Gillian Anderson en un momento de la serie 'Los abandonados'
'Los abandonados': la lucha de titánides entre Gillian Anderson y Lena Heady, lo mejor de un wéstern fallido
El gran atractivo de la serie de Kurt Sutter ('Hijos de la anarquía') lo encontramos en el enfrentamiento que protagonizan las actrices.
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Kurt Sutter (1960) no es un tipo fácil. Pese a contar en su trayectoria con dos títulos incontestables como The Shield: Al margen de la ley (2002-2008) e Hijos de la anarquía (2008-2014), el showrunner de Nueva Jersey es, como cantaba Otis Redding, alguien "difícil de manejar".
Su currículum le sirvió de poco cuando los productores de Mayans M.C. (2018-2023), secuela de Hijos de la anarquía, le apartaron de los mandos incluyendo en su carta de despido adjetivos como abrasive dick después de que varios miembros del equipo se quejasen de su conducta en el set.
Tampoco le vinieron bien fiascos como The Bastard Executioner (2015), que fue cancelada cuando aún no habían terminado de emitir el piloto. Pero una cosa es cosechar un fracaso de audiencia, algo a lo que cualquiera que ostente el estatus de Sutter está habituado, y otra muy distinta que te pidan que cierres la puerta al salir mientras el show que has creado sigue en marcha.
Las cosas no le han ido mejor con Los abandonados, un ambicioso wéstern producido para Netflix del que Sutter se fue cuando quedaban tres semanas para finalizar el rodaje alegando "diferencias creativas" con la plataforma. A tenor del montaje final, deslavazado e inconexo, uno entiende el abandono.
Tampoco funciona su diseño de producción acartonado, incapaz de ensuciar el género con afanes expresivos como sucedía en Deadwood (David Milch, 2004-2006), una serie que supo asimilar algunas claves del mejor spaghetti western.
La cita a la creación de Milch no es casual, puesto que Los abandonados también se sitúa en una ciudad (Angel’s Ridge) en la que la ley se aplica con laxitud o, para ser más exactos, según los deseos de Constance Van Ness (Gillian Anderson), la propietaria de las minas de la zona.
Precisamente, su intención de extender la explotación a costa de los terrenos en los que viven un puñado de familias lideradas por Fiona Nolan (Lena Headey) constituirá el nudo argumental de esta miniserie de ocho episodios.
Kurt Sutter saquea distintos motivos temáticos propios del wéstern, como la lucha entre rancheros y ganaderos
Sutter saquea distintos motivos temáticos propios del género, tales como la lucha entre rancheros y ganaderos, que aquí se traduce en la voluntad expansionista de Mrs. Van Ness en oposición a la conservación de la propiedad privada de los heterodoxos clanes que ocupan la hondonada de Jasper Hollow. Tampoco faltarán los trasvases románticos condenados al fracaso entre miembros de las dos familias, verdaderos desencadenantes del drama.
El gran atractivo de la serie lo encontramos en el duelo de titánides que protagonizan Anderson y Headey. La primera es una viuda rica, una arpía elegante, que avista problemas de liquidez y que no dudará en saltarse el código penal para garantizar la tranquilidad de sus socios neoyorquinos.
Su némesis será Fiona Nolan, otrora criada irlandesa de la familia Teller que se quedó al cuidado de los hijos de su amo cuando este falleció. Gobierna su casa, a su prole adoptada y a las familias que habitan en las propiedades adyacentes con puño de hierro. Dos caras. La misma moneda. Lucrecia Borgia estaría orgullosa de ambas.
Los abandonados
Dirección: Otto Bathurst, Stephen Surjik.
Guion: Kurt Sutter
Intérpretes: Gillian Anderson, Lena Heady, Nick Robinson, Marc Menchaca, Patton Oswalt, Aisling Franciosi, Lucas Till, Diana Silvers, Clayton Cardenas.
Plataforma: Netflix
Año: 2025
Estreno: 4 de diciembre