Fotograma de 'La vida de Chuck'.

Fotograma de 'La vida de Chuck'.

Cine

‘La vida de Chuck’: Mike Flanagan adapta al Stephen King más sentimental en una celebración de la muerte

El cineasta adapta de nuevo al escritor en esta fábula sobre la vida de un hombre (Tom Hiddleston) en orden inverso, desde su fallecimiento hasta su infancia.

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A estas alturas, es un hecho que Stephen King tiene madera de guionista. Sus novelas y relatos han sido adaptados en más de 70 ocasiones (El resplandor, Cuenta conmigo, Misery, La milla verde, It, etc).

Tres de ellas dirigidas por Mike Flanagan (Massachusetts, Estados Unidos, 1978): El juego de Gerald (2017), Doctor Sueño (2019)​ y la última, La vida de Chuck, que se estrena en España este viernes. 

El cineasta, que ya está preparando una serie de Carrie para Amazon Prime, vuelve a surtirse del imaginario del escritor, esta vez con uno de los cuentos que conforman La sangre manda (2020), libro que King publicó en plena cuarentena por la Covid.

Dividida en tres actos, narrados en orden inverso, la película utiliza de hilo conductor la voz en off de Nick Offerman (Parks and Recreations) para contar la ordinaria y trascendente vida de Chuck Krantz (Tom Hiddleston), desde su muerte hasta su infancia.

La huella de esa incertidumbre pandémica se filtra en la historia, cuya primera parte nos introduce en un mundo apocalíptico, tan inquietante como cercano, acostumbrado a los cortes de luz, las caídas de Internet y las catástrofes climáticas.

El mundo se desmorona, pero todavía encuentra fuerzas para agradecerle a Krantz sus servicios en la Tierra. El mensaje “Gracias, Chuck, por esos 39 años” aparece en marquesinas, pantallas y vallas publicitarias, mientras los personajes, una expareja formada por un profesor de instituto (Chiwetel Ejiofor) y una enfermera (Karen Gillan) y el director de una funeraria (Carl Lumbly), juran no haber visto nunca a este tal Chuck.

Pronto, se ven arrastrados hacia ese final del mundo del que, poco a poco, comprendemos que no es más que una metáfora del interior del propio protagonista.

El director de La maldición de Hill House y Misa de medianoche se sirve del verso "Soy inmenso y contengo multitudes" de Whitman para presentar una película que funciona como una matrioshka, en ocasiones algo confusa, que gira alrededor de Chuck, que nunca alcanzará la cuarentena. 

Cartel de 'La vida de Chuck'.

Cartel de 'La vida de Chuck'.

Lo descubrimos en la segunda (y mejor) parte de la película, cuando Flanagan presenta al personaje en su adultez, convertido en un contable que siempre quiso ser bailarín. Será la danza, al ritmo de una baterista callejera, la que disparará en Chuck un último estallido de vitalidad.

Tom Hiddleston se luce en este baile espontáneo, filmado con un pulso casi a lo Whiplash (2014), que lejos de tensionar al personaje, como en el filme de Chazelle, parece liberarlo.

Aquí es donde el filme muestra cómo La vida de Chuck es uno de los textos más luminosos y existenciales del maestro del terror, pero no está exento de fantasmas.

En el tercer y último acto, al final de ese recorrido vital inverso, asistimos a la difícil infancia del protagonista, marcada por la orfandad, y a su posterior adolescencia junto a sus abuelos en una casa con una inesperada maldición familiar. Es aquí donde Flanagan recupera el suspense clásico de King, algo difuminado en la fragmentaria narración no lineal de los hechos.

Dotado con una privilegiada preeminencia sobre la muerte, Chuck hace suya la máxima filosófica de Ernst Bloch: lo realmente importante es la espera, porque en ella reside la esperanza.

Así, la película encara con optimismo —y cierto sentimentalismo que hace que pierda parte de su sutileza existencial—el eterno enfrentamiento con la muerte. 

La vida de Chuck

Dirección: Mike Flanagan. Guion: Mike Flanagan. Historia: Stephen King. Intérpretes: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mark Hamill, Jacob Tremblay. Año: 2024. Estreno: 17 de octubre 2025.