257 artistas y 289 conciertos a lo largo de toda una semana. Con semejante músculo irrumpe en Madrid por primera vez el festival Primavera Sound, toda una institución en Barcelona que acaba de celebrar en la capital catalana su 21.ª edición. Madrid toma ahora el testigo con un cartel prácticamente idéntico en el que sobresalen Rosalía, Depeche Mode, New Order, Kendrick Lamar y Blur, entre otros.

Primavera Sound ha ido fortaleciendo su vínculo con Madrid en los últimos meses, organizando actividades y conciertos, especialmente en las fiestas del 2 de mayo y de San Isidro. Esta semana llega la hora de la verdad. El festival ya ha comenzado con la sección paralela Primavera en la Ciudad, que se desarrolla en varias salas de conciertos de la capital —con artistas de primera fila como The War on Drugs, St. Vincent, Loyle Carne, Yves Tumor o The Comet Is Coming— mientras que el festival propiamente dicho tendrá lugar a partir del jueves en la Ciudad del Rock de Arganda, donde se han levantado nada menos que 12 escenarios.

No obstante, el miércoles se celebra una jornada inaugural en el estadio Cívitas Metropolitano, sede de los partidos del Atlético de Madrid, a cargo del legendario dúo de pop electrónico Pet Shop Boys, de acceso gratuito aunque con las invitaciones ya agotadas para aquellos que no disponen de abono para el festival. Antes de ellos actuarán también Jake Bugg, Confidence Man y La Paloma.

La movilidad ha sido una de las piezas más importantes y complejas a la hora de armar el puzle logístico del festival, como explicó a El Cultural su directora, Almudena Heredero. Desde el estadio Metropolitano —donde habrá otro escenario con actuaciones de grupos locales— saldrán los autobuses lanzadera gratuitos que ha puesto el festival para llegar al mastodóntico recinto al aire libre de Arganda, donde tendrá lugar el grueso del festival, con medio centenar de actuaciones cada uno de los tres días, del jueves al sábado (que serán retransmitidas gratis a través de Amazon Music Live). La elección de esta ubicación, bastante alejada del núcleo de la localidad, evitará seguramente protestas vecinales como las que han tenido lugar en la edición barcelonesa.

El jueves destacan en el cartel dos bandas británicas legendarias de los años ochenta, New Order, y de los noventa, Blur. Hacía 15 y 20 años, respectivamente, que no tocaban en la capital. A ellos se suma una nueva estrella del pop como la estadounidense Halsey. También sobresalen Darkside, Le Tigre, NxWorries (la conjunción de Anderson .Paak y Knxwledge) y Turnstile, Central Cee, Drain Gang, Loyle Carner, el rapero Pusha T, Rema y los veteranos Sparks.

Damon Albarn, cantante de Blur, durante el concierto de la banda británica el pasado jueves en Primavera Sound Barcelona. Foto: EFE/Alejandro García

El viernes se reparten el protagonismo Kendrick Lamar, para muchos el rey actual del rap, que actuará por primera vez en Madrid, y una banda tan longeva como idolatrada que sigue en plena forma, Depeche Mode. Más veteranos: la banda de rock experimental Swans y las leyendas del punk Bad Religion, el indie folk de The Moldy Peaches. También se escuchará el synth pop de la francesa Christine and the Queens, y cobra fuerza en el cartel la música electrónica, con Four Tet, Fred Again.., Skrillex, el barcelonés John Talabot y el californiano Channel Tres, que desde el emblemático y conflictivo barrio de Compton (Los Ángeles) ha ganado notoriedad con su arrebatadora mezcla de house y hip hop.

El sábado la reina indiscutible de la noche será Rosalía, que en sus redes sociales ha hecho una comparativa visual entre dos actuaciones suyas en Primavera Sound: la de 2017, cuando su carrera empezaba a despuntar y actuó sentada junto a Refree a la guitarra, y la del pasado sábado en Barcelona, en plena cumbre de su trayectoria, cerrando el festival con un mar inabarcable de personas rindiéndole culto.

Y si Rosalía es la reina, otra barcelonesa, Bad Gyal es la princesa macarra de la música urbana, que mezcla con reguetón y los aires jamaicanos del dancehall. El dance de Calvin Harris es otro de los grandes reclamos de la última jornada del festival, al igual que el techno contundente de Charlotte de Witte, el rock sureño de My Morning Jacket, el pop alternativo de St. Vincent, Maggie Rogers y Caroline Polachek, el glam rock de los romanos Maneskin. Se escuchará también la elegante mezcla de pop alternativo, R&B y trip hop de la poeta y cantautora británica Arlo Parks o el house con raíces en el disco y el soul de Jayda G.

También el sábado hay una doble cita obligada para los melómanos que quieran asomarse a la historia de la música del siglo XX. En el Auditorio Primavera (en The Music Station, en Príncipe Pío), actuarán consecutivamente Laurie Anderson y John Cale, a los que une su relación con Lou Reed. La artista multidisciplinar y experimental, de 76 años, estuvo casada con Reed hasta su muerte en 2013, y Cale, de 81, fue cofundador de The Velvet Underground, una de las bandas determinantes en la evolución del rock.

John Cale durante su concierto del pasado sábado en Primavera Sound Barcelona. Foto: EFE/Marta Pérez

Si el cuerpo aguanta, el domingo habrá una jornada de clausura con una nueva cita de Brunch Electronik, la fiesta que está animando los últimos fines de semana en la capital, que se ha aliado con Primavera Sound para poner la guinda al festival con las actuaciones de Vitalic, Diplo, Ben Böhmer y Camelphat.

Con estos mimbres, toda la carne en el asador y el objetivo de estrechar lazos con la comunidad local se presenta la primera edición madrileña de Primavera Sound, uno de los festivales de mayor prestigio en todo el mundo, que, según su directora, no pretende competir con Mad Cool, el gran festival de la capital que, no obstante, acumula ya un pequeño historial de problemas, fallos de organización y cambios continuos de ubicación, y que celebrará su sexta edición del 6 al 8 de julio. De lo que ocurra esta semana depende que Primavera Sound llegue o no a tomarle la delantera y convertirse en el principal festival de música de Madrid.