeterna, que es la que lo acompaña en esta ocasión.

Y con un programa insólito integrado por composiciones de variado signo pertenecientes a algunas de sus más famosas óperas y oratorios acompañadas en este caso de páginas instrumentales.

Comienza el preludio de la ópera Theodora, al que le sigue un aria del oratorio La resurrezione, Augelleti ruscelleti, que nos pone ya en situación para degustar de inmediato el famoso Himno de la coronación de Zadok the Priest. Este da paso a otra aria de La resurrezzione, la espeluznante Disserratevi, o porte d’Averno.

Sigue la fiesta haendeliana con una obra instrumental, la obertura de la ópera Agrippina, seguida del recitativo y aria As with Rosy Steps de Morn del oratorio Theodora (no hace mucho presentado como ópera, con un montaje muy discutible, en el Teatro Real).

La cosa se anima enseguida con un dúo con coro del salmo Dixit Dominus, una nueva muestra del talento del compositor. Luego tomamos contacto con el magnífico oratorio de juventud, obra luminosa y cálida, L’allegro, il penseroso ed il moderato, del que se escuchará el aria con coro Oh, Let the Merry Bells Ring Round.

El director, amigo de plantear nuevos acercamientos a las obras, es un adalid de lo auténtico

Irrumpe más tarde con fuerza la ópera Amadigi di Gaula y el aria Pena tiranna. Después un fragmento señalado de la célebre Oda para el cumpleaños de la Reina Ana: Eternal Source of Light Divine.

No podía faltar música de una de las obras más conocidas del compositor, la Música acuática, de la que se ofrece el número 2, Alla Hornpipe. Vuelve Theodora con el coro He Saw the Lovely Youth.

Después esa maravilla que es el aria Piangerò la sorte mia de la ópera Giulio Cesare in Egitto, seguida muy inteligentemente de otra aria, Vaghe pupille, precedida del recitativo Ah! Stigie larve.

La sesión se cierra en alto con dos coros: O Love Divine, thou Source of Fame de Theodora y Sing Ye to the Lord, de Israel en Egipto, este con el protagonismo de la soprano solista.

Se cuenta con un variado equipo de voces, poco o nada conocidas entre nosotros. Recojamos sus nombres: Tatiana Bikmukhametova, Ksenia Dorodova, Diana Nosyreva, Iveta Simonyan y Sofia Tsygankova, sopranos; Yulia Vakula, mezzo, y Andrey Nemzer, contratenor. Con la citada orquesta Musica Aeterna y su coro.