Image: La danza visceral de Lauwers y Van Dinther

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Danza

La danza visceral de Lauwers y Van Dinther

9 febrero, 2018 01:00

Momento de Protagonist

Dos compañías punteras coinciden en los Teatros del Canal. La Needcompany reivindica la Europa multicultural en The blind poet. Y el Ballet Cullberg retrata la dialéctica individuo/sociedad en Protagonist, también en el Central de Sevilla.

Protagonist, por el Ballet Cullberg, podrá verse en el Teatro Central de Sevilla (días 9 y 10) y los Teatros del Canal de Madrid (14 y 15); una coreografía de Jefta van Dinther creada especialmente para esta compañía en 2016. "Protagonist -explica el coreógrafo a El Cultural- explora todo aquello que nos hace humanos. Es una investigación en torno a estímulos internos y externos para tratar de encontrarse a sí mismo y navegar a través de sus relaciones con otros o con la sociedad". El Ballet Cullberg, compañía estatal sueca de danza contemporánea, fue fundada en 1967 por Birgit Cullberg y ha tenido desde entonces como directores a coreógrafos como Mats Ek o Johan Inger. En la actualidad, con Gabriel Smeets a la cabeza, la formación se acerca cada vez más al tipo de creaciones que interesan a Van Dinther, quien oscila entre Berlín y Estocolmo desarrollando un trabajo de fuerte componente físico pero que explora el espacio, la luz y el sonido como parte de un todo en el que construye sus obras. "Cuando me hacen un encargo, siempre advierto que necesito un mínimo de cinco semanas en el teatro. Sé que es un privilegio poder hacerlo, pero es la forma de montar espectáculos como estos", añade.

Su equipo habitual -formado por David Kiers (sonido) y Minna Tiikkainen (iluminación)- se incorpora junto al coreógrafo y los bailarines desde los primeros días de creación para ir construyendo de forma conjunta el espectáculo. Para él, sus colaboradores son "auténticos maestros" del sonido y la luz. "Me llevó tiempo confiar así en ellos, porque como coreógrafo me gusta controlar todo lo que pasa en escena, pero son artistas excepcionales por su intuición. No trabajamos intelectualmente, sino que creamos los conceptos a partir de nuestra experiencia, nuestras sensaciones y emociones", dice.

Para Van Dinther, "el Ballet Cullberg es muy especial porque sigue manteniendo un elenco de bailarines muy poderoso, que participa en la toma de decisiones hablándolo todo y asegurándose así de que todo el mundo tenga voz. Hay bailarines de 21 años y otros de 45; ¡algunos ya trabajaban allí con Mats Ek!". Además, continúa el coreógrafo, "hay mucha confianza entre ellos y tienen un gran interés en entender todo y en cuestionarse constantemente las cosas". Por ejemplo, explica van Dinther, Protagonist incluye una escena final en la que los bailarines se desnudan en el escenario, algo inusual en el Cullberg. "Fue dar un paso muy pequeño que se vivió casi como un proceso de emancipación de la compañía. No lo había planeado, sino que surgió durante el montaje mientras nos convertíamos en monos, porque empezamos a desprendernos de la ropa". Los bailarines le pidieron entonces que se desnudara él también, "así que tuve que desnudarme en el estudio, con ellos". Un gesto, añade el coreógrafo, que demuestra que hay "una auténtica relación de confianza" entre ellos.

Momento de The blind poet

Mentalidad independiente

Siendo esta la tercera vez que trabaja con el Ballet Cullberg, Jefta van Dinther percibe que "ahora tienen una mentalidad muy similar a la de las compañías independientes aunque siga siendo una gran agrupación muy establecida; pero no me siento un ‘coreógrafo invitado'. Voy de gira con ellos siempre que puedo", añade. "He puesto la mente, el alma, y las tripas en este proyecto".

Por su parte, la Needcompany ocupará la Sala Verde de los Teatros del Canal los días 9 y 10 con The blind poet, una pieza que nació en 2015 y juega con la diversidad de las nacionalidades reunidas en su cosmopolita elenco de artistas. Cuando en 1986 Jan Lauwers y Grace Ellen Barkey decidieron emprender la aventura de la Needcompany, partieron de la pluralidad del individuo; de ahí su elenco internacional y versátil en el que se hablan multitud de lenguas y se experimenta con la singularidad de cada uno de sus miembros. Desde 2001, Maarten Seghers añade a su labor como intérprete otra nueva como creador en la Needcompany. En esta agrupación no hay nada ficticio y las apariencias no cuentan; cada montaje, explican, parte de la autenticidad del mensaje y la necesidad de su realización por parte del artista, cuestionando constantemente la utilidad del medio de expresión empleado.

La semilla de The blind poet surgió en Córdoba, cuando Lauwers se topó con una mezquita prisionera de una catedral y descubrió toda la riqueza que escondía el desaparecido Califato en comparación con la pobreza cultural del París de entonces, la ciudad más grande del mundo cristiano. "La catedral se ve tan pequeña y tan ridículamente adornada en medio de la sofisticada arquitectura islámica que me quedé ahí parado, mirando asombrado toda esa chapuza histórica", dice Jan Lauwers. La historia, afirma, ha sido escrita por los vencedores. Por hombres. Por unos pocos que dicen a las masas lo que hay que hacer. A partir de esa riqueza cultural y la mentalidad abierta de la Córdoba de entonces y el mestizaje europeo que derivan en los complejos árboles genealógicos de sus artistas, comenzó a cruzar las palabras y las vidas de los poetas Al Ma'darri -el bardo ciego, nacido en Siria el año 973- y de su coetánea cordobesa Wallada bint al Mustafki. Con ello, Lauwers cuestiona todo lo que hemos aprendido acerca de nuestro pasado construyendo un texto en el que utiliza árabe, francés, holandés, inglés, noruego y turco, y que se presenta aquí con subtítulos en español. Con música de Seghers y diseños de Lot Lemm, la producción de la Needcompany fusiona el lenguaje de la danza con el teatro y las artes visuales en un montaje que obtuvo el Premio de la Crítica de Barcelona en 2015 y una Máscara de Oro del Festival Internacional de Teatro MESS de Sarajevo en 2017.

@ElnaMatamoros