La cineasta y actriz Ana de Alva. Foto: EFE/Pablo R. Seco

La cineasta y actriz Ana de Alva. Foto: EFE/Pablo R. Seco

Cine

Ana de Alva debuta como directora a los 23 años con 'Voy a pasármelo mejor': "He pasado ratos de inseguridad"

La joven cineasta continúa la película de David Serrano, que firma el guion, con música de los 90, romanticismo, más diversión y algo de nostalgia.

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"Soy de pueblo, ¿sabes?", dice Ana de Alva, que ha pasado de su localidad en la provincia de Málaga a estrenar a lo grande su primera película, Voy a pasármelo mejor.

Tras el éxito en 2022 de Voy a pasármelo bien, escrita y dirigida por David Serrano con canciones de Hombres G, la continuación la firma su entusiasta pupila, pues después de conocerlo como actriz a sus órdenes en el musical de Grease, ansiosa por aprender el oficio de dirigir, lo seguía a todas partes. "Muchas cosas las hablaba con él, y yo soy de apuntarlo todo. Durante los ensayos de Grease y en otros trabajos que hizo, David decía algo, hacía un comentario sobre un gag, sobre cómo funcionaba una escena, y yo me lo apuntaba. Todo lo que decía me parecía importante. Aprendí mucho con su forma de trabajar".

Hombre cabal, Serrano le aconsejó a Alva que se pusiera a estudiar. Fue así como entró en la ECAM y comenzó a rodar unos cortos como Canicas (2021) o Blanco ne Mente (2022) que sorprendieron a ella misma por su impacto. Casi de una manera natural, cuando Serrano comenzó a escribir la secuela surgió la posibilidad de que la propia Alva la dirigiera.

Cuenta la directora: "La película es puro David Serrano en muchas cosas, sobre todo en la comedia. Pero también hay mucho de mí, porque yo quería estar cerca de los personajes, ver lo que les pasaba sin forzar nada. Y no quería tratar los problemas adolescentes como problemas tontos, porque yo, cuando tenía esa edad, sentía que mis problemas eran lo más grande del universo. Eso está en la película y eso sí es muy mío".

Vuelven los Pitus

De las calles de Valladolid a un campamento de verano, en Voy a pasármelo mejor los personajes son los mismos pero casi todo es distinto. El protagonista es el taciturno David (Izan Fernández), que sigue suspirando por su amor perdido, Layla (Renata Hermida) que definitivamente se ha trasladado a México. Su sueño en la película será comprarse un vuelo al país para visitarla.

Cobran mayor relevancia los chavales de la banda. Muy gracioso y dando humanidad a su personaje, Rodrigo Gibaja da vida a Luis, que además de ser experto en frases como "te sales minerales" o "efectiviwonder", se enamora por primera vez. Y Rodrigo Díaz es Paco, que hará descubrimientos importantes sobre su sexualidad. Se une al grupo Fernando "el cabra" (Michel Herráiz), tan bruto como bueno.

Los chicos de Voy a pasármelo mejor sufren mucho por amor (muchísimo), cantan canciones de Duncan Dhu, Miguel Bosé o Chimo Bayo y se abren a la vida, con su belleza e incertidumbre.

Dice Alva: "Creo que la película habla del descubrimiento de la adolescencia, de esa idea de la novedad, que es algo muy bonito. Es una etapa donde todos nos enamoramos por primera vez. Ya se ha correspondido o no, pero sentimos lo que es este amor que te quieres encontrar todos los días. Es un amor explosivo. La adolescencia, aunque a veces sea un drama, también tiene algo de descubrimiento y de ganas de vivir, que es lo que quería que transmitiera la película".

Los Pitus yerran y se cuestionan a sí mismos, pero nunca son "machitos". Ilustra Alva: "Por ejemplo, cuando al protagonista Layla le dice 'estoy con otro chico', David en ningún momento lo trata como si el problema fuese el otro chico; está triste porque lo han dejado. En otro tipo de narrativa eso se hubiese tratado diferente".

Prosigue: "Hablaba muchísimo con los actores sobre la vulnerabilidad. Les decía continuamente que tenían que tratar al personaje desde un punto de vista real y como son ellos, que no intentaran hacer algo impostado. Ellos me decían: 'Ana, esto no me sale por el pecho', y yo les respondía que claro, que es que tenemos un audiovisual que vende continuamente la competencia entre hombres. Es muy importante que los niños tengan referentes en el cine. Aunque sea una comedia, perfectamente se puede hablar de estas cosas, y creo que es importante que vean también que sus amigos no les juzgan por mostrar sus emociones".

Te sales minerales

Han pasado más de treinta años desde los 90 y el mundo ha cambiado mucho, empezando por los móviles. La directora pudo zambullirse en esa época escuchando la música de entonces que le ponía Serrano: "Muchas canciones no las conocía, otras sí. Había muchas que yo decía: 'oye, entiendo que es una canción mítica, pero a lo mejor no ha aguantado tan bien el paso del tiempo. Pero hay otras que te las ponen ahora y dices: vaya temazo. Eso me encanta, porque hay música que nunca pasa de moda".

Dice la directora: "Me gustan mucho los musicales y quería tratarlos más desde un punto en el que la cámara acompaña al movimiento, más que hacer muchísimos planos. Esto es muy La La Land. Una peli que me mola mucho sobre el amor adolescente es 10 razones para odiarte, y también Cuando Harry encontró a Sally. Hay películas que son clásicos y que me inspiran porque tienen esa luz".

Armada de mucho valor, Alva emprendió el rodaje de su primera película tan decidida como consciente de sus miedos. "He pasado ratos de inseguridad. En cuanto me dijeron que el plan de rodaje tenía que ser en 25 días me entraron los siete temblores. Pensé: '25 días para hacer una peli musical con niños, que además pueden rodar pocas horas al día… madre mía'. Me sentí muy insegura y a veces me he tenido que dar muchos discursos a mí misma: no te olvides de la verdad que tienes, no intentes imponerte algo que no eres".

Concluye: "Voy a terapia desde los 13 años y siento que tengo muchísimas herramientas comunicativas que mucha gente más mayor que yo no tiene. Nos han llamado 'generación de cristal' por querer tratar nuestros problemas, pero yo creo que es al revés: te hace fuerte hablar de eso. Cuando afrontas las cosas y las hablas, es cuando realmente comienzas a superarlas".