Nadine Sierra en 'La traviata'. Foto: Sergi Panizo

Nadine Sierra en 'La traviata'. Foto: Sergi Panizo

Música

'La traviata' en los bajos fondos de París: vuelve al Liceu la ópera de Verdi en la versión de David McVicar

La ópera barcelonesa recupera la producción del regista británico, con funciones del 17 de enero al 2 de febrero y con Nadine Sierra, Ruth Iniesta, Javier Camarena y Xabier Anduaga en el elenco.

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Recala nuevamente en el Teatro del Liceu, donde se representó hace tan solo cuatro años, La traviata de Verdi. Las funciones, que se extenderán desde este viernes, 17 de enero, al 2 de febrero, seguirán la pauta escénica ideada por David McVicar hace tiempo en lo que es una coproducción del coliseo barcelonés, la Scottish Opera de Glasgow, el Teatro Real y la Welsh Opera.

El agudo regista británico, de quien hemos visto hace muy poco en el Real su excelente producción de Maria Stuarda de Donizetti, siempre tiene cosas nuevas que decir sin traicionar ni a la música ni al libreto. En este caso se rebela contra la imagen glamourosa que mucha gente tiene de la obra y ambienta su producción “en los bajos fondos de París, un entorno oscuro y amoral”.

Muy interesante visión, en la que se resalta que los temas de la ópera no son ni la alegría de vivir ni el amor melodramático, sino el sexo fuera del matrimonio, la enfermedad, la quiebra de la ilusión y la muerte. Por eso, en sugerente metáfora, la lápida de Violetta ocupa todo el suelo del escenario. “Un recordatorio de que la condena a muerte es un tema central de la ópera”.

El reparto es de lo más atractivo, aunque a las dos sopranos protagonistas, que se alternan, les falte algo de musculatura vocal. Son dos sopranos lírico-ligeras: Nadine Sierra, más cerca a lo lírico puro, bien esmaltada, de fluida y bien coloreada emisión e interesantes claroscuros; y Ruth Iniesta, de menor tonelaje pero que lleva el papel a su terreno y acaba por convencernos gracias a su grácil vibrato y a su aplicación decidida.

Dos tenores también lírico-ligeros les dan la réplica: Javier Camarena, veterano y seguro, y el creciente Xabier Anduaga, aún en formación. Ninguno posee el lirismo pleno que demanda la parte. Germont será encarnado por tres buenas y muy diferentes voces baritonales: Artur Rucinski, elegante y fraseador; Mattia Olivieri, expresivo y en formación; y Lucas Meachem, enjundioso y oscuro. El dotado y vigoroso Giacomo Sagripanti empuñará la batuta.