Image: Nuria Espert, Princesa de Asturias de las Artes

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Escenarios

Nuria Espert, Princesa de Asturias de las Artes

Gran dama del teatro español, la actriz y directora corona con este galardón una carrera llena de reconocimientos

11 mayo, 2016 02:00

Nuria Espert

Tiene el IV Premio Valle-Inclán de Teatro (2010), el Nacional (1984) y cuatro premios Max. Nuria Espert, la gran dama del teatro español se corona hoy con el Princesa de Asturias de las Artes. "Es una de las más eminentes figuras de la escena mundial. Representa la recuperación y la continuidad de la gran tradición del teatro español, tanto en lengua castellana como en lengua catalana, y ha proyectado internacionalmente la literatura y la creación teatral hispana, clásica y contemporánea, a lo largo de una dilatada y rica carrera que la ha conducido al triunfo en escenarios de todo el mundo", reza el acta publicada tras el anuncio.

"En el árbol frondoso y siempre joven de las artes nuestra rama ha encontrado su generoso reconocimiento. Es en nombre del teatro español que les agradezco el esfuerzo extraordinario que hacen con los Premios Princesa de Asturias por elevar el nivel intelectual de nuestro país", ha respondido una agradecida Nuria Espert a un jurado formado por Bárbara Allende Gil de Biedma, José Luis Cienfuegos, Marzio Conti, Carlos FitzJames Stuart, Duque de Alba, Josep María Flotats, Carmen Giménez, Catalina Luca de Tena, Hans Meinke, Elena Ochoa Foster, Alfredo Pérez de Armiñán, Sandra Rotonto, Benedetta Tagliabue, Patricia Urquiola, Carlos Urroz, Miguel Zugaza y presidido por José Lladó. Un jurado que ha elegido esta candidatura, de entre un total de 40, a propuesta de Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real de Madrid, y Lluis Pasqual, director del Teatre Lliure de Barcelona.

Nuria Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935) ingresó con 12 años en la compañía del Teatro Romea de Barcelona y en 1952 debutó como primera figura del Teatre Orfeó Graciense. Sus dotes interpretativas las ha ido afinando a golpe de función, sobre las tablas, sin un respaldo academicista: "No he tenido una educación teatral ortodoxa, no he pasado por escuelas. Desde el primer director con el que trabajé a los 16 años hasta hoy, he vivido cada función como un aprendizaje. Busco que me enseñen lo mucho que me falta", recordaba en una entrevista con El Cultural.

Obtuvo su primer reconocimiento en 1954 al protagonizar Medea, en su primera gira nacional con el Teatro de Cámara de Barcelona. Con 24 años fundó, junto a su marido Armando Moreno, la compañía que lleva su nombre. Desde entonces, ha desarrollado una trayectoria que la ha llevado a escenarios de todo el mundo, como intérprete y como directora, sin dejar de lado sus trabajos en cine y televisión.

Con su estilo propio y maestría como actriz y directora, además de con su sensibilidad artística y humana, Nuria Espert se ha convertido en una de las personalidades más sobresalientes y prolíficas del panorama interpretativo, trascendiendo todos los géneros escénicos. Además, su magisterio la ha elevado a modelo para varias generaciones de profesionales, gozando del respeto y admiración de toda la profesión. Su primera producción propia fue Gigi, de Sidonie Gabrielle (Colette), estrenada en el Teatro Recoletos de Madrid en 1959, a la que siguieron obras de Lope de Vega, Calderón, Séneca, Eurípides, Sartre, Guimerá, Casona, Bertolt Brecht y Shakespeare, entre otros.

Fue la primera mujer que interpretó el papel de Hamlet en España y sacó los textos de Sartre de los pequeños círculos de teatro de cámara. Con Las criadas, de Genet, estrenó en 1969 en el Poliorama de Barcelona y en el Festival de Belgrado, donde ganó el Gran Premio y fue el trampolín para una gira internacional inédita para una compañía española. Sin embargo, en España la censura prohibió la gira programada. Idéntico problema tuvo para estrenar Yerma, de Federico García Lorca, suspendido varias veces, hasta que en 1971 logró el permiso para su representación en el madrileño Teatro de la Comedia. Esta obra se convirtió en su producción más emblemática, con la que recorrió escenarios de Londres, París, Nueva York, Filadelfia, Los Ángeles, San Francisco, Buenos Aires, Rosario, Córdoba (Argentina), Caracas, Maracaibo, Río de Janeiro, São Paulo, México D.F., Belgrado, Venecia, Jerusalén, Tel Aviv, Varsovia y Tokio.

Nuria Espert interpretando al Rey Lear a las órdenes de Lluis Pascual

En 1979 asumió, por dos temporadas, la dirección del entonces recién creado Centro Dramático Nacional (CDN), dirigiendo la programación del María Guerrero, que se nutrió exclusivamente de autores españoles (Cervantes, Benet i Jornet, Calderón, Bergamín, Lorca o Nieva). En 1986 comenzó a ejercer como directora de escena en producciones teatrales y óperas como Madama Butterfly, Electra, Rigoletto, La Traviata, Carmen o Turandot, entre otras, con las que acudió al Liceu de Barcelona, el Covent Garden y el Lyric Hammersmith londinenses, el Royal Theatre de Glasgow, Los Ángeles Opera y La Monnaie de Bruselas. En 1990 retomó la interpretación con el monólogo Maquillaje, con dirección de Koichi Kimura, y entre sus últimos trabajos como actriz destacan La Casa de Bernarda Alba (2009), La Loba (2012) y El rey Lear (2015).

Todas estos trabajos prueban su raza de actriz. Con casi ochenta años se atrevió con un monólogo tan exigente como La violación de Lucrecia (2010), que ella misma adaptó. "Es un coloquio sobre nuestra desgracia. La violación como arma de guerra, para destruir a la mujer como se tiran bombas, es la muerte. La violación como muerte. Si estuviéramos hablando del mundo antiguo como, por ejemplo, de Edipo sacándose los ojos, que es una leyenda pero difícilmente encajable en el mundo actual. Adoro el teatro clásico pero además de la belleza y de la hermosura de la construcción del poema hablamos (en La violación de Lucrecia) de algo que sigue siendo una de las cosas más atroces de nuestra sociedad".

En esa ocasión 'fichó' a Miguel del Arco para afrontar un tour de force brutal. Formaron un tándem inédito que ofreció un óptimo resultado. En cambio, en El rey Lear estuvo bajo las órdenes de Lluis Pasqual, un viejo cómplice de andanzas en los escenarios de medio mundo. El director del Llliure explicaba así su insólita apuesta por una mujer para encarnar al monarca shakesperiano: "Simplemente busqué al mejor actor para el papel y resulta que era una mujer". El trabajo de Espert no dio pié a ningún cuestionamiento: sencillamente bordó el papel, extrayéndole además matices inexplorados hasta la fecha.

El éxito del montaje llevo al Lliure a reponerlo, llenando hasta los topes su foro en cada función. En el resto del país esperamos con ansia ver esta nueva gesta de la veterana actriz. Por suerte, echarse a la carretera no le da pereza, por la energía que conserva y porque se siente todavía una cómica de la legua: "Me gustan las giras y el actor teatral que no haga giras, no puede vivir del teatro. Me canso, claro, pero me gusta mucho comer, ver piedras y los museos pequeños, caminar... y en giras lo hago más que en Madrid. Me tratan muy bien. El inconveniente es que veo poco teatro. Pero me gusta mucho mi país, me gusta mucho España, España con mayúsculas, muchísimo, y en las giras la saboreo".

Doctora honoris causa por las universidades Internacional Menéndez Pelayo y Complutense, caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y Comendadora de la República de Italia, entre los premios que ha recibido se encuentran el Nacional de Interpretación (1960), el Nacional de Teatro (1984), el de la Crítica de Los Ángeles (EE.UU., 1972), el Laurence Olivier al mejor espectáculo del año en Londres (1986), el Libertad de Sarajevo (1995), el Segismundo de la Asociación de Directores de Escena (1997), el Premio a Toda una Vida de la Unión de Actores (2007), el Valle-Inclán de Teatro (2010), el Corral de Comedias del Festival de Almagro (2011), el Ceres Emérita Augusta (2013) y el Premio Nacional de Cultura de Cataluña (2015). Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, también ha sido distinguida con la Medalla del Círculo de Bellas Artes, la Banda y Estrella de Oro de la ciudad de Belgrado, la Medalla al Mérito en el Teatro de la Diputación de Barcelona y la Cruz de San Jordi de la Generalitat de Cataluña.

Nuria Espert se une desde hoy a los grandes nombres que han recogido en años anteriores el Premio Princesa de Asturias de las Artes (la escultura de Joan Miró y 50.000 euros), como los cineastas Francis Ford Coppola (2015) y Michael Haneke (2013), los arquitectos Frank O. Gehry (2014), Rafael Moneo (2012) y Norman Foster (2009), el director de orquesta Riccardo Muti (2011) y el artista Richard Serra (2010), por citar algunos de los más recientes.