Tenório Jr. en un momento del filme

Tenório Jr. en un momento del filme

Cine

Trueba, entre la explosión de la 'bossa nova' y la brutalidad de las dictaduras en 'Dispararon al pianista'

Un filme tan magnético como didáctico que destaca por revivir para la pantalla toda la humanidad de un artista olvidado.

6 octubre, 2023 01:55

El amor de Fernando Trueba por la música latinoamericana nos ha dejado dos importantes trabajos documentales como Calle 54 (2000) y El milagro de Candeal (2004), la producción del disco Lágrimas negras (2003), en donde se fusionaban los ritmos cubanos de Bebo Valdés y la voz flamenca de Diego el Cigala, y dos filmes de animación para adultos dirigidos junto a Javier Mariscal: Chico y Rita (2010), el romance entre un joven pianista y una aspirante a cantante cubanos que, desde los años 40, se cruzan y enredan en ciudades como La Habana, Nueva York y París –que mereció el Goya de animación y la nominación al Oscar en la misma categoría–, y esta Dispararon al pianista.

Con el trazo libre, la alegría de la línea y el sentido para el color de Mariscal, la película se mueve entre el filme de investigación periodística y el documental de bustos parlantes. El protagonista es Jeff, al que le presta su carismática voz el actor Jeff Goldblum, un reportero musical neoyorquino que trata en la actualidad de desentrañar la historia de Tenerio Jr., un talentoso pianista brasileño que desapareció en los años 70.

[Fernando Trueba y Javier Mariscal animan la 'bossa nova']

Ligando la narrativa con una apasionante banda sonora, Trueba y Mariscal tejen el misterio sobre el trágico destino que corrió Tenorio Jr. con la narración de dos acontecimientos antagónicos y, al mismo tiempo, íntimamente ligados: la explosión mundial de la escena musical de la bossa nova y la brutalidad represora de las dictaduras militares de Latinoamérica. Y lo hacen con todo el poder cinético y expresivo que se le supone al cine de animación.

Dispararon al pianista es un filme tan magnético como didáctico que destaca por revivir para la pantalla toda la humanidad de un artista olvidado, pero recuperado por la fe de Trueba en el poder de la música (y del cine).