Image: Iggy Pop, la enésima resurrección

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Iggy Pop, la enésima resurrección

El hombre que creó el punk mostrará su torso esta noche en La Riviera, en un concierto en el que desgranará su obra estrella, Raw Power

30 abril, 2010 02:00

Iggy Pop en un concierto de la actual gira de The Stoogies. Foto: AP

Marta Caballero
James Newell Osterberg Jr, Iggy Pop, no se cansa de ser aquel joven salvaje que se sacó el punk del bolsillo mucho antes que el punk empezara a existir. Las visibles venas que recorren su torso, habitualmente al aire, se topan con las cicatrices como un cruce de caminos, autopistas que llevan hacia sus mil y una actuaciones donde los golpes, los cristales y la heroína dejaban su pequeña rúbrica en un semblante indomable. Parece que a sus 63, la iguana, ya un señor, no está dispuesta a aceptar que le tomen por leyenda caduca. Nunca se ha ido ni nunca ha viajado a medio gas, y no permite que se dé por muerta antes de tiempo a su banda, The Stooges, a pesar de que las muertes y percances la vienen rondando de un tiempo a esta parte.

Tras la la tibia recepción de su disco de estudio The Weirdness (2007), el fallecimiento del guitarrista original de la banda, Ron Asheton y la reciente publicación de Preliminaries (2009), un disco que mostraba la faceta más crooner del de Detroit, la actividad como Stooges parecía disolverse al tiempo que las esperanzas de sus admiradores. Pero no es de extrañar que el incombustible artista nunca permita que las brasas del mito se conviertan en cenizas. El anuncio de la reedición del hoy clásico Raw Power (1973) con material inédito de la época y en distintas ediciones de lujo ha llevado al grupo a girar de nuevo bajo la bandera de su grabación estrella. No sólo eso, el nombre de Stooges brilla más que nunca tras su reciente incorporación en el Rock and Roll Hall of Fame y la publicación de la incendiaria biografía The Stooges: The Authorized and Illustrated Story (Robert Matheu, Jeffrey Morgan).

La actuación de esta noche en la intimidad de La Riviera resulta idónea para desgranar el repertorio de Raw Power, un disco que funciona bien sonando en la cercanía y que se retroalimenta al calor del público. Además, es su primera actuación en una sala desde su regreso en 2003. El repertorio del disco producido por David Bowie nunca ha sonado demasiado en los directos de su nueva etapa y la ocasión no se podía presentar de mejor manera. Escuchar los riffs de Search and Destroy o Gimme Danger en las manos del guitarrista que las grabó hace 37 años, James Williamson (que sustituye a Asheton) es un aliciente de lujo que pone la guinda a una gira que complementa esta segunda fase de la carrera del grupo, con un interés renovado tras los tours en los que sonaban los temas de su decepcionante cuarto disco. Una aportación que cierra el círculo y que ofrece a una nueva generación un espectáculo que nunca se había repetido.