Jakub Józef Orlinski. Foto: Jiyang Chen

Jakub Józef Orlinski. Foto: Jiyang Chen

Música

Orlinski, el canto impoluto en el Auditorio Nacional

El contratenor polaco, cuya popularidad se va disparando, ofrece este domingo en el Auditorio Nacional un sugerente repertorio de arias de Haendel

15 enero, 2021 16:19

Se anuncian sustanciosos conciertos dentro de la programación del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Sin duda uno de los más atractivos es el protagonizado por el ascendente contratenor polaco Jakub Józef Orlinski, un artista que va ganando posiciones entre los de su cuerda a pasos agigantados y con quien conversábamos hace un año en estas mismas páginas. Lo recordamos en Madrid en una versión concertante de Rinaldo de Haendel de marzo de 2018. Aún no había adquirido la fama y el relieve que posee a día de hoy cuando anda por la treintena.

Por derecho propio se ha convertido en el último lustro en una de las grandes sensaciones de la escena barroca internacional. Comenzó su meteórica carrera en el Coro masculino Gregorianum, una formación que adquirió notoriedad hace unas diez temporadas. Más tarde se graduó en la Universidad Fryderyk Chopin. Fue completando su formación más adelante en la Academia Nacional de Arte Dramático Aleksander Zelwerowicz y pasó inmediatamente a engrosar el elenco del Gran Teatro de Varsovia. Dio el salto a la Juilliard School de Nueva York y a continuación estudió con la soprano Edith Wiens, una magnífica representante del canto barroco y clásico. Rápidamente comenzó a introducirse en la literatura haendeliana e hizo suyos personajes como Ruggiero de Alcina o Narciso de Agrippina, ambas de Haendel, en seguimiento de estelas de voces de su cuerda como Andreas Scholl, Max Emanuel Cencic, Philippe Jaroussky y Franco Fagioli.

Acumula ya un repertorio amplísimo, centrado particularmente en el barroco, con Vivaldi y Haendel a la cabeza y que está paseando por el ancho mundo. Su estilo y facultades pudieron ser estimados hace más o menos un año en el Palau de la Música Catalana. Su currículum está plagado de premios: el Sembrich de Nueva York (2015), Moniuszko de Varsovia (2016), Oratorio Solo Competition de Nueva York (2016), ganador de la Gran Final de Audiciones del Metropolitan de la misma ciudad norteamericana...

La línea vocal que caracteriza a Orlinski está siempre bien dibujada, con una entonación admirable y segura

Curiosamente, es campeón de break dance, lo que redunda en el mantenimiento de una asombrosa forma física que lo faculta también para reforzar su ya magnífica técnica respiratoria y mantener en todo momento un apoyo muscular sensacional. Esto favorece la realización de largas frases, finamente esculpidas, y le ayuda a practicar caracoleos y florituras incesantes, en los que tan ricas son las obras que suele cantar.

Sin exhibicionismos

El timbre es el de una soprano lírico-ligera: claro, luminoso, radiante en un agudo que emite sin aparentes problemas. La línea de canto es impoluta, siempre bien dibujada, con una entonación admirable y segura. Más fácil que la del actual Jaroussky, a quien se le ha ido oscureciendo la voz, y más sobrio que Fagioli, en todo momento más equilibrista, Orlinski exhibe una sonoridad bien trabajada, en la que el registro modal se integra en la misma columna, sin rupturas, sin veleidades y sin innecesarios exhibicionismos. Se puede comprobar en cualquiera de sus visitadísimas interpretaciones colgadas en Youtube. Una manera de apreciar la limpieza de emisión, la igualdad de la gama y la elegancia del canto.

En el concierto, que se celebrará en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional el día 17, y que lleva como sugestivo lema Eroi. Battaglia tra strumento e la voce, Orlinski se enfrenta a auténticos miuras operísticos: aria Sento il seno de Il Giustino de Vivaldi en la primera mitad; y en la segunda, a un genuino festival haendeliano: A dispetto d'un volto ingrato de Tamerlano, Siam prossimi al porto de Rinaldo, Furibondo spira il vento de Partenope, tres arias de Tolomeo: Stille amare, Torna sol per un momento y Cielo in- giusto, y, como colofón, la formidable Agitato da fiere tempeste de Riccardo I, re d’Inghilterra. Tendrá la inapreciable colaboración del conjunto barroco polaco de Cracovia Il Giardino d’amore que dirige Stefan Plewniak, que completará la sesión con páginas instrumentales del Prete Rosso. Para hacer la cita más atractiva, hora y media antes, a las 17:30, el especialista Eduardo Torrico dará una charla ilustrativa en el Salón de actos del Auditorio dentro del encuentro Contexto barroco.