Image: Niño Josele: Un músico tiene que compartir escenario con gente que sepa más que uno mismo

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Escenarios

Niño Josele: "Un músico tiene que compartir escenario con gente que sepa más que uno mismo"

19 agosto, 2016 02:00

Niño Josele

El artista actúa este sábado en la sala Galileo Galilei dentro del marco de Madrid Morena Jazz

En la música está todo inventado. Lo difícil es darle una vuelta y crear algo novedoso. Así piensa el guitarrista flamenco Niño Josele (Almería, 1974), uno de los artistas que protagonizan la programación del festival Madrid Morena Jazz. "Para la música es necesario estar en tu mundo porque si no, no es posible componer". Más allá del concierto que ofrece este sábado en la sala Galileo Galilei, el Niño Josele está enfrascado en diversos proyectos que le mantienen ocupado y, al mismo tiempo, entretenido buscando eso que aún no ha conseguido. Por un lado tiene hambre de componer canciones para un nuevo disco, por otro prepara un posible proyecto con Fernando Trueba y de cara a los próximos meses quizá le veamos en el Festival de Jazz de Madrid. De momento, en el concierto a tres hará alarde de maestría junto a la batería de Guillermo McGill y su hijo de 17 años al piano.

Pregunta.-Toca en la sala Galileo Galilei dentro del marco Madrid Morena Jazz. ¿Cómo ha seleccionado el repertorio para el concierto?
Respuesta.- Para mí es algo muy especial porque no suelo tocar en clubs de jazz. Solo toqué en Nueva York de modo que es la primera vez que lo hago en España. También es especial porque lo hago a trío y uno de mis acompañantes es mi hijo de 17 años que toca el piano. Me lo llevo a los conciertos y lo voy preparando porque yo he crecido pensando desde los tablaos y quería que se preparara un poco, no que su primera vez sea en Colonia en un auditorio grande. En ese sentido el club de jazz es muy íntimo y especial. Tengo ganas de hacer algo nuevo, cosas nuevas, canciones nuevas.

P.- ¿Se trata de temas propios o también hay versiones?
R.- Hay canciones anteriores, de discos de Bill Evans y de Chick Corea, por ejemplo. El club de jazz te permite hacer algo más improvisado, no tan ensayado y no el típico concierto en un teatro.

P.- ¿Qué diferencias significativas hay entre esos dos escenarios?
R.- Son dos cosas muy distintas. En un teatro grande el público está lejos y lo que se transmite es diferente. Tú estás alto, las luces imponen. En el club de jazz tienes a los espectadores cerca de ti y se crea un diálogo de tú a tú. Además puede fallar algo y puedes parar y volver a empezar. Eso se ve bastantes veces entre en los músicos de jazz y queda hasta bonito. Yo creo que en este caso van a pasar cosas especiales. La conexión con Guillermo McGill, maestro de la batería y la percusión, es increíble. Hemos tocado varias veces juntos. Además es la primera vez que lo hago a trío con piano, guitarra y batería. Me gusta probar cosas nuevas.

P.- Su música, sobre todo desde la publicación en 2009 de Española, fusiona el flamenco y el jazz. ¿Cómo conjugan ambos estilos musicales?
R.- Cuando compongo y hago música pienso en algo que me guste, no en fusionar bulerías con jazz, o rock o cualquier otro tipo de género. Lo que un músico tiene que tener claro es su raíz y la mía es el flamenco. Partiendo de ahí se pueden introducir instrumentos y en esos ritmos pueden entrar otros como el afrocubano o el swing. Lo difícil es hacer eso. Es como cuando vas a una fiesta y nos sabes qué vestir, a veces aciertas y otras no. Pasa lo mismo. Yo lo intento aunque no he llegado a lo que quiero.

P.- ¿Qué es eso que quiere conseguir?
R.- Pienso que la música se está tocando muy bien pero en mi cabeza no quiero caer en lo que ya está hecho, sino aportar algo nuevo a mi música y al flamenco. Una cosa que siempre me ha fascinado de las bandas sonoras de las películas es que escuchas la canción y la asocias en seguida. Eso quiero, que al sonar la guitarra se asocie a mí. Pero es difícil. Lo bueno es poder estar en contacto con músicos que te van aconsejando. Paco de Lucía ha dejado un vacío muy grande en mí pero hay una persona de referencia con la que hablo y comparto impresiones: es Chick Corea. A veces nos mandamos algo de lo que estamos haciendo y me da opiniones y consejos.

P.- De hecho estuvo seis años de gira con Paco de Lucía. ¿Qué aprendió de él? ¿Qué mantiene de su esencia?
R.- La verdad es que se han pasado muy rápido y aún lo sigo asimilando. Fue especial porque se aprende tanto que todavía me siento y analizo lo que aprendía de él tanto en el escenario como fuera. Además te contaba sus vivencias de cuando empezaba en Nueva York, lo que compartía con artistas allí o en Brasil. Pero, sin duda, lo mejor de Paco era su humanidad, como persona era increíble, muy normal.

P.- La fusión de estilos le abrió la puerta a colaborar con grandes artistas de diferentes estilos. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
R.- He tenido mucha suerte porque he podido compartir con muchos artistas. Creo que lo que necesita un músico es compartir escenario con gente que sepa más que tú.

P.- ¿Con qué artista con el que no ha colaborado aún le gustaría trabajar?
R.- La verdad es que tengo muchas cosas en la cabeza. Me gusta Sting, por ejemplo, pero no hay que pensar que vas a tocar con alguien sino que surja y que en ese momento tengas algo afín con ese músico. Porque te puede gustar mucho pero no tener conexión como para hacer una colaboración.

@scamarzana