Image: Juanjo Mena: “De secundaria debe salirse leyendo partituras”

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Música

Juanjo Mena: “De secundaria debe salirse leyendo partituras”

13 mayo, 2016 02:00

Juanjo Mena. Foto: Michal Novak

Seguramente la más alta cumbre que puede coronar un director de orquesta es el podio de la Filarmónica de Berlín, envuelto en un halo legendario. Juanjo Mena se subirá a él los próximos días 26, 27 y 28 para desplegar dos visiones de España (la de Falla y la de Debussy), un país que le duele por el descuido de la música en los planes lectivos.

Contadísimas batutas españolas han subido al podio de la Filarmónica de Berlín. Repasemos: José Barradas, Frücbeck de Burgos, Ros-Marbá, López Cobos, Cristóbal Halffter, Plácido Domingo y Heras-Casado. A esa privilegiada nómina se sumará el próximo 26 de mayo Juanjo Mena, ‘fichado' por Simon Rattle para exhibir un programa de radical hondura hispánica: Iberia, de Debussy; Concierto de arpa, de Ginastera; y El sombrero de tres picos, de Falla. Es un hito que constata la elevada cotización internacional del director vitoriano, titular de la BBC Philarmonic y asiduo colaborador de las grandes agrupaciones norteamericanas. Aunque esa vocación cosmopolita no significa un alejamiento de España. De hecho, la Orquesta Nacional acaba de ungirle como su ‘Director Asociado', rango que le ubica en la primera línea sucesoria al trono de David Afkham.

Pregunta.- ¿Dirigir a Filarmónica de Berlín era uno de sus sueños de director imberbe?
Respuesta.- Cuando yo empezaba en esto, me fijaba sobre todo en la imponente presencia de Karajan. Luego empecé a valorar a la orquesta. Dirigirla es un premio a un intenso trabajo de muchos años con tantas formaciones, la primera la de aquellos muchachos a los que tenía que afinarles el violín y colocarles los atriles.

P.- ¿El sonido de los berliner sigue siendo único?
R.- Lo voy a poder vivenciar desde el podio, una posición desde donde la música se aprecia de manera muy diferente. Los he escuchado varias veces en directo y su sonido es inmenso, potente, impactante, rico y de una altísima calidad.

P.- Aparte del sonido, ¿qué otras características ‘instransferibles' la diferencian del resto?
R.- Siempre ha estado a la vanguardia de la técnica. Son pioneros en el lanzamiento de los lps y cds con los que creció mi generación y ahora con el Digital Concert Hall. Cuidan mucho de su imagen y de cómo la proyectan. También son únicos, en cómo eligen a sus titulares: son los músicos los que deciden. Últimamente su mayoría germana se ha diluido: sus intérpretes componen una amalgama de nacionalidades, ya es una orquesta global.

P.- ¿Qué le pareció la elección de Petrenko, para muchos sorprendente?
R.- Para los que estamos en este oficio no lo fue. Siempre ha demostrado un gran respeto y una gran sensibilidad por la música. Es muy interesante la decisión. Parecía que las únicas opciones eran un maestro consagrado o uno mediático y, sin embargo, escogieron a alguien con el que creían que iban a poder trabajar día a día y continuar mejorando.

En Estados Unidos un director puede despistarse con el business. Yo me levanto a las seis de la mañana para llegar preparado a los ensayos y eso es lo que quiero seguir haciendo"

P.- Con su programa lucirá dos visiones musicales de España: la de Debussy y la de Falla. ¿Cómo se complementan?
R.- Hay un hilo muy lógico que las une. No se pueden entender ciertas orquestaciones y colores de Falla sin la influencia de Debussy y tampoco se entiende cómo éste pudo hacer un retrato tan minucioso de España sin apenas haberla pisado, salvo que rastreemos su admiración por Falla, patente en los cuadros que le dedicó y que hoy pueden verse en casa de nuestro compositor en Granada.

P.- También celebrará el centenario de Ginastera con su Concierto de arpa.
R.- Siempre he estado muy impregnado de su música a través de mi manager, Humberto Orán. Tenía muy claro que debía homenajearle. Ya hice en Pamplona el Concierto para arpa y me fascinó. No hay muchos conciertos para este instrumento y este es uno de los mejores.

P.- Aunque quizá prefiera las resonancias amaderadas de la txalaparta, que se integra tan bien en una sinfonía, como demostró dirigiendo con la OCNE Zuhaitz, de Erkoreka.
R.- Ginastera tiene mucha relación con Zuhaitz. En su época no se hacían conciertos para arpa. Fue siempre un gran innovador, incorporando a la vanguardia elementos folcloristas, a los que terminaba elevando. Integrar la txalaparta en una pieza sinfónica va en la misma línea. Zuhaitz es una obra bellísima, que caló en el público y en los músicos. Y por supuesto en mí, porque la txalaparta forma parte de uno de los lenguajes de mi infancia.

P.- ¿Cómo describiría el momento que atraviesa la OCNE?
R.- Está viviendo un cambio generacional muy interesante. En todas partes del mundo encuentro instrumentistas españoles. Muchos de ellos acaban volviendo y sumando en nuestras orquestas. Además, la labor de base de la JONDE está ofreciendo magníficos frutos. Todo eso nutre y regenera a la Orquesta Nacional y el público lo aprecia de manera entusiasta. Son tiempos de comunión entre la gente y los músicos.

P.- Acaba de ser nombrado como su Director Asociado. ¿Le ilusionaría asumir su titularidad?
R.- Trabajo con la OCNE desde 2003, cuando era titular de la Sinfónica de Euskadi. Siento que a los músicos les gusta el ritmo de trabajo y de intensidad que traigo de la BBC. Y también creo que debo entregar a mi país parte del conocimiento que he adquirido fuera. Sin duda es una ilusión. Pero hoy la orquesta está muy contenta con Afkham y su contrato puede renovarse perfectamente. También yo estoy feliz con la Filarmónica de la BBC, haciendo tres programas por semana y grabando muchísimo para la radio.

P.- Desde Estados Unidos llevan tiempo tirándole los tejos. ¿Por qué se resiste?
R.- Mi objetivo es hacer buena música y ampliar mi repertorio. En Estados Unidos es más fácil despistarse con las relaciones institucionales, el business, el marketing… Yo me levanto cada día a las seis de la mañana para llegar a los ensayos preparado y eso es lo que quiero seguir haciendo.

P.- En junio viene con la Filarmónica de la BBC a Granada, con Pablo Ferrández como solista. ¿Qué destacaría de él?
R.- No le conozco personalmente. Le he escuchado y destacaría su refinamiento y su atención al color. La BBC da mucho juego a los jóvenes y por eso les propuse que hiciéramos algún programa con él. Es llamativo que sigan saliendo valores así en España con lo mal que lo estamos haciendo en educación musical. Planes como el de la LOGSE han sido un desastre. Un estudiante debe acabar la secundaria sabiendo leer una partitura. Mientras no consigamos eso, no podremos ir demasiado lejos en música.

@albertoojeda77