Ahora 'Blancanieves' es 'Robin Hood': Disney

Ahora 'Blancanieves' es 'Robin Hood': Disney

Cine

Ahora 'Blancanieves' es Robin Hood: Disney patina con una carísima y olvidable versión de su mayor clásico

La película, dirigida por Marc Webb y rodeada de polémicas, ha costado 270 millones de dólares. Una cifra que le costará igualar en taquilla. 

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Lo que empezó como un intento más por parte de Disney de agitar su fructífero árbol del dinero, se ha convertido en la manzana envenenada de la factoría. Rodeado de polémica desde el principio, allá por 2016 cuando se dio luz verde al proyecto, el remake de la película más longeva de los estudios se estrena mundialmente este viernes con más discreción que entusiasmo.

La elección de una actriz latina, Rachel Zegler, para dar vida a la protagonista "tan blanca como la nieve", las disputas ideológicas en la vida real entre Blancanieves (propalestina) y la Reina Malvada, Gal Gadot, (proisraelí) y la decisión final de recrear por tecnología CGI a los siete enanos que le acompañan han empañado el estreno de la cinta, que ha costado ni más ni menos que 270 millones de dólares. Una cifra que, previsiblemente, le costará igualar en taquilla. 

Siguiendo la estela de otros live-action de Disney, la película de Marc Webb (autor del segundo Spiderman y la indie 500 días juntos) busca actualizar y modernizar el clásico de los hermanos Grimm y dejar atrás la versión de dibujos animados de 1937. Una adaptación "anticuadísima", aseguró Zegler, y en la que el príncipe era prácticamente "un acosador". 

De ahí que la historia, con guion de Erin Cressida Wilson, preste más atención a los orígenes de la protagonista, Blancanieves, una princesa dotada con ese nombre por haber nacido durante una terrible tormenta de nieve. Sus padres le inculcan desde pequeña valores éticos y morales para con su pueblo, le enseñan la importancia de la cercanía, de la bondad. Pero al morir su madre, el rey acaba en brazos de Grimhilde, una mujer tan despampanante como malvada, que convertirá este apacible reino en un infierno.  

Blancanieves pasa entonces a ser una simple criada, olvidada por su pueblo y desterrada a vivir en las mazmorras. Allí pilla robando a Jonathan (Andrew Burnap), un bandido contrario al régimen de la reina, que le da una motivación extra para rebelarse. Aunque no deja de lado el conflicto original de la película, la envidia de Grimhilde por la belleza de Blancanieves, esta adaptación añade una motivación política al conflicto— lo único realmente interesante de la película—.

Blancanieves deja de ser una simple damisela en apuros y se erige como una especie de Robin Hood femenina, valiente y auténtica, que busca instaurar de nuevo la paz en el reino y devolverle la libertad al pueblo. Tras intentar ser asesinada por la reina, Blancanieves huye al bosque mágico donde encontrará refugio en los animales y los famosos "siete enanitos". 

Si el CGI funciona a la perfección para la recreación de los cervatillos y pájaros, no tanto con Mudito, Gruñón, Sabio y los demás, cuyos diseños parecen desproporcionados y poco naturales, tanto que parecen ninots. 

Disney optó por no contar con actores enanos para estos papeles, una decisión que ha generado tanto apoyo como rechazo entre los intérpretes con acondroplasia. El filme parece resarcirse con la aparición de George Appleby, uno de los bandidos contrarios a la reina que termina desempeñando un rol muy relevante en la trama, pero el resultado final de la película parece indicar que la factoría no tomó la decisión adecuada. 

La película sí acierta al darle más profundidad al personaje de Mudito, quien pasa de ser el hazmerreír al más admirado de todos, pero erra en su intento de darle un toque cómico a los diálogos que acaban siendo simplones y sin gancho. Poco memorables son también los números musicales de la película, de la mano de los laureados Benj Pasek y Justin Paul (La La Land y The Greatest Showman), con excepción de "Princess problems", donde el "antipríncipe" Jonathan se ríe de Blancanieves, achacándole no ser consciente de los problemas de su gente.

Mientras que Rachel Zegler no brilla ni vocal ni interpretativamente, como sí lo hizo en el West Side Story de Spielberg, Gal Gadot sale aún peor parada. Su villana no tiene ni un ápice de chispa, sobre todo si la comparamos con la estilosa Cruella (2021) de Emma Stone o la elegante Maléfica (2014) de Angelina Jolie. La película de Webb, a pesar de sus buenas intenciones y un inteligente giro respecto al guion original, no consigue convertir a Blancanieves en una heroína memorable. 

Blancanieves

Dirección: Marc Webb

Guion: Erin Cressida Wilson

Intérpretes: Rachel Zegler, Andrew Burnap, Gal Gadot

Año: 2025

Estreno: 21 de marzo