Sandra Codreanu, Souhella Yacoub y Noémie Merlant, en 'Las chicas del balcón'

Sandra Codreanu, Souhella Yacoub y Noémie Merlant, en 'Las chicas del balcón'

Cine

La actriz Noémie Merlant dirige 'Las chicas del balcón': Pepi, Luci y Bom y los placeres del 'squirting'

Rostro emblemático del joven cine francés, la directora busca en su valiente filme el equilibrio entre la pasión cinéfila y la urgencia política.

Más información: 'Lee Miller', un 'biopic' al estilo clásico de Hollywood en el que brilla el talento de Kate Winslet

Publicada
Actualizada

Afianzada como uno de los rostros emblemáticos del joven cine francés, Noémie Merlant (París, 1988) vuelve a la dirección -tras Mi iubita, mon amour (2021)- con la enérgica y serpenteante Las chicas del balcón, una película que hace malabarismos con la transparencia de su discurso feminista y la opacidad de su collage de estilos. Así, después de dejar una huella indeleble en el imaginario del cine queer al protagonizar Retrato de una mujer en llamas (2019) –cuya directora, Céline Sciamma, colabora en el guion de Las chicas del balcón–, Merlant acomete la realización de su filme buscando un equilibrio entre la pasión cinéfila y la urgencia política.

La apertura no da lugar a equívocos. La cámara recorre los balcones de un pintoresco vecindario que luce como una versión marsellesa del patio interior de La ventana indiscreta (1954) de Alfred Hitchcock. Una apuesta voyerista que alumbra un prólogo en el que una mujer racializada de mediana edad confronta violentamente a un marido abusador.

Una vez establecido su halo siniestro y su vocación de denuncia de la violencia machista, Las chicas del balcón perfila un primer punto de inflexión al presentar a sus protagonistas en clave de exaltada comedia costumbrista.

Nicole (Sanda Codreanu), quien se define como una mujer “de apariencia bastante normal”, escribe su primera novela inspirándose en el deseo platónico que alberga por su vecino de enfrente. Por su parte, la liberada Ruby (Souheila Yacoub) goza del poliamor y convierte su negocio de webcam erótica en un consultorio psicológico para hombres solitarios. Y, por último, Élise (la propia Merlant), una actriz de telefilmes, irrumpe en la película caracterizada como una Marylin Monroe al borde de un ataque de nervios.

En conjunto, tanto las tres amigas como los escenarios coloristas de la película remiten intensamente al universo de Pedro Almodóvar. De hecho, para certificar su espíritu transgresor, Merlant toma la escena de la lluvia dorada de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) como modelo para el retablo cenital en el que Ruby se entrega a los placeres del squirting.

En su primer acto, Las chicas del balcón presenta un alegre y desprejuiciado elogio de la sororidad femenina, pero Merlant no tiene suficiente con esto y, en un nuevo cambio de rumbo, conduce la película hacia una turbia inmersión en las aguas del thriller criminal y el terror gore. Sin abandonar, por suerte, una inclinación humorística que se va volviendo más sarcástica, Las chicas del balcón va acumulando episodios de violencia sexual, algunos más explícitos y otros que pueden ser destapados gracias a la discusión contemporánea en torno al consentimiento.

En términos estilísticos, podría intuirse un interés de Merlant por dialogar con el onirismo fantasmagórico de David Lynch, pero en esta valiente película hay más sed de venganza contra la cultura de la violación y las trampas del amor romántico que una apuesta por el misterio del cine. En este sentido, Merlant protagoniza la imagen más icónica y desafiante del filme cuando, tras ser agredida por su pareja, Élise deambula por la calle “sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix”.

Las chicas del balcón

Dirección: Noémie Merlant

Guion: Noémie Merlant, Céline Sciamma, Pauline Munier

Intérpretes: Noémie Merlant, Souheila Yacoub, Sanda Codreanu, Lucas Bravo, Nadège Beausson-Diagne, Christophe Montenez

Año: 2024

Estreno: 14 de marzo