Image: Muere el cantaor Juan Peña 'El Lebrijano'

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Muere el cantaor Juan Peña 'El Lebrijano'

El artista, que ha fallecido a los 75 años, era uno de los últimos representantes de la generación del cante de oro.

13 julio, 2016 02:00

Juan Peña 'El Lebrijano'

El cantaor sevillano Juan Peña Fernández, conocido artísticamente como 'El Lebrijano', ha fallecido en la madrugada de este miércoles a los 75 años, según ha confirmado la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Poco más tarde, el Ayuntamiento de Lebrija (Sevilla), ciudad natal del artista, confirmaba que la causa de la muerte había sido una dolencia cardíaca de la que había sido operado en fecha reciente.

Nacido en 1941, Juan el Lebrijano pertenecía a una familia gitana y cantaora de abolengo, la de Perrate de Utrera, de la que proceden algunos de los artistas que han escrito las mejores páginas de las crónicas flamencas y que han contribuido al desarrollo del género, con una particular manera de concebirlo y expresarlo. Comenzó muy joven compaginando el cante con el toque de la guitarra, pero a raíz de su triunfo en el concurso de Mairena del Alcor (1964), como cantaor, decidió dedicarse en exclusividad a esta disciplina. En sus primeros pasos estuvo muy influido por la Niña de los Peines y trabajó para la compañía de Antonio Gades como acompañante al baile.

Pese a comenzar su carrera muy apegado a la tradición, pronto empezó a dotar de cierta heterodoxia a sus cantes. Y, como gran innovador, fue el primero en abordar discos temáticos. El primero, con letras de Félix Grande, se lo dedicó a la persecución de los gitanos, Persecución. Antes había logrado reunir a 'Niño' Ricardo y a Paco de Lucía en De Sevilla a Cádiz (1967) y había incorporado orquesta sinfónica al flamenco en La palabra de Dios a un gitano (1972).

En su inabarcable discografía destacan otros discos como la primera ópera andaluza, Evangelio gitano (1981), con Rocío Jurado y la guitarra de Manolo Sanlúcar; o Encuentros (1988), en el que incorporaba a la Orquesta Andalusí de Tánger para redescubrir las raíces árabes del flamenco. Entre sus hitos se encuentra el haber llevado el flamenco en 1979 por primera vez al Teatro Real de Madrid y con dimensión didáctica por todas las Universidades de Andalucia.

A lo largo de su carrera recibió infinidad de premios y distinciones, entre los que destaca la Medalla de Oro al Trabajo del Ministerio de Cultura. Cuando el Lebrijano canta, se moja el agua fue su último disco, un homenaje al escritor Gabriel García Márquez, con textos del propio Premio Nobel. En una entrevista en El Cultural comentaba las dificultades que atravesó en este disco para adaptar las letras a la música. "El misterio radica en que nosotros estamos acostumbrados a manejar la rima como factor esencial y esto es prosa, sin la apoyatura y el poder sonoro de las asonancias o las consonancias", explicaba el cantaor. "Pero me sentía en la obligación de mostrarle mi gratitud por la frase que me regaló y que he utilizado como título para mi disco".

Así se va uno de los más grandes, y de los últimos, de la generación de oro del flamenco, aquella que estalló en los 60 con artistas de la talla de José Menese, Antonio Fernández Díaz 'Fosforito', José Sánchez Bernal 'Naranjito de Triana', Antonio Núñez Montoya 'El Chocolate', Antonio Cortés Pantoja 'Chiquetete' y José Monje Cruz 'Camarón de la Isla'. En la última entrevista que concedió a El Cultural, con motivo de un homenaje que le preparó la Bienal de Sevilla (en la que también se recordaba a Paco de Lucía y a Enrique Morente), manifestaba que la música era lo que le daba fuerzas para continuar. "El cante y la búsqueda de nuevas fórmulas para manifestarlo me mantienen vivo y con energías".