Image: Paloma Pedrero ante el trauma del 11-M

Image: Paloma Pedrero ante el trauma del 11-M

Escenarios

Paloma Pedrero ante el trauma del 11-M

4 marzo, 2016 01:00

Ana el once de marzo, un montaje con la mujer como protagonista

Ana el once de marzo llega al Teatro Español. Paloma Pedrero aborda, junto a Pilar Rodríguez, los sentimientos de cinco mujeres con la tragedia de 2004 de fondo. Además, su 'teatro de guerrilla' estará presente también en el festival Ellas Crean con la lectura dramatizada de Mary para Mary.

No hay motivo ni lugar en la sociedad en el que Paloma Pedrero no haga descansar su compromiso. Caídos del cielo o Magia-Café son sólo dos muestras de un teatro actual y sincero que tiene como objetivo prioritario mostrar la cara menos amable de nuestra historia. Es el caso de Ana el once de marzo, "un grito de amor contra la violencia" -en palabras de Luis María Anson-, que se estrenó en el Centro Cultural Eduardo Úrculo en 2014 y que ha rodado, entre otros, por los escenarios de Casa de Vacas y el Centro Lope de Vega.

Ahora llega al Teatro Español, precisamente el 11 de marzo, para contar la historia de cinco mujeres interpretadas por María José Alfonso, Blanca Rivera, Marta Larralde, Laura Toledo y Ana Peinado, cuyas vidas se parten por el salvaje atentado terrorista de 2004. "Cuando ocurren hechos así, cuando pongo la televisión y veo imágenes de los refugiados o de tantas guerras de hoy, me quedo estupefacta -señala a El Cultural la autora y directora de la obra junto junto a Pilar Rodríguez-. No puedo concebir que estas atrocidades nazcan de mentes humanas que viven en la misma época que yo. En Ana el once de marzo quería hablar de la perplejidad que esta barbarie provoca a tantas personas civilizadas. Si para todos fue muy duro, imagínese para las víctimas. Pero los seres humanos tenemos una capacidad asombrosa de renacer de las cenizas del dolor".

Pedrero se suma a la máxima de Lope de Vega de construir la ceremonia del teatro con cuatro tablas, dos actores y una pasión. "Yo ya ni las cuatro tablas. Prefiero buenos actores, mucha pasión y una hermosa luz. Mis últimos montajes, sin apenas dinero, me han enseñado que hay que ir a la esencia". Por eso ha escogido sólo lo necesario, música que "suma sentido" y movimientos que reflejan el estado de estas cinco mujeres atravesadas por la incertidumbre. "Se puede hacer mucho con muy pocas cosas. Esa es la grandeza del teatro", sentencia la autora de La llamada de Lauren.

No concibo que atrocidades como el 11-M nazcan de mentes que viven en la misma época que yo"

Pedrero entiende que una tragedia de estas dimensiones nos ha enseñado a ver las cosas con más humildad: "Recuerdo perfectamente que ese día en Madrid mucha gente se lanzó a la calle para ver qué pasaba y para ofrecer su ayuda. Por primera vez fuimos conscientes de que éramos vulnerables, como esas personas pertenecientes a lugares que nos parecen muy lejanos. Durante muchos días los desconocidos se miraban, hablaban entre ellos, se reconocían en las calles. Era como decirse: nos necesitamos". Ante esa catarata de sentimientos y emociones encontradas, la autora se puso a evocar el acontecimiento como una necesidad: "Los escritores estamos para eso. Para reflejar la belleza y el espanto de lo que ocurre a nuestro alrededor. Porque quizá de este modo, poniendo un espejo que nos devuelva la imagen elaborada, podamos mirarnos. Mirarnos y asombrarnos. Mirarnos y tomar conciencia. Conciencia de que algo tenemos que hacer para transformarnos y de ese modo cambiar este extraviado mundo".

Una cultura descorazonada

Otro de los guiños de Ana el once de marzo va dirigido a la mujer, según Paloma Pedrero una de las primeras víctimas de la violencia de un mundo diseñado por los hombres para la lucha por el poder y el territorio: "Las mujeres hemos sufrido frontalmente las guerras de los hombres, la violencia de los hombres, su cultura descorazonada y, en muchos aspectos, elemental".

La fundadora de Teatro del Alma participará también el 14 de marzo en el festival Ellas Crean con la lectura dramatizada del monólogo Mary para Mary. Escrita junto a Fernando Marías, aborda la vida y la obra de Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley -la autora de Frankenstein o el moderno Prometeo- y una de las precursoras del feminismo moderno por su Vindicación de los derechos de la mujer además de escritora y aventurera. "Fernando apareció con el libro de Mary W -señala Pedrero-. Comencé con ese texto y no pude parar. Quería subrayarlo todo. Esa mujer, nacida doscientos años antes que yo, estaba hablando de mí. Un día noté que ya podía hablar por ella. Fue una horita corta. Sus pensamientos y los míos se fusionaron, sus sentires y los míos fueron los mismos. Sus palabras se mezclaron con las mías hasta confundirse. Esta Mary para Mary podría llamarse también Paloma para Candela, mi hija".

@ecolote